lunes, junio 11, 2012

Falleció Teófilo Stevenson, primer tricampeón olímpico del boxeo cubano


Víctima de un infarto ha fallecido en La Habana el Tricampeón
Olímpico y Mundial Teófilo Stevenson, el más grande boxeador
amateur de la historia.


Tomado del blog Islamía
Por Norelys Morales


 El Gigante del Central Delicias era conocido como Pirolo por sus amigos. Obtuvo todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA), siendo Tricampeón olímpico y mundial; ganó 301 de los 321 combates celebrados a lo largo de 20 años en el ring. Al retirarse en 1988 pasó a trabajar en la Federación cubana de boxeo y en la Comisión Nacional de Atención a Atletas Retirados y en Activo, del INDER.

Obtuvo todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA), con tres coronas olímpicas Munich 1972 Montreal 1976 y Moscú 1980 e igual número en Mundiales La Habana 1974, Belgrado 1978 y Reno, 1986. Pero la fama no lo envaneció y siempre asumió una posición caballerosa frente a cualquier rival, desde el menos connotado hasta el de mayor rango.


Un episodio interesante en la vida de Teófilo Stevenson fue cuando en la década del 80 del siglo pasado, hubo la intención, por parte de los dirigentes del boxeo profesional de Estados Unidos, de concertar una pelea frente al reconocido campeón mundial rentado de los pesos completos, Mohamed Alí.

Aquel posible enfrentamiento definiría, según los encargados de organizarlo, quién era el mejor pugilista del mundo en la máxima división. Por supuesto, el principal objetivo era obtener una gran suma de dinero que sería el saldo de lo que hubiera sido, sin lugar a dudas, la pelea del siglo. Las condiciones de aquel combate nunca llegaron a concretarse, porque debía efectuarse bajo las reglas del boxeo amateur.

Los mercaderes se quedaron con las ganas de adjudicarse una buena bolsa y los dos extraordinarios pugilistas, quienes fueron grandes amigos, no midieron jamás sus fuerzas sobre el ring, mas son igualmente admirados en todo el planeta, no solo por su grandeza en el deporte, sino por su enorme calidad humana.

Después de la formidable victoria en el mundial de Reno, Estados Unidos, en 1986, el gran campeón decide retirarse y en julio de 1988 durante el torneo internacional de boxeo Giraldo Córdova Cardín y de la inauguración de la Sala polivalente Leonardo McKenzie Grant en Las Tunas se le da la despedida.

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