sábado, julio 18, 2009

Mediación elastizada

Quisiera ser muy serio en el tratamiento del controversial tema que es la mediaciónm, pero es que su propia inconsistencia me hace tambalear por mi encredibilidad en relación con lo efectivo que pueda ser esta última ronda de “conversaciones” entre los representantes del legítimo gobierno de Honduras con la camarilla golpista con Oscar Arias como “árbitro”.

Es inconcebible que el presidente constitucional y su delegación acepten los siete puntos propuestos por la mediación aunque en lo personal discrepo de algunos por su viso oportunista) para buscar una solución al conflicto y los ilegales usurpadores lo desaprueben en franca postura arribista, tratando de estirar como un elástico este proceso para ganar terreno y tratar de consolidar sus posiciones evitando la entrada de Zelaya al país.

Con la postura asumida por Arias nos demuestra paso a paso su complicidad con los actores intelectuales del conflicto, signados también para repensar la “solución” sin perder el espacio ganado por más de 20 días de desgaste de las fuerzas populares y de arribismo golpista a posiciones estratégicas del país centroamericano.

¿Qué mensaje quiere transmitirnos el mediador Arias cuando expresa “Ciertamente, aún hay diferencias entre las partes por lo que tenemos que hacer un esfuerzo para flexibilizar y acercar posiciones", dijo el mandatario a la salida de la reunión.”? ¿Quién tiene que ser flexible y con quién? Siempre se habló que no habría negociación, que los acuerdos adoptados por los organismos internacionales y resultantes de la mediación debían ser cumplidos sin condicionantes, entonces ¿qué sucede de nuevo con Micheletti y su pandilla negociadora?

El representante de los gorilettis, Carlos López le pidió a Oscar Arias estudiar poco más la propuesta, reflexionar sobre los puntos y hacer consultas a Tegucigalpa, mientras que los representantes de Zelaya representada por Rixi Moncada, aceptó la propuesta presentada por el presidente costarricense, incluso con el día y hora que se propone para el arribo del presidente constitucional a Honduras para encontrarse con su pueblo.
¿No les parece que este proceso al cuento de la buena pipa que nos hacían nuestras abuelitas a la hora de dormir?

Una jornada que inicialmente se anunció para un día iniciada el de julio ya alcanza los días. Se ha estirado tanto que el elástico está a punto de romperse y estallar porque en realidad no está desempeñando ninguna función. Ahora se plantea que mañana continúan a las 11:00 a.m. y podemos predecir que los que le han tenido que dedicar 15 horas más a meditar y consultar con sus amos en el norte sobre qué hacer, se presentarán con la negativa o con una sucia alternativa que impida el retorno del presidente y de la constitucionalidad al país el próximo viernes 24 de julio.

En un comentario que publiqué el 10 de julio bajo el título ¿Cuál es la mediación?, se exponía: “Esa mediación nació con malformación congénita y manipulada, puesta en práctica para ganar tiempo por parte de la dictadura golpista y sus acólitos y como una medida de desgaste sistemático, hablando en términos militares, para el gobierno constitucional y la acción del pueblo en defensa del retorno a su constitucionalidad.”

Estamos parados en la misma loza, los que tienen que exigir condiciones porque son los que están en el marco de la legalidad y apoyados por el concierto universal de las naciones son los que aceptan y los que no debieran tener voz ni votos, pretenden imponer condiciones… El mundo está patas arriba y en franca crisis de gobernabilidad.

Solo queda esperar a mañana para apreciar el desenlace de la incógnita que ha creado el hecho de que los usurpadores exijan 15 horas más de análisis y consultas “con el diablo”.

Mientras, nosotros seguimos aguantando bien fuerte el elástico para que no se reviente y las consecuencias sean mejores.

viernes, julio 17, 2009

Goriletti es también narcotraficante


En un reportaje del periodista Jean Gui Allar publicado por el sitio digital Cubadebate, se exponen las pruebas de cómo el presidentillo de turno en la asonada golpista de Honduras del pasado 28 de junio, también estuvo vinculado al cartel de la droga de Cali, la red del narcotráfico colombiana.

Según se precisa “aparece en una larga lista de narcotraficantes redactada, en una fecha no precisada, por un alto oficial del Ministerio de la Defensa y Seguridad Pública de Honduras que lo relaciona con el Cartel de Cali”.

Sobre el documento se demuestra que está firmado por René Adalberto Paz Alfaro, Coronel de Infantería, y lleva el membrete del ministerio: En el nombrado documento identificado en el número SN-FF. AA. 060, se ubica a Roberto Michelleti Bain con error de escritura, (Micheletti) con la “CONEXIÓN” Cartel de Cali y bajo la mención “LUGAR” la palabra “Yoro”. (Ver documento).

Vale destacar que en la década de los 80, es cuando el narco… comenzaba su vida política y ocupaba el cargo de presidente del Consejo Local en Yoro, donde siempre se hizo elegir de diputado al Congreso Nacional.

Cualquier similitud NO puede ser pura coincidencia, sino que habla de la calaña del golpista y de su deformada carrera alistado a la ilegalidad, la corrupción y a la falta de legitimidad. Recuerden que en 1985 también este personaje trató de hacerle enmiendas a la Constitución de Honduras en beneficio de la élite que ostenta el poder económico y quiere decidir los destinos políticos y de la sociedad hondureña.

Como bien se suscribe en Cubadebate, “la aparición del nombre de Micheletti en tal lista de narcotraficantes no deja duda sobre la presencia de su nombre en los ficheros de la DEA, la agencia norteamericana antidroga… Sin embargo, nada ha filtrado al respeto de fuente norteamericana, hasta ahora”, pero sí algunos congresistas norteamericanos de la extrema derecha encabezados por Mario y Lincoln Díaz Balart pretendieron desacreditar al presidente Manuel Zelaya solicitando al presiente Barack Obama que se investigara su posible vinculación al narcotráfico a través de la DEA, quedando esto sin respuesta presiencial.

¿Y entonces qué? ¿Quién es el narcotraficante, Zelaya o Micheletti? Una vez más se revolvieron en su propia salsa, se desmoralizaron y a la salida de estos trapos expuestos al sol, ¿qué van a decir?


jueves, julio 16, 2009

Lo que debe demandarse a Estados Unidos

(Tomada de Cubadebate)
La reunión de Costa Rica no conducía ni podía conducir a la paz. El pueblo de Honduras no está en guerra, solo los golpistas usan las armas contra él. A ellos habría que demandarles el cese de su guerra contra el pueblo. Tal reunión entre Zelaya y los golpistas solo serviría para desmoralizar al Presidente Constitucional y desgastar las energías del pueblo hondureño.

La opinión pública mundial conoce lo ocurrido en ese país a través de las imágenes difundidas por la televisión internacional, fundamentalmente Telesur, que sin perder un segundo transmitió fielmente cada uno de los hechos ocurridos en Honduras, los discursos pronunciados y los acuerdos unánimes de los organismos internacionales contra el golpe.

El mundo pudo apreciar los golpes que se descargaban sobre hombres y mujeres, los miles de gases lacrimógenos lanzados contra la multitud, los groseros gestos con armas de guerra y disparos para intimidar, herir o asesinar a ciudadanos.

Es absolutamente falsa la idea de que el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, ignorara o desalentara el golpe. Lo conocía, al igual que los asesores militares norteamericanos, que no cesaron un minuto de entrenar a las tropas hondureñas.
Hoy se conoce que la idea de promover una gestión de paz a partir de Costa Rica surgió en las oficinas del Departamento de Estado, para contribuir a la consolidación del golpe militar.

El golpe fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de George W. Bush y habían sido promovidos por él.

Todos, sin excepción, tienen un grueso expediente de actividades contra Cuba. Hugo Llorens, embajador en Honduras desde mediados del 2008, es cubano americano. Forma parte del grupo de agresivos embajadores de Estados Unidos en Centroamérica, constituido por Robert Blau, embajador en El Salvador; Stephen McFarland, en Guatemala, y Robert Callahan, en Nicaragua, nombrados todos por Bush en los meses de julio y agosto del 2008.

Los cuatro siguen la línea de Otto Reich y John Negroponte, que junto a Oliver North fueron responsables de la guerra sucia contra Nicaragua y de los escuadrones de la muerte en Centroamérica, que costaron a los pueblos de la región decenas de miles de vidas.

Negroponte fue representante de Bush en las Naciones Unidas, Zar de la inteligencia norteamericana, y finalmente subsecretario de Estado. Tanto él como Otto Reich, por diversas vías, estuvieron detrás del golpe de Honduras.
La base de Soto Cano en ese país, sede de la “Fuerza de Tarea Conjunta Bravo” perteneciente a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, es el punto de apoyo principal del golpe de Estado en Honduras.

Estados Unidos tiene el tenebroso plan de crear cinco bases militares más alrededor de Venezuela, con el pretexto de sustituir la de Manta en Ecuador.
La disparatada aventura del golpe de Estado en Honduras ha creado una situación realmente complicada en Centroamérica que no se resuelve con trampas, engaños y mentiras.

Cada día se conocen nuevos detalles de la implicación de Estados Unidos en esa acción, que tendrá también seria repercusión en toda América Latina.
La idea de una iniciativa de paz a partir de Costa Rica fue transmitida al Presidente de ese país desde el Departamento de Estado cuando Obama estaba en Moscú y declaraba, en una universidad rusa, que el único Presidente de Honduras era Manuel Zelaya.

Los golpistas estaban en apuros. La iniciativa transmitida a Costa Rica buscaba el objetivo de salvarlos. Es obvio que cada día de retraso tiene un costo para el Presidente Constitucional y tiende a diluir el extraordinario apoyo internacional que ha recibido. La maniobra yanki no incrementa las posibilidades de paz, sino todo lo contrario, las disminuye, y el peligro de violencia crece, ya que los pueblos de nuestra América no se resignarán jamás al destino que les tienen programado.

Con la reunión de Costa Rica se cuestiona la autoridad de la ONU, la OEA y demás instituciones que comprometieron su apoyo al pueblo de Honduras.
Cuando Micheletti, Presidente de facto, proclamó ayer que está dispuesto a renunciar a su cargo si Zelaya renunciaba, sabía ya que el Departamento de Estado y los militares golpistas habían acordado sustituirlo y enviarlo de nuevo al Congreso como parte de la maniobra.

Lo único correcto en este momento es demandar del gobierno de Estados Unidos que cese su intervención, deje de prestar apoyo militar a los golpistas y retire de Honduras su Fuerza de Tarea.

Lo que se pretende exigir al pueblo de Honduras en nombre de la paz, es la negación de todos los principios por los cuales lucharon todas las naciones de este hemisferio.

“El respeto al derecho ajeno es la paz”, dijo Juárez.






Fidel Castro Ruz
Julio 16 de 2009
1 y 12 p.m.

martes, julio 14, 2009

Empezó el "saltimbanqui" en el gobierno del Goriletti.

En Cuba llamamos “saltimbanqui” a estar de un lado a otro, sin estabilidad, fuera de control... “de aquí para allá”. Es lo mismo que le está sucediendo a algunos “funcionarios" públicos del desgobierno del Gorilotte, lo cual se convierte en una indiscutible debilidad.

Recuerden ustedes que su anterior “ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Ortez Golinger, se destacó por su falta de ética y público desagravio al presidente Obama y al español Zapatero.

Al primero lo caracterizó como el “negrito que no sabe nada de nada” ni siquiera dónde queda Tegucigalpa, y al segundo como Zapatero a su zapato… Bueno, este inestable personaje el viernes último juró la cartera de Ministro de Gobierno de la camarilla de facto. Lo hizo como para estar verdaderamente a los pies de los golpistas, que es lo que siempre ha hecho: hacerle el juego a las cartas más sucias que pueda tirar un gobernante.

Pues el susodicho ministro, ya renunció. Solo duró en el cargo apenas tres días. ¿Qué está sucediendo? ¿Le está faltando credibilidad y confianza al Gobierno de facto?

El problema también se une a que las manifestaciones del pueblo se multiplican y enfrentan las acciones terroristas de los golpistas. La jerga popular canta a toda voz: “Nos tienen miedo, porque no tenemos miedo.”

Este no será el último, lo que no es legítimo queda rápidamente en el camino y más cuando se es tan inestable como Ortez, signado a ser un saltimbanqui.

¿Y ahora, a dónde va a parar? ¿Quién lo va a proteger del daño que le ha hecho al pueblo hondureño? ¿Cómo enfrentará su posición racista ante el amo del Norte?
El pueblo le ajustará las cuentas.

domingo, julio 12, 2009

Siguen los trapos sucios en la tendedera de los golpistas

El sitio digital Cubadebate publica hoy una información demostrativa que de al general Romero Vásquez de casta le viene al galgo ser rabilargo, como reza en el viejo refrán. Un golpista, infractor y usurpador de la Constitución no podía ser inmaculado sino un perfecto ladrón profesional.

El hoy comandante del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas hondureñas, que se anotó el punto de secuestrar y expulsar del país al Presidente constitucional José Manuel Zelaya, es de lo más representativo de la delincuencia. Fue arrestado y encarcelado en febrero de 1993 como cabecilla de una pandilla internacional de ladrones de carros. Antes robaba carros y ahora se roba el poder. Este fue el mismo personaje que después del golpe de estado técnico Zelaya destituyó de su cargo y después encabezó la asonada.

El artículo que publicó el periódico El Heraldo de Hondura expresa que 11 de los miembros de la “Banda de los Trece” fueron encarcelados, entre ellos Vásquez, quien se apropió de más de 200 vehículos para venderlos en países vecinos.

Otro periódico de la capital hondureña “La Tribuna” señala que: “Once personas detenidas por su supuesta participación en el robo de unos 200 automóviles de lujo, así como 12 de los 19 carros decomisados como prueba de convicción por la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), fueron puestas ayer a la orden del Juzgado de Letras Primero de lo Criminal de Tegucigalpa”, y precisa además “dos diputados tienen en su poder carros robados”.

Como pueden ver, el diablo los junta. Este personaje es el que encabeza el golpe de estado por los militares, elije a Micheletti como presidente y él ladrón de carros de lujo queda como General en Jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras.

Hay más que decir de este monstruo, ya que su preparación terrorista se realizó en la Escuela de las Américas, esa academia militar yanqui, en la que como alumno aventajado, aprendió las excelentes técnicas de torturas, de desaparición, asesinato y desaparición de personas, muy empleadas durante muchos años allí, en Nicaragua y en otros países de Latinoamérica.
El pandillero internacional de ladrones de carros devenido por obra y gracia de la más rancia oligarquía hondureña como comandante de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas fue, “casualmente” uno de los asistentes a la embajada norteamericana en Tegucigalpa unos días antes y se cree que fue donde aprendió cómo realizar el golpe de estado a Zelaya.

No hay vergüenza. Los golpistas se desmoronan.

La evidencia sobre Estados Unidos

Hoy se debate si en realidad Estados Unidos tiene o no responsabilidad o conexión con el golpe de estado perpetrado por la oligarquía y los militares en Honduras el 28 de junio que provocó el secuestro, destitución y traslado a Costa Rica del presidente constitucional José Manuel Zelaya, propinando así un duro golpe a la constitucionalidad y creando un oscuro precedente en Latinoamérica en épocas de renacer democrático, pero varios especialistas se han pronunciado por establecer puntos de contacto entre la política aplicada históricamente por la nación del norte en la región, sus intereses actuales en ese país y la posición asumida públicamente por los representantes de su gobierno sin desestimar las realizadas por la extrema derecha y otros grupos retrógrados.

Una cosa es lo que se piensa y otra la realidad, o la presunción que sale de hilvanar hechos, criterios, compromisos, relaciones… No por gusto en la reflexión de Fidel “Un gesto que no se olvidará”, al referirse al golpe técnico y resaltar los valores del presidente Zelaya, concluye el párrafo diciendo: “Lo que allí ocurra será una prueba para la OEA y para la actual administración de Estados Unidos”.

No por gusto se refirió a Estados Unidos y el papel que debía jugar en ese hecho y en lo que avizoró tres días antes y también reiteró que ese gobierno no tiene vida sin el oxígeno de Estados Unidos.

En un trabajo bien condimentado publicado por Telesur y Kaosenlared, la periodista Eva Golinger nos dice refiriéndose a los hechos de Honduras “Mientras ocurría el golpe de estado, los militares estadounidenses y los representantes de Washington en la embajada estadounidense en Tegucigalpa tenían conocimiento pleno de los sucesos.

Ante tal aseveración, no deja mucho espacio a lo expresado por el presidente Zelaya en relación con todo Hugo Llorens, el embajador de EE.UU, y su inocencia en relación con los hechos, corroborados después por la canciller Patricia cuando le realizó múltiples llamadas telefónicas sin respuesta alguna.

No se puede soslayar el hecho de que en el país centroamericano se encuentra enclavada la base Soto Cano, la cual constituye la sede de la Fujerza de Tarea Conjunta denominada “BRAVO” (JTF-B) de Estados Unidos, integrada por efectivos de las fuerzas aéreas, de seguridad conjuntas y el Primer Batallón-Regimiento No. 228 de la aviación estadounidense, que agrupa a más de 650 ciudadanos norteamericanos y hondureños que viven en los cuarteles militares allí enclavados. Tanto poderío y ubicación estratégica en la región encierra también serios compromisos.

Si bien la presidencia de Estados Unidos, la Secretaria de Estado Hillary Clinton, entre otros se han pronunciado públicamente por reconocer como único presidente legítimo a José Manuel Zelaya, no han realizado acciones contundentes para contribuir al retorno a la constitucionalidad y un poco se están codeando con el gobierno de facto. En la propia conversación de la Clinton con Micheletti para conocer su parecer en cuanto a la propuesta de mediación, se le estaba considerando como legal presidente. A partir de ello, el gorilote comenzó a redoblar su blasfemia, a condicionar situaciones, a exigir seguridad y lugar para reunirse, hacer anuncios constitucionales, entre otros.

En un trabajo anterior me referí a la respuesta dada por la Clinton a los periodistas, cuando culminó la reunión con Zelaya, en la que indagaron acerca de que si ese regreso al orden constitucional de Honduras, implica el retorno del presidente Zelaya a lo cual contestó: "Ahora que tenemos un proceso de mediación que podría comenzar pronto, no quiero prejuzgar lo que las partes van a acordar. Es bueno que las partes con el presidente Arias como ayuda, resuelvan estos temas". Y dejó lo más importante del proceso en el aire para que “cada cual saque sus propias conclusiones”. No se comprometió con el tema.

Las recién concluidas intenciones de llegar un consenso entre el gobierno legítimo y el golpista para el deceso del último, fueron totalmente infructuosas y desde un inicio manifestamos que nacieron con malformación, porque ninguno de los principios tenidos en cuenta se cumplió y los golpistas, con una arrogancia y prepotencia que sobrepasaban los límites permisibles, se retiraron sin conversar, ni acordar nada.

Entonces, ¿De dónde sale el alimento que nutre a esta camarilla que por más de 13 días está sin recibir dinero, suministros, combustible para mantenerse y la economía del país paralizada?

Si el gobierno de Estados unidos, está realmente en contra del golpe de estado, ¿qué va a hacer? ¿Aplicará las medidas restrictivas anunciadas y aplazadas para el lunes último “apara observar el desarrollo de los acontecimientos” y nada?
En la reflexión de Fidel “Muere el golpe o mueren las constituciones” expresa que mientras el presidente Obama en Europa ratificaba que el presidente Zelaya era el único reconocido “mientras, en Washington la extrema derecha y los halcones maniobraban para que éste negociara el humillante perdón por las ilegalidades que le atribuyen los golpistas… Honduras es hoy no solo un país ocupado por los golpistas, sino además un país ocupado por las fuerzas armadas de Estados Unidos.”

Está claro para todos que si bien la élite del gobierno no ha hecho compromisos públicos con los golpistas sí existe una historia muy difícil de borrar sobre la actuación de Estados Unidos en el área desde mediados del siglo XX y la raíz de su posicionamiento actual en Honduras. Baste recordar la ocupación colonial de esa región por los norteamericanos a lo largo del siglo XX, de lo que dio el nombre terrible de “repúblicas bananeras” para las naciones centroamericanas, cuyos pueblos han dado muestra de una larga resistencia.

Unos 400 000 muertos suman ya las resistencias a las dictaduras militares impuestas en la región durante el siglo XX. Si se le suma a los muertos y desaparecidos en Guatemala, en Nicaragua bajo la dictadura de Zomoza y en E Salvador, se justifica perfectamente esa cifra que es posible sea superada.
Debemos analizar el Golpe de Estado en Honduras en ese contexto porque si eso se permite y no se restituye la constitucionalidad en el país con el regreso de Zelaya, el hemisferio peligra y como tituló Fidel su última reflexión: “Muere el golpe o mueren las constituciones”, que es igual decir “mueren las democracias elegidas por los pueblos” “un grupo de terribles golpes de estado pueden desencadenarse” y arrasar con los logros de los pueblos durante estos años de duro batallar. Los golpes se pueden multiplicar en la tarea demoledora de desestabilizar gobiernos contando con el apoyo la National Encowment Foundation (NED) y la USAID (Agencia Internacional para el desarrollo (USAID), es decir la CIA estadounidense, responsable también de la guerra contra Nicaragua y la invasión a Panamá en 1989, entre otras actuaciones “memorables” en la región.

El retiro de las nubes iniciales, abren paso a la luz, el cielo se despeja, los hombres evalúan la situación, el pueblo sigue aferrado a su historia y a sus principios elementales, pero hay algo más en este golpe porque no podemos pensar que es solo la repetición de viejas formas de hacer de los golpistas con la decisiva participación del poder de la oligarquía en contubernio con las fuerzas militares, sino que hay ingredientes muy provocativos, intencionados, que parecen hechos para colocar al presidente Barack Obana frente a un hecho bien consumado para ver su actitud tomando como referente lo ocurrido con el ex presidente James Carter en tiempos en que tuvo relación con algunas dictaduras “por debilidades de los nuevos gobernantes”.

¿Qué hará Obama ahora? Ya el presidente Hugo Chávez le puso el ultimátum al embasarlo en relación a tomar partido con acciones concretas. ¿Cuándo será? ¿Esperará el desgaste de los manifestantes o la llegada por la fuerza en acción inteligente y sorpresiva de Zelaya? ¿Qué pasará cuando Zelaya llegue a Honduras y cuál será la actitud del gobierno golpista ante ese hecho? ¿Qué hará entonces Estados Unidos?

Son interrogantes que nos llaman a la reflexión porque en realidad son fuertes y difíciles según el curso de los acontecimientos. Solo hemos querido reflexionar al respecto hilvanando ideas y hechos por lo que será necesario tener en cuenta la historia y abrazarse al presente para evaluar con justeza el curso de los acontecimientos.

Fuentes: Telesur, Kaosenlared, Cubadebate y Prensa Latina.

El regreso de Zelaya es lo constitucional

Es llevado y traído en estos días si se logra por fin el regreso de Zelaya a Honduras y con él la eliminación del gobierno de facto que lo despojó de sus funciones el domingo 28 de junio.

No ha sido cosa fácil ese retorno. Los que arrebataron están queriendo sellar la jugada y lograr el tiempo necesario para un cambio de estrategia de modo que les permita adelantar elecciones o convocar a una constituyente.


Este Goriletti usurpador, quien llegó al poder haciendo ver que estaba en pleno ejercicio previsto en la Constitución vigente en Honduras, tiene una larga historia en la política y en el empeño de cambiar las constituciones, hecho que ha estado silenciado por los medios de comunicación durante años. En 1985, trató de convertir el Congreso Nacional hondureño en una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la Carta Magna que actualmente defienden los golpistas como su símbolo trascendental ante la actual crisis política.

Según se plantea en Telesur, “en aquella época se presentó una trifulca y fue suspendida la presentación de la propuesta, dado que en aquél entonces la acción de Micheletti también se consideró traición a la patria y los diputados opositores del partido nacionalista sabían que esa Constituyente únicamente buscaba la extensión del mandato del presidente liberal Suazo Córdoba.”

Tal apego a las ilegalidades lo hacen imputar a Zelaya 18 cargos para ser ajusticiado por la ilegal Corte Suprema de Justicia, lo que a criterio de expertos abogados hondureños, es una gran mentira y estratagema de los sicarios para demeritar la imagen del presidente Zelaya, al que incluso, han acusado de traición a la Patria.

Siguen luchando los hondureños organizados en el Frente Único de Resistencia, quien aglutina a los sectores y organizaciones sociales que se oponen al golpe y reclaman el retorno de la constitucionalidad al país, el cese de las violaciones de los más elementales derechos humanos, el maltrato, las agresiones, los allanamientos, los secuestros y la aplicación de todos los métodos fascistas y terroristas que han practicado en el hemisferio las dictaduras militares.

Pero lo único constitucional, plantean, es el regreso de Zelaya y con él los derechos constitucionales de los hondureños a decidir como pueblo su propio destino, sin que las oligarquías representativas de las 13 familias acaudaladas que controlan las riquezas del país, tengan nada que ver. La única democracia es la que el pueblo decide su propio destino, la que los representa, la que les da voz y voto y trata de equiparar las oportunidades de todos sus hijos a pesar de tener que convivir en sociedades y en un mundo en que la equidad es una palabra casi inexistente.

En entrevista concedida hoy a Telesur, desde Washington, el presidente constitucional de Honduras José Manuel Zelaya ratificó: “En cualquier momento, en cualquier día, en cualquier lugar. Eso es parte de una seguridad que ellos tienen que tener, ellos me conocen perfectamente y saben que no van a poder evitar, no van a poder gobernar, en un sistema de facto en Honduras, ni el pueblo lo permite, ni la comunidad internacional, ni nosotros y estaremos dispuestos siempre a estar frente al pueblo."

viernes, julio 10, 2009

¿Cuál es la mediación?

No entiendo la mediación y el no entendimiento viene del ambiente mafioso, encubierto, mentiroso, premeditado y enmascarado. Nada de cartas abiertas ni transparencia como se había dicho.

Esa mediación nació con malformación congénita y manipulada, puesta en práctica para ganar tiempo por parte de la dictadura golpista y sus acólitos y como una medida de desgaste sistemático, hablando en términos militares, para el gobierno constitucional y la acción del pueblo en defensa del retorno a su constitucionalidad.

El pueblo se desgasta en las calles, lucha sin cesar, ocupa las principales arterias por las que se pueden suministrar recursos al gobierno de la asonada para impedirlo. Las agresividad de los golpistas se acrecienta con el incremento de efectivos militares, el enfrentamiento a los manifestantes y aunque la Comunidad Internacional ha protagonizado las protestas más fuertes que se hayan conocido de forma unánime contra la existencia del gobierno de facto, sigue ahí, sin que nadie tome una decisión definitiva sobre su retiro y la devolución al pueblo de los derechos constitucionales eliminados por los terroristas ocupantes del poder.

Tampoco se entiende que al Gorilote con casaca de presidente, se le dé el mismo tratamiento que a Zelaya que sí es un presidente constitucional elegido por su pueblo. Con los socarrones usurpadores del poder no puede haber conversación ni diálogo, sobran mecanismos para sacarlos del poder, ya sean por fuerzas internas o externas.

La postura arrogante y prepotente asumida por la delegación de facto que asistió a Costa Rica, cual si fuera presidente legítimo del país, dictó decisiones ilegalmente acerca de las elecciones de noviembre que fueron convocadas desde sus inicios por el presidente Zelaya que es el único que puede pronunciarse oficialmente por ellas.

No es posible que se le permita retirarse y dejar una delegación de carteristas de pacotilla porque no tienen validez ninguna como funcionarios gubernamentales y que los reales representantes del gobierno hondureño se queden esperando por ellos, como dejó bien claro en sus declaraciones la Canciller de Honduras Patricia Rodas.

Ellos se empecinan en mantener el poder a toda costa y si el domingo no se ha llegado a un acuerdo se interrumpirán las conversaciones y entonces seguirán ganando tiempo y esa es la estrategia.

Ahora se dice que los poderosos del narcotráfico están involucrados en el golpe de estado perpetrado por la camarilla oligárquica y militar de Honduras. Es mucho el dinero y los intereses que corren en ese fatal hecho para América y para la democracia del continente.

Por otra parte los Estados Unidos no han cumplido con sus declaraciones, puesto que el presidente Obama por un lado reconoce públicamente que se ha producido un golpe de Estado y que el presidente Zelaya debe regresar mientras que por otra, no corta los vínculos con los golpistas, no ejecuta las medidas de retirada de la ayuda económica y militar a ese país que había dicho esperaría al lunes de esta semana para observar el desarrollo de los acontecimientos. Parece que los acontecimientos van a su favor y en correspondencia con sus intereses, porque nada se ha hecho por ahogar a los golpistas. ¿Cuál es la posición real de ese país con respecto al golpe?

Si retomamos las declaraciones de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, cuando al culminar la reunión con el presidente Zelaya en Washington, a una pregunta de los periodistas acerca de que si ese regreso al orden constitucional de Honduras, implicaba el retorno del presidente Zelaya, ella, de forma evasiva, contestó: "Ahora que tenemos un proceso de mediación que podría comenzar pronto, no quiero prejuzgar lo que las partes van a acordar. Es bueno que las partes con el presidente Arias como ayuda, resuelvan estos temas".

Dejó lo más importante del proceso, que es el retorno del presidente Zelaya al poder constitucional, en el aire para que “cada cual saque sus propias conclusiones”. A esas conclusiones se pueden llegar poco a poco con el seguimiento al desarrollo de los acontecimientos y de la estrategia trazada por los yanquis y los golpistas con la mediación.

Al cabo del segundo día y sin seguridad de que ocurra otro encuentro cabe preguntarse entonces: ¿Cuál es la mediación?