Tomado del Blog de Yohandry Fontana.-
No merece la pena adentrarse en las causas
que llevaron a estar tras las rejas a Jorge Vázquez Chaviano, porque se
sabe que esa fue la pantalla para el espectáculo, planificado durante un
almuerzo en la Oficina de Intereses Norteamericanos en La Habana, al
que asistieron Marta Beatriz Roque y Antonio Rodiles.
¡Chao Marta!
A golpe de cervezas terminó el circo. No se sabe si ya las tomaban
durante la dieta o si los funcionarios de la SINA que visitaron la casa
de Marta Beatriz Roque las llevaron para el esperado final. Lo cierto es
que celebraron, y en grande. Mi tío, que es un buen tomador de
cervezas, dice que con 10 días de estómago vacío no se puede beber, y
que ni fuerzas tienes para levantar el brazo.
Pero no importa,
los bebedores en huelga dijeron basta y en cuanto supieron que el
expediente del detenido estaba en el lugar adecuado, con las firmas
adecuadas, levantaron la carpa y se olvidaron del hombre que, todavía,
tendrá que pasar unos días más en prisión, según dijo la propia esposa a
la prensa.
No merece la pena adentrarse en las causas que
llevaron a estar tras las rejas a Jorge Vázquez Chaviano, porque se sabe
que esa fue la pantalla para el espectáculo, planificado durante un
almuerzo en la Oficina de Intereses Norteamericanos en La Habana, al
que asistieron Marta Beatriz Roque y Antonio Rodiles.
Presidió
la cena el Jefe de la SINA, John Caulfield, nada menos que 5 días antes
de que los medios de Miami comenzaran a referirse al espectáculo montado
en Cuba. Se conoció también que dos funcionarios de esa sede visitaron a
la ayunante para chequear el cumplimiento del cronograma y llevar
algunos abastecimientos.
Pero bien, hoy es la “victoria” lo que
reflejan los grandes medios de comunicación, los mismos que no han
querido investigar sobre el encuentro de Marta y Rodiles con Caulfield,
esos que también hoy nos muestran a los “opositores” bebiendo cervezas
frías, 10 días después de estar en huelga.
Así de simple, le
fueron directo a la fría, sin pasar por un hospital para chequear su
organismo, y entrarle suave con un caldito de pollo a los 10 días de
ayuno.
Nada, que el circo cerró a todo tren, y llegó la hora de decir: ¡Chao Marta, nos vemos en la próxima temporada!
Tomado del Blog de Yohandry Fontana.-
No merece la pena adentrarse en las causas
que llevaron a estar tras las rejas a Jorge Vázquez Chaviano, porque se
sabe que esa fue la pantalla para el espectáculo, planificado durante un
almuerzo en la Oficina de Intereses Norteamericanos en La Habana, al
que asistieron Marta Beatriz Roque y Antonio Rodiles.
¡Chao Marta!
A golpe de cervezas terminó el circo. No se sabe si ya las tomaban durante la dieta o si los funcionarios de la SINA que visitaron la casa de Marta Beatriz Roque las llevaron para el esperado final. Lo cierto es que celebraron, y en grande. Mi tío, que es un buen tomador de cervezas, dice que con 10 días de estómago vacío no se puede beber, y que ni fuerzas tienes para levantar el brazo.
Pero no importa, los bebedores en huelga dijeron basta y en cuanto supieron que el expediente del detenido estaba en el lugar adecuado, con las firmas adecuadas, levantaron la carpa y se olvidaron del hombre que, todavía, tendrá que pasar unos días más en prisión, según dijo la propia esposa a la prensa.
No merece la pena adentrarse en las causas que llevaron a estar tras las rejas a Jorge Vázquez Chaviano, porque se sabe que esa fue la pantalla para el espectáculo, planificado durante un almuerzo en la Oficina de Intereses Norteamericanos en La Habana, al que asistieron Marta Beatriz Roque y Antonio Rodiles.
Presidió la cena el Jefe de la SINA, John Caulfield, nada menos que 5 días antes de que los medios de Miami comenzaran a referirse al espectáculo montado en Cuba. Se conoció también que dos funcionarios de esa sede visitaron a la ayunante para chequear el cumplimiento del cronograma y llevar algunos abastecimientos.
Pero bien, hoy es la “victoria” lo que reflejan los grandes medios de comunicación, los mismos que no han querido investigar sobre el encuentro de Marta y Rodiles con Caulfield, esos que también hoy nos muestran a los “opositores” bebiendo cervezas frías, 10 días después de estar en huelga.
Así de simple, le fueron directo a la fría, sin pasar por un hospital para chequear su organismo, y entrarle suave con un caldito de pollo a los 10 días de ayuno.
Nada, que el circo cerró a todo tren, y llegó la hora de decir: ¡Chao Marta, nos vemos en la próxima temporada!
¡Chao Marta!
A golpe de cervezas terminó el circo. No se sabe si ya las tomaban durante la dieta o si los funcionarios de la SINA que visitaron la casa de Marta Beatriz Roque las llevaron para el esperado final. Lo cierto es que celebraron, y en grande. Mi tío, que es un buen tomador de cervezas, dice que con 10 días de estómago vacío no se puede beber, y que ni fuerzas tienes para levantar el brazo.
Pero no importa, los bebedores en huelga dijeron basta y en cuanto supieron que el expediente del detenido estaba en el lugar adecuado, con las firmas adecuadas, levantaron la carpa y se olvidaron del hombre que, todavía, tendrá que pasar unos días más en prisión, según dijo la propia esposa a la prensa.
No merece la pena adentrarse en las causas que llevaron a estar tras las rejas a Jorge Vázquez Chaviano, porque se sabe que esa fue la pantalla para el espectáculo, planificado durante un almuerzo en la Oficina de Intereses Norteamericanos en La Habana, al que asistieron Marta Beatriz Roque y Antonio Rodiles.
Presidió la cena el Jefe de la SINA, John Caulfield, nada menos que 5 días antes de que los medios de Miami comenzaran a referirse al espectáculo montado en Cuba. Se conoció también que dos funcionarios de esa sede visitaron a la ayunante para chequear el cumplimiento del cronograma y llevar algunos abastecimientos.
Pero bien, hoy es la “victoria” lo que reflejan los grandes medios de comunicación, los mismos que no han querido investigar sobre el encuentro de Marta y Rodiles con Caulfield, esos que también hoy nos muestran a los “opositores” bebiendo cervezas frías, 10 días después de estar en huelga.
Así de simple, le fueron directo a la fría, sin pasar por un hospital para chequear su organismo, y entrarle suave con un caldito de pollo a los 10 días de ayuno.
Nada, que el circo cerró a todo tren, y llegó la hora de decir: ¡Chao Marta, nos vemos en la próxima temporada!
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