LA INJUSTICIA DE LA JUSTICIA

Una vez más la justicia se diluye y en el país de “lo justo” se cometen las mayores violaciones de la ley y del derecho que le asiste a los cubanos encerrados állí. Y si de Cuba se trata, se politiza cuanto proceso, demanda, o tema que llegue a las esferas oficiales. Tal es el caso de la negativa planteada por el gobierno norteamericano a que la Corte Suprema tome el caso de los Cinco antiterroristas cubanos injustamente encarcelados y secuestrados en cinco cárceles norteamericanas por el solo hecho de luchar contra el terrorismo.

Una vez más los abogados de la Defensa tendrán que emprender su nueva batalla porque tienen solo diez días para presentar su réplica y como parte de los procedimientos de oficio, los jueces de esa instancia se tendrán que reunir para decidir si aceptan o no el caso de los Cinco.

Para que se pueda entender un poco este rejuego, pongamos el ejemplo más positivo: Si fuera afirmativa la decisión de los jueces de la Corte Suprema, deberán dar su fallo dentro del año en curso, pero no será de inmediato puesto que ellos tienen previsto recesar en los meses de verano; entonces habría que esperar unos meses más y el tiempo seguirá transcurriendo y pueden llegar a cumplir 11 años de injusto encierro el 12 de septiembre próximo.

En una intervención del compañero Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, durante el Festival de Poesía promovido por esta organización, expresó su admiración por Gerardo Hernández Nordelo, quien ha sido sancionado a dos cadenas perpetuas más 15 años y por estos días, la cárcel donde se encuentra

impuso castigo a todos los reos, incluido Gerardo, lo cual ha sucedido en varias ocasiones durante estos más de diez años en que permanece en cautiverio.

También se conoció que la Asociación Internacional de Abogados Democráticos presentará en su 12 congreso el caso de cinco antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos, entre el seis y el diez de junio.

Todo cuanto se pueda hacer es poco. Solo la solidaridad internacional y la conquista de la opinión pública norteamericana, acostumbrada a evaluar conscientemente la justicia podremos, todos bien unidos, hacer que la injusticia de la justicia fracase y los cinco antiterroristas cubanos regresen a la Patria que los ha cualificado como héroes por su firme postura e hidalguía, a la altura de los más altos valores y tradiciones de lucha del pueblo cubano.