The Nation
El sitio WikiLeaks publicó un comunicado para
anunciar que su fundador, Julian Assange, había
contratado al célebre magistrado internacional en
derechos humanos, el juez español Baltasar Garzón,
para liderar su defensa contra la extradición a
Suecia. Garzón, que pasó más de un año, a fines de la década
de 1990, intentando obtener la extradición del general Augusto
Pinochet de Inglaterra a España por delitos de lesa
humanidad, publicó un comunicado en el que calificó
las acusaciones contra Assange de supuesto abuso
sexual como “arbitrarias y carentes de fundamentos”, y
declaró: “Hay una clara intencionalidad política
detrás de este juicio, lo cual explica su situación
actual”. Garzón se reunió recientemente con Assange
en la Embajada de Ecuador en Londres, donde espera
que el gobierno de Rafael Correa se decida a darle asilo.
Precisamente, a fines de junio, la cara visible de
WikiLeaks ingresó en ese edificio diplomático buscando refugio
para evitar su extradición a Suecia, donde lo acusan por un
supuesto abuso sexual. Si el gobierno de Correa acepta
su pedido -una cuestión que todavía no se había
decidido al cierre de esta edición-, Assange se
convertirá en residente de América Latina, donde el
tesoro de cables del Departamento de Estado
estadounidense que él diseminó estratégicamente ha
generado cientos de titulares desde México hasta el Cono
Sur.