Copenhague se calienta para enfriar la tierra

Desde la llegada del presidente venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales, en Copenhague ha subido la temperatura por lo menos dos grados, por la forma en que han puesto caliente con sus intervenciones la Cumbre de de la ONU sobre el Cambio Climático.

Han sido diáfanos en sus intervenciones, llamando las cosas por su nombre sin medias tintas criticando al gobierno norteamericano y de las grandes potencias por la forma irresponsable con que han dirigido sus débiles acciones en relación con los compromisos concretos para la reducción de las emisiones de gases tóxicos a la atmósfera y la disminución de la carga contaminante que aceleran el cambio climático traducido en un incremento del calentamiento terrestre.

Chávez en nombre de los países del ALBA y del Grupo de los 77 más China, enfocó el conflicto que allí se debate como decisorio en este momento en que las grandes definiciones de los países más ricos tienen que producirse porque el sistema capitalista que los engendra, alimenta y mantiene es incompatible con la existencia de la especie humana y con la vida en el planeta en un futuro no muy lejano, tal y como expresó Fidel Castro refiriéndose al Capitalista: "… un sistema insostenible y lo que es peor: incompatible ya con la vida de la humanidad."

Enfocó la postura de los países ricos como irresponsable y con una falta total de voluntad política para lograr un acuerdo que sea portador de las medidas concretas a aplicar para enfrentar el abrasador cambio climático y ratificó la postura de los países del ALBA de no firmar ningún documento que “salga de la nada” y que no sea de lo que se ha acordado en el proceso de negociaciones que ha tenido lugar en la capital danesa.

Ahora la lucha será por la preservación de la Madre Tierra, como expresó Evo Morales y exhortó a realizar esfuerzos globales para que la elevación de la temperatura en la tierra no aumente más de 1º C a finales de siglo en relación con los niveles pre-industriales expresando al respecto: "Si queremos salvar a la Tierra y a la humanidad no tenemos otra alternativa que acabar con el sistema capitalista”.

Frente a la “Cultura de la muerte” preconizada por el Capitalismo tendrá que oponerse "cultura de la vida", para salvar a toda la Humanidad.

Todo lo expuesto por ambos presientes ha puesto la pista caliente, ha subido la temperatura tanto en el cónclave y como en las calles donde los pueblos se debaten su propia existencia y han llevado a niveles inusitados la lucha para exigir posturas responsables por parte de los países ricos.

Ha subido la temperatura en Copenhague para que un día se logre enfriar un poco la tierra.