El valor del silencio

 por dalia gonzález delgado

Callar —cuando no es por cobardía— revela prudencia y respeto. Hablar, debiendo callar, demuestra necedad. Es algo que deberían saber todos los políticos bien educados. 

Este martes, Victoria Nuland, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, afirmó en un comunicado que su país avanza en políticas migratorias "efectivas y humanas". 

Resultaría gracioso si no fuera por lo trágico del asunto. ¿Humanas como qué? ¿Como la Ley de Ajuste Cubano? ¿O como el muro fronterizo con México? 

"La misión migratoria de amplio alcance de Estados Unidos es proteger y asistir a aquellos que buscan asilo y a otros migrantes vulnerables", agregó. 

Cualquiera que no los conozca bien pensaría que reciben a todos con las puertas abiertas. Imagino que los cientos de miles de deportados cada año, muchos de ellos menores de edad, no clasifican como "vulnerables". 

El motivo de las declaraciones es que el 18 de diciembre se reconoce como Día Mundial del Migrante, fecha designada por la ONU para destacar el papel de los inmigrantes en la economía global. 

Estados Unidos desperdició una excelente oportunidad de guardar silencio sobre un tema que les pesa en la conciencia. 

Y es que en pocos asuntos son tan hipócritas como en el de la migración. Rechazan a los "extranjeros", pero los necesitan. La mayoría de los expertos está de acuerdo en que la economía estadounidense es más grande y crece más rápido como resultado del flujo de trabajadores indocumentados. La inmigración forma parte sustancial de su mitología nacional. Aun así, el gobierno de Washington no quiere pagar servicios médicos, educativos, laborales ni sociales a los inmigrantes. 

Obama llegó a la Casa Blanca con la promesa de una necesaria reforma migratoria que no acaba de concretarse. Muchos confían —no les queda otra—, en que tome alguna determinación durante su segundo mandato. El tema parece estar entre sus prioridades, pero mientras los cambios no lleguen, mientras sigan violando los derechos humanos de los migrantes, al menos el 18 de diciembre deberían guardar silencio.