martes, mayo 05, 2009

UNA HERMOSA PARADOJA PARA LOS DESPIDOS

En los nuevos centros laborales se les explica la historia de ese colectivo
y se intercambia acerca de qué se espera de ellos

Mientras las publicaciones de todo el mundo y principalmente de los Estados Unidos, continúan dando prominencia informativa a los despidos masivos de personas de sus puestos de trabajo y quedan a merced de la nada, como una manifestación intrínseca del Capitalismo como sistema, agudizada por su agonía progresiva; en la Isla de la Juventud, Cuba, ha sucedido un hecho que en nuestro país es usual pero constituye una hermosa paradoja si lo comparas con las controvertidas realidades vividas en muchas latitudes.

El lunes, más de 300 jóvenes egresados de disímiles especialidades entre las que se encuentran informática, gastronomía, técnicos veterinarios, técnicos agrónomos, especialistas en Información Científico-Técnica, Secretariado, por mencionar solo algunos, comenzaron su adiestramiento pre-profesional en los centros donde iniciarán su vida laboral.

Acogidos como miembros de las familias a las que ingresaron, recibieron de los compañeros de trabajo el más ferviente reconocimiento, confianza y estímulo para desenvolverse con los valores creados en ellos por la Revolución, donde prevalecen la laboriosidad, el sentido de pertenencia, la sencillez, el optimismo, la solidaridad, lo que los fortalece como seguros labradores de la sociedad que se construye en medio de adversidades que ahogan cada vez más a los seres humanos en el mundo.

¿Por qué unos países sí y otros no? No siempre esta pregunta la responde el dinero y los recursos que tenga cada Estado para la solvencia económica en medio de una crisis general y global del sistema. Hace falta en primera instancia, voluntad política, un sentido más racional y equitativo de la distribución de los bienes, una mayor conciencia para equiparar las oportunidades y acortar la brecha que divide a los ricos de los pobres y los hace cada vez más irreconciliables.

La utopía de hoy puede convertirse en la sonrisa de mañana. Hay que luchar por hacer realidad esos sueños; el presente hay que construirlo ladrillo a ladrillo, piedra a piedra, hasta que superen la altura de nosotros mismos. El mañana también está ahí y depende de lo que hagamos hoy.

Todos los foros celebrados en esta época, se han pronunciado por enfrentar la Crisis, que es objetiva y nos va a tocar a todos en alguna medida, pero debemos realizar acciones concretas desde el punto de vista socioeconómico inyectadas con una fuerte dosis de solidez y visión política, que asegure la supervivencia de los países pobres en esta especie de holocausto que ha puesto al mundo sobre un hilo de coser como cuerda floja.

Hoy los periódicos abrieron sus páginas con la noticia de que más de 26 millones de norteamericanos han quedado en la calle, sin trabajo ni viviendas y se recogen en casas de campaña en solares y espacios yermos dedicados para esos fines.

Los Estados deberán emprender grandes acciones para que la población más desvalida sea protegida y aunque no logre los niveles de vida ideales, al menos alcance cierta equidad que le permita asegurar sus más elementales derechos a la alimentación, la salud, la jubilación, la vivienda y la seguridad social.

Varias personas residentes en La Florida han informado a sus familiares aquí que, aunque el presidente Obama haya abierto la posibilidad de viajar a Cuba cuando cada cual desee como una de sus medidas, los que allí viven se debaten en su mayoría en la diatriba entre el querer y el poder: O voy a Cuba, o quedo despedido. Cómo logra ahorrar el dinero para pagar los gastos de ese viaje si apenas les alcanza hoy para amortizar un mínimo de los impuestos básicos, la alimentación imprescindible y sobrevivir.

Una visión más integral del problema nos la proporciona Ignacio Ramonet en el artículo La explosión del desempleo publicado en Le Monde Diplomatic, en el que precisa que Juan Somavía, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el número de desempleados en el mundo en el 2008 ascendió a 190 millones y durante el 2009 podría incrementarse en 51 millones más, además especifica que los trabajadores pobres, con bajos salarios que no rebasan los dos euros diarios y que constituyen el 45 por ciento de la población activa mundial, crecerán hasta unos 1 400 millones.

Y concluye su trabajo precisando conceptos esenciales hoy: “Para los ciudadanos, el desempleo es una de las peores formas de represión; una demostración en carne propia de la violencia del capitalismo. Por eso la rabia. Se avecinan tiempos sombríos. El concepto de crisis no alcanza a explicar el momento que estamos viviendo. Un cambio de era. Una mutación de valores. ¿Una esperanza de justicia y de progreso?”

No todo lo que brilla ante nuestros ojos es oro. Muchas veces el brillo no es luz propia, sino reflejada y por tanto está constantemente amenazados a quedarse a oscuras. Así es el Capitalismo. Nuestra opción siempre será el Socialismo.

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