viernes, octubre 19, 2012

El pueblo aplaude las modificacciones de la Reforma Migratoria, mientras enemigos de Cuba la satanizan




Por Percy Francisco Alvarado Godoy
Tomado del blog Descubriendo verdades
 
Así es el odio acumulado: carece de límites y abre paso a la insidia, al malicioso  cuestionar, y se emplea tan solo para generar y exacerbar dudas, nerviosismo,  recelos,  descontentos y malévolas suspicacias entre las gentes.

Así se está desbordando por estos días esa rabia irracional cuando Cuba, en uso de su derecho soberano, dio a conocer sus Modificaciones a la Reforma Migratoria respondiendo a la propia dialéctica y a la nueva situación que presenta la nación cubana; a la tan esperada solución al problema migratorio que afecta a millones de cubanos y, realmente, merecía ser solucionado; a ser realmente consecuentes con aquellos que llevan a la Patria intacta en los más cercanos y distantes rincones del mundo; a lograr la verdadera reunificación porque Cuba, en realidad, es problema de todos los cubanos. Cuba se abre ante el mundo, pero, en primer lugar, ha de abrirse a los suyos, a los que realmente la aman y la honran en donde quiere que se encuentren.

Los cubanos todos han apluadido estas medidas que dan cumplimiento a lo decidido en el VI Congreso de Partido y entienden que resulta un proceso complejo, el cual llega a necesitar, en muchos casos, y necesariamente, un análisis  casuístico, específico y particularizado. Cuba debe cuidar su soberanía de los que la aman mal, de quienes han atendado contra ella y aún la odian. Cuba debe cuidar su estabilidad político-social y su propio futuro, duélale a quien le duela.

No todo está dicho en estas modificaciones. La propia dinámica de los acontecimientos la hará ser más objetiva, más precisa. Por ello, irá perfeccionándose en los próximos meses. La inclusividad es vital, pero no ha de ser irracional.

No todos están felices con estas medidas y así lo he comprobado en estos días, monitoreando reacciones muy  diversas. He conocido los cuestionamientos a la misma desde la intolerancia, la duda sana, o hasta de la maliciosa intención de usarla para derrocar a la Revolución.

Algunos ejemplos bastan:


El terrorista y provocador Saúl Ramón Sánchez declaró, por ejemplo, "
Desgraciadamente, la política gubernamental cubana continúa estando plagada de violaciones de todos los derechos migratorios de los ciudadanos cubanos".  ¿Pensará que luego de haber participado en hechos terroristas tendrá libre entrada en Cuba?

Por su parte,
Janisset Rivero, directora del Directorio Democrático, organización que financia actualmente a las actividades desestabilizadoras de los reducidos grupos de la  contrarrevolución interna, también critica a las reformas por exclusivas. Gente como ella, está claro, no aplica en la misma. Omar López Montenegro, directivo de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) y cotorra detractora de Radio Martí, obviamente tampoco aplica, así como Ángel D'Fana, actual cachanchan de Lincoln Díaz Balart en planes terroristas contra Cuba.

Una malinterpretación sobre la emigración cubana se hará pedazos en los próximos meses: ¿Era realmente Cuba la que impedía que sus ciudadanos viajaran libremente por el mundo? Ahora tienen la palabra aquellos países que la cuestionaron. Ahora le corresponde a ellos otorgar las visas, sin trabas, a los ciudadanos cubanos, tal como lo hacen con las gentes de otras nacionalidades.

Yo, particularmente, opino que todo aquel que quiera regresar, debería ser autorizado a hacerlo, siempre que sea capaz de respetar nuestra constitucionalidad. Si afectó con sus actos a nuestra soberanía, debe ser responsable por sus acciones, enfrentarse ante la justicia, pero no debe negársele el derecho al retorno a la Patria que lo vio nacer. Ello, sin embargo, lleva su tiempo. Ello ha de ser instrumentado caso por caso.

Los que odian a Cuba, como ya dije, odian cualquier acto legítimo que la misma haga y rebuzcan la brecha para atacarla, difamarla, fabricar supuestas trampas e incongruencias; dudar de su transparencia. Pruebas hay muchas de esta burda manipulación.  

Radio Martí, por citar un ejemplo, en muchos de sus artículos, entrevistas y comentarios, promueve las siguientes tendenciosas consideraciones: "En esta Ley el Diablo está en los incisos del artículo 23 incisos h.", "La modificación en sí es restrictiva.", "Favorece la arbitrariedad", "Demuestra que el filtro migratorio continuará" y es también vulgarmente calificada como "una treta"del gobierno cubano."

Otra parte han hecho también los miembros de la contrarrevolución y sus detractores de oficio, tanto dentro, como fuera de la Isla, lanzando cadenas de twets en la red social Twitter, en los que, en resumen, alientan a la diatriba, al cuestionamiento y a las dudas sobre el alcance de estas modificaciones. La razón es simple: no basta con sostener la guerra ideológica anticubana, sino también porque  ellos mismos son los afectados de la razonable exlusividad legitimada en ella: Cuba no permitira la libre entrada de sus enemigos jurados, ni le abrirá la puerta a terroristas comunes y a ciberterroristas. También cuidará su capital humano y encontrará respuestas adecuadas ante esta problemática. Eso está claro y no es negociable.

En Twitter, la dirección principal de los ataques no difiere de lo que ocurre en la blogósfera contrarrevolucionaria, en la prensa miamense  y en los grandes medios internacionales anticubanos.  En los twets más frecuentes de este enjambre malicioso predominan criterios, tales como: "Es el colmo del cinismo.", "Todo esto de los viajes es una farsa.", "Muy bueno lo de la eliminación de la carta de libertad de los esclavos cubanos.", "Sólo dejará viajar a los inútiles, los talentos son propiedad de Castro.", etc., etc.

El mismo comportamiento ha tenido en la plataforma social Facebook, manifestándose como un fenómeno de guerra mediática debidamente dirigida, orientada, financiada  y estructurada como matriz política.

Nuestros eternos detractores como la administración norteamericana de turno y  sus satélites de la UE, han mostrado diversas matrices de opinión. La aplauden con hipocresía y refunfuñan por ella. La propia Victoria Nuland, vocera del Departamento de Estado, dijo que el anuncio es bienvenido, "porque la libertad de movimiento está consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos". Hasta allí. Otros fomentan la idea de un caos migratorio provocado por una supuesta emigración de cubanos hacia Estados Unidos, lenta, pero perjudicial.

La administración de Obama está también ahora caminando en una cuerda floja. Deberá dar cumplimiento estricto a los acuerdos migratorios bilaterales y tener la disposición de dar respuesta a la avalancha de solicitudes que pueden tener lugar en la SINA. Aunque hipócritamente aplaude estos cambios, teme. La propia Roberta Jaconson, Secretaria de Estado Adjunta para América Latina, declaró: "EE.UU. evaluará si necesita aumentar su personal consular en La Habana, una vez que determine el efecto práctico de la reforma migratoria anunciada en Cuba".

Insisto, nuevamente, que la Reforma Migratoria no será estática ni separará a los cubanos de sus raíces. Sin embargo, especular es de tontos. Los recelos y la desconfianza, fomentados deliberadamente, nada aportan. La transparencia y la información a los cubanos están y estarán presentes en cada momento. Ahora solo queda esperar. No dejemos que la carreta camine delante de los bueyes.


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