domingo, agosto 12, 2007

FIDEL

No pudo este día 13 ser más hermoso para que la Patria tuviera la doble sensación de dolor y alegría: Un día 13 de agosto de 1957 los hermanos Luis y Sergio Saíz Montes de Oca pretendían realizar una acción en su pinareño pueblo natal, San Juan y Martínez, y de esa forma celebrar el cumpleaños del máximo líder cubano Fidel Castro.
Antes de salir de la casa le dijeron a su madre: "No temas, algún día te sentirás orgullosa de nosotros". Cinco minutos más tarde fueron asesinados por un esbirro de la tiranía.

Otro 13 de agosto pero de 1867, cuando se reunió el Comité Revolucionario de Bayamo en la casa del abogado Pedro (Perucho) Figueredo, para elaborar los planes que debían desencadenar el movimiento independentista cubano se le sugirió al propio Perucho que compusiese "nuestra Marsellesa". Esa madrugada, la del 14 de agosto, plasmaba el revolucionario bayamés la melodía del que llegó a ser hoy nuestro Himno Nacional.

Pero el 13 de agosto de 1926 vio la luz la libertad, fue como si para nuestro país y para la humanidad hubieran inventado la sencillez, la humildad, la honestidad, el desprendimiento, el humanismo personalizado. Ese día Fidel llegó para eternizarse y enlazar las mejores valores del hombre y ponerlos en manos del bien.

Estamos celebrando hoy el 81 cumpleaños del paradigma de los cubanos, de los latinoamericanos y el más preclaro estadista del Siglo XX y que proyecta el XXI con
Todos los detalles.

Esta jornada de Reflexión, que desde el 24 de julio venimos desarrollando, tiene hoy su colofón en este encuentro que para los que aquí venimos a compartir será inolvidable.

Hoy quisiera repetir junto al Ché, cuando en 1926 se apoderó de la pluma y delineó la personalidad e imagen del Comandante cuando le dedicó su histórico CANTO A FIDEL.


CANTO A FIDEL
Vámonos
ardiente profeta de la aurora,
por recónditos senderos inalámbricos
a liberar el verde caimán que tanto amas.


Vámonos,
derrotando afrentas con la frente
plena de martianas estrellas insurrectas,
juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte.
Cuando suene el primer disparo y se despierte
en virginal asombro la manigua entera,
allí, a tu lado, serenos combatientes,
nos tendrás.

Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos
reforma agraria, justicia, pan, libertad,
allí, a tu lado, con idénticos acentos,
nos tendrás.

Y cuando llegue el final de la jornada
la sanitaria operación contra el tirano,
allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla,
nos tendrás.

El día que la fiera se lama el flanco herido
donde el dardo nacionalizador le dé,
allí, a tu lado, con el corazón altivo,
nos tendrás.

No pienses que puedan menguar nuestra entereza
las decoradas pulgas armadas de regalos;
pedimos un fusil, sus balas y una peña.
Nada más.

Y si en nuestro camino se interpone el hierro,
pedimos un sudario de cubanas lágrimas
para que se cubran los guerrilleros huesos
en el tránsito a la historia americana.
Nada más.


Che Guevara
Canto a Fidel
México, 1956


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