Por la impòrtancia de este material publicado hoy en el diario Granma, lo pongo a la consideración de todos los que abran esta página.
En su edición digital de la noche de ayer y su edición impresa de hoy, el diario norteamericano El Nuevo Herald publicó un insidioso artículo titulado “Chocan EE.UU. y Cuba por ganancias del Clásico Mundial” en el que, citando a un llamado portavoz de las Ligas Mayores de Béisbol, se intenta desconocer la decisión cubana de donar a las víctimas del Huracán Katrina los ingresos que legítimamente debían corresponder a nuestro país por obtener el segundo lugar en el torneo y que no serían entregados a Cuba en virtud de las criminales y bochornosas leyes del bloqueo.
Como nuestro pueblo y la opinión pública conocen, el noble y solidario gesto de nuestros peloteros de entregar el premio del Clásico a los afectados por el Katrina no fue una decisión nueva anunciada por el Comandante en Jefe Fidel Castro el pasado martes al recibir a nuestro glorioso equipo de béisbol. Desde el 14 de diciembre, la Federación Cubana de Béisbol (FCB) había enviado una comunicación a los organizadores del Clásico Mundial en la que, ante la negativa del Departamento del Tesoro de autorizar la presencia de Cuba en el evento bajo el argumento de que nuestro país no podría recibir ganancias pues iría contra el irracional Plan Bush para Cuba, se les daba a conocer la decisión de donar los ingresos concernientes a Cuba a las víctimas del Huracán Katrina.
En la misiva de la Federación Cubana de Béisbol se señalaba: “No es el dinero que la OFAC aduce el motivo de nuestro interés en competir. Somos una federación de un país humilde pero digno. Nuestro único propósito es cooperar para que el béisbol siga desarrollándose y logre en un cercano futuro su inclusión nuevamente en el Programa Olímpico. Nunca hemos competido por dinero.
“La Federación Cubana de Béisbol, con el propósito de brindar opciones, estaría dispuesta a que el dinero que le corresponda por su participación en el Clásico sea destinado a:
—Damnificados del Huracán Katrina en New Orleáns.”
Aunque conocemos los propósitos y los intereses detrás del periódico miamero, no sabemos qué nivel de representatividad tiene el señor Patrick Courtney, autotitulado portavoz de las Grandes Ligas, quien sí nos consta que no participó nunca en las intensas y serias negociaciones que la Federación Cubana de Béisbol sostuvo en los últimos meses con los organizadores del Clásico Mundial, las cuales posibilitaron finalmente la exitosa participación de nuestro equipo en la fortísima lid deportiva.
En carta enviada el 16 de diciembre a la FCB, el Sr. Paul Archey, Vicepresidente de las Grandes Ligas y organizador principal del evento, señalaba: “Agradecemos su oferta de destinar cualquier ingreso que se genere por la participación de la Federación Cubana de Béisbol en el Clásico Mundial en beneficio de las víctimas del Huracán Katrina”. Asimismo comunicaba que, en base a la propuesta cubana, sería solicitada nuevamente al Departamento de Estado la licencia para la presencia de nuestra selección nacional en el torneo.
A finales de enero de 2006, el gobierno norteamericano se vio obligado a autorizar la participación cubana en el Clásico ante la contundente propuesta de solución presentada por la Federación Cubana de Béisbol y la amplia reacción internacional contraria al avieso propósito de excluir a nuestra nación del evento.
Comenzó entonces aceleradamente el enrevesado proceso preparatorio para garantizar la presencia de nuestros peloteros en el Clásico, el cual incluyó la firma de acuerdos entre la Federación Cubana de Béisbol, los jugadores y los organizadores del evento.
El 15 de febrero, en carta dirigida al Presidente de la Federación Cubana de Béisbol, el Vicepresidente de las Grandes Ligas, Sr. Paul Archey, comunicaba que: “Respondiendo a los puntos adicionales que ustedes nos han planteado con respecto a las preocupaciones de la Federación en torno a la participación en el Clásico Mundial de Béisbol, hemos buscado asesoramiento por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Con posterioridad a consultas efectuadas con la Oficina de Control de Activos Extranjeros, el Departamento de Estado nos ha autorizado a contraer los siguientes compromisos en carta colateral con efecto obligatorio:
—Dentro del término de 120 días tras la conclusión del torneo, WBCI enviará a todas la Federaciones participantes un estado de cuentas de la disposición de cualquier premio en metálico y cualquier ingreso neto no asignado. Dicho estado de cuentas incluirá documentos dando fe que la WBCI ha donado todos esos fondos a organizaciones caritativas reconocidas en todo el mundo tales como la Cruz Roja Americana y el Fondo Katrina.”
¿A quién corresponden los fondos no asignados si no a la Federación Cubana, impedida de acceder a ellos por el absurdo y criminal bloqueo? ¿Qué tienen que decir el Departamento de Estado y los organizadores del Clásico sobre este acuerdo aprobado con la Federación Cubana? ¿Quién miente?
Mientras desde Miami se ejecuta este nuevo juego sucio contra Cuba, las víctimas del Huracán Katrina continúan sufriendo el abandono gubernamental y las nefastas consecuencias de su condición de desplazados hacia otros estados de la Unión.
Cuba reitera su solidaridad con ellos y su disposición a entregarles el premio legítimamente ganado por nuestros peloteros en los terrenos de juego, derrochando coraje, disciplina y respeto al público puertorriqueño y norteamericano que lo vitoreó en los estadios. La visita del equipo cubano a las áreas donde la organización de las Grandes Ligas construye viviendas para las víctimas del Katrina reflejan el sentir solidario y la grandeza humana de nuestros deportistas y su respaldo a la decisión de la Federación Cubana de Béisbol.
Los manipuladores y pusilánimes podrán desconocer el honorable gesto de Cuba; los pueblos no.