lunes, noviembre 02, 2009

LA ARAÑA SE ENMARAÑA EN HONDURAS

La araña teje su tela para señorear, pero no conoce que hay otros que pueden llegar a su reino, destruir su tela y enmarañarle la vida que creía muy segura y protegida. Los gorilas creyeron implantar una impenetrable tela pegajosa que nunca iban a poder destruirlo, pero la fuerza del pueblo, su capacidad de resistencia han hecho que la araña se enmarañe y llegue al clímax la situación imperante en el país.

Por doquier retumban las voces multiplicando el mensaje de los desposeídos cantando el himno del Frente: “Honduras, un pueblo que no calla//Honduras resiste a la batalla//para que vuelva José Manuel Zelaya”, como símbolo de que la lucha continuará hasta la victoria definitiva y reconquistar lo que habían logrado antes del golpe.

Al repasar la situación de progreso real que exhibía el pueblo hondureño en este último período de gobierno constitucional, sobre todo las clases que históricamente estuvieron excluidas de toda oportunidad real de avanzar, apreciamos el desastre político, constitucional y moral exhibido por los golpistas a partir del 28 de junio; no cabe dudas de que mucho se perdió.

Fueron transgredidas las bases democráticas que sustentaban la legalidad e institucionalidad de ese país para dar rienda suelta al regreso al militarismo, la tortura, el allanamiento, los secuestros, practicados en los años del triunfo sandinista en Nicaragua cuando Honduras fue tomado como base para frustrar la naciente Revolución, lo que hizo retroceder muchos años, a la época cuando las calles de Tegucigalpa y otras ciudades se bañaban de sangre como oficio de las dictaduras que imperaron en el país.

Es preciso recordar que Honduras es el tercer país más pobre del continente, solo superado por Haití y Nicaragua, con un índice de pobreza en el 2008 de un 16,9 por ciento y el de Desarrollo Humano de 0,7, ocupando el lugar 115 en el ranking mundial.

El gobierno democrático de Manuel Zelaya Rosales, elegido por la voluntad mayoritaria del pueblo, trajo a los nativos la luz del saber, les dio facilidades en cuanto a los servicios de Salud, seguridad energética e imagen de prosperidad con los proyectos de Petrocaribe y su integración al ALBA. En enero de 2009, al rendir cuenta del tercer año de mandato, el presidente Manuel Zelaya anunciaba que “el país se perfila con solidez hacia el desarrollo económico y anunció la próxima presentación de un plan estratégico a 30 años de plazo”.

Esa propuesta, unida a la que se preparaba para una nueva constituyente, no le convenían a las clases acaudaladas y los militares que reunían en pocos las mayores ganancias a costa de la explotación de las clases más bajas del país, por tal motivo es que van al golpe, para impedir que se realizara la consulta popular o Cuarta Urna, que medía solo la voluntad del pueblo, no ratificaba la continuidad de Zelaya en el poder como quieren hacer ver para legitimar su acusación de supuesta ilegalidad.

Pero si algo ha resultado positivo dentro de todo este tortuoso proceso de involución es la voluntad y conciencia del pueblo, reunido, organizado y guiado en el Frente de Resistencia Nacional contra el Golpe, el cual ha logrado mantener viva la llama de la lucha por la verdadera independencia, del retorno a la democracia pisoteada y del restablecimiento de la institucionalidad. Como bien plantea la Carta Magna hondureña la forma de gobierno es republicana, democrática y representativa sustentada en los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial sin relaciones de subordinación, además precisa que es imprescindible el ejercicio de la presidencia de la República, de lo contrario sería una ilegalidad.

Entonces,¿Por qué se acusa a Zelaya, si no estuvieran de por medio millonarios intereses y hasta la propia existencia de esa camarilla que también hoy señorea en el Congreso?

El aislamiento en que ha estado el país por el irreconocimiento universal del gobierno de facto, las continuas medidas prohibitivas del envío de combustible, de la ayuda del Banco Mundial, de la ausencia de los organismos internacionales y la condena producida en cada uno de los escenarios en que ha sido posible y la fuerte resistencia del pueblo, ponen al gorilético seudo-presidente y a su gobierno de nombrados “a dedos” el en climax del colapso, listos para patalear en la próxima contienda cuando el Congreso tenga que decidir el retorno a la constitucionalidad con el restablecimiento del legítimo presidente José Manuel Zelaya.

Ya el subsecretario de Estado, Thomas Shannon, representante de Estados Unidos en este proceso negociador, ratificó que su país espera que cada una de las partes– Zelaya o Micheletti– acepte sin objeciones las decisiones del Congreso.

Si la aprobación fuera negativa y se impusiera la existencia transitoria de un gobierno de múltiple representación, solo el pueblo, su fuerza, su moral ganada en la lucha pacífica con el Frente de Resistencia nacional contra el Golpe, con la multiplicación de las acciones, la labor política con las grandes masas de desposeídos que nada tienen que perder, serían los responsables de devolver al país la verdadera constitucionalidad, el rescate de sus derechos, levantar la frente con la dignidad de los vencedores y levantar el desarrollo económico social del país.

De todos modos, ya la araña está enmarañada porque las circunstancias son extremas y los usurpadores tienen las patas resbaladizas en un hilo que ha nunca tuvo las legítimas propiedades y está a punto de partirse y hacerlos caer.
El pueblo hizo suya la causa, esa es la única forma viable hoy para el rescate de lo perdido y avanzar mucho más, como lo demuestran las declaraciones de Juan Barahona, Jefe del Frente, a Prensa latina:“…estamos dispuestos a continuar esta lucha pacífica hasta el resultado final, como lo demuestran nuestros mártires, que no se murieron en vano”.

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