viernes, julio 13, 2012

La cólera de Ileana


La congresista norteamericana Ileana Ros-Lehtinen entre los instigadores de la fórmula libia contra Cuba

Tomado de La pupila insomne
Pedro Pablo Gómez
Cuenta de antiguo la Ilíada la cólera de Aquiles, por la que éste hijo de Peleo se negó a combatir, debido a que Agamenón le arrebató una esclava,  y cuenta  de reciente El Herald que la Ileana de Miami pelea y entra en cólera porque, según ella, el gobierno cubano no se ocupa adecuadamente de la salud de sus ciudadanos. Pero quien conoce a la congresista Ileana Ros -presidenta del Comité de Relaciones Internacionalres de la Cámara de Representantes de Estados Unidos- sabe muy bien que su pelea es por volver esclava Cuba, para la que ha solicitado al presidente Obama el mismo trato que el dado a Libia.


El motivo aparente por el que pelea Ileana es que quiere saber más sobre el municipio de Manzanillo, en la oriental provincia de Granma, donde se produjo un brote reconocido como cólera por el Ministerio de Salud Pública cubano.   Las autoridades sanitarias cubanas publicaron una información para conocimiento de la población, en la cual se reconocía la muerte de tres personas mayores de sesenta años que padecían enfermedades crónicas y la existencia de cinco decenas de afectados con características propias de esta peligrosa enfermedad.

La versión de los enemigos de la Revolución cubana, fundamentalmente en los Estados Unidos, es otra. Ellos se montaron de inmediato en ese carro para desarrollar una campaña más contra el gobierno de la Isla con informaciones como: “ más de quince muertos del cólera en Cuba, “ victimas del cólera en La Habana”, “gobierno cubano oculta epidemia del cólera”, todo esto ajeno a las medidas sanitarias tomadas de inmediato en el territorio afectado y el control y atención médica adecuada a los ciudadanos enfermos a casi mil kilómetros de la capital cubana. Se buscaba repercutir como caja de resonancia en algunos países y sectores, seguidores permanentes de las políticas de Washington, con vistas a generar, entre otras cosas, dudas en las personas que viajan a Cuba.

Sin embargo, sólo en  Islas Vírgenes -un archipiélago muy dependiente de EE.UU.- informaron acerca de que debían tomarse medidas con los viajeros procedentes de la Isla y a pesar de que en México se estableció un control sanitario a los vuelos procedentes de Cuba, hasta el momento no ha sido reportado ningún caso positivo. En Venezuela publicaron en el periódico El Universal una información acerca de que el gobierno bolivariano debería tomar medidas con la entrada de los cubanos a este hermano país, y desde luego se conoce a quiénes pertenece este diario caraqueño.

Una cosa es la lógica preocupación para evitar cualquier mal en la población y otra es deformar la realidad de un brote en sólo uno de los 169 municipios cubanos, controlado por las autoridades sanitarias, con el cuidado garantizado de los pacientes y con los medicamentos gratuitos y la atención profesional correcta para sus ciudadanos. La CNN, en un reporte desde Manzanillo acaba de difundir declaraciones del director nacional de epidemiología de Cuba que afirma: “Nosotros podemos decir categóricamente que no hay otro brote en cualquier otra provincia” y que “el número de casos está disminuyendo”.

Podríamos recomendarle a la señora Ros -que pide reforzar el bloqueo contra los cubanos- algunos medicamentos para pacientes siquiátricos y enviárselos para controlar su cólera; que no es otra cosa que la soberbia y el odio por no poder resistir que exista una Revolución en Cuba desde hace más de 50 años  que dotó al país de un sistema de salud universal y gratuito para todos sus habitantes y que sus diatribas no hayan podido mover un centímetro nuestra causa.

Han pasado muchos años y muchas mentiras procedentes de Miami, y el mundo está acostumbrado a oír -y no creer- un infundio más sobre lo que pasa realmente en Cuba, que jamás volverá a ser esclava a pesar de los deseos coléricos de personas como Ileana Ros.

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