sábado, febrero 23, 2013

Qué le importa a Cuba lo que piense Joe García

Yoani Sánchez en Brasil. De boca
cerrada no salen tonterías
Por Edmundo García
Tomado de Cambios en Cuba


El pasado martes 19 de febrero el congresista norteamericano Joe García,  recientemente electo por el Distrito 26 de la Florida, apareció en el programa A Mano Limpia del miamense Canal 41 tratando de justificar los dislates de la bloguera Yoani Sánchez en Brasil cuando osó referirse con desidia a Los Cinco luchadores antiterroristas cubanos prisioneros en los Estados Unidos. A propósito de sus desaciertos, el legislador trató de justificarla con la falacia de que el gobierno norteamericano no debía llegar a un trato con el gobierno cubano sobre el caso de Alan Gross porque entonces ningún norteamericano podría andar por el mundo sin el temor de ser secuestrado.

Joe García sabe muy bien, y si no lo sabe es su trabajo informarse, que miles de norteamericanos visitan Cuba cada año y ninguno ha sufrido siquiera un intento de secuestro. En la Cuba revolucionaria no existe ni existirá el secuestro. Es inexplicable que una persona mínimamente inteligente tenga que recurrir a la mentira para complacer a los mismos que lo crucifican cada día, criticándolo lo mismo por el tipo de política que promueve que por el tipo de peinado que usa.


A Joe le consta que Los Cinco vinieron al sur de la Florida para prevenir ataques terroristas fraguados en organizaciones de la extrema derecha de Miami, precisamente porque quienes debieron vigilar y abortar esas operaciones no lo estaban haciendo. Los Cinco llegaron a Miami justamente en la época en que Jorge Mas Canosa, creador de la Fundación Nacional Cubano Americana y tutor político de Joe García, financiaba el terrorismo contra Cuba. Como lo hacía también Pepe Hernández, Director de la susodicha Fundación, amigo personal del representante que elogió por lo alto su elección. Estoy seguro que el congresista recuerda que miembros de la Fundación celebraron con una fiesta la injusta condena dictada contra Los Cinco, después que hicieron una intensa campaña propagandística y una gran presión para que no se cambiara la sede del juicio. Menos aún se le puede olvidar que la Fundación Nacional Cubano Americana, a la que él pertenecía, pagó una página completa en el Miami Herald donde se mentía abiertamente diciendo que las explosiones terrorista ocurridas en La Habana eran parte de una sublevación de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.

Volviendo a Alan Gross, Joe García debe estar informado que el propio subcontratista aceptó en el juicio su responsabilidad en la introducción de tecnología sofisticada en Cuba con el fin de promover un cambio de gobierno y no, como siguen diciendo algunos, para ayudar a conectarse a internet a la comunidad judía cubana que realmente no lo necesita porque recibe ayuda suficiente, legalizada, de organizaciones y judíos de varias partes del mundo. Todo esto lo ha reconocido también Judy Gross, esposa del subcontratista, quien por demás ha demandado a la DAI, la empresa que contrató a Alan Gross para que introdujera esa tecnología en Cuba y por lo que iba a cobrar, si las cosas se le hubieran dado como quería, una suma de aproximadamente 590,608 dólares.

No obstante y para mi sorpresa, el miércoles 20, horas después de haber disparatado en el Canal 41, el mismo Joe García dijo en la cadena UNIVISION, en la edición nacional del Noticiero de las 11.00 de la noche en reportaje de la periodista Lourdes del Río, precisamente luego de que Ileana Ros-Lehtinen se manifiesta en contra de un acuerdo entre Cuba y Estados Unidos sobre Los Cinco y Alan Gross, lo contrario de lo que le había dicho al Canal 41. Lo resumo en esta breve frase: “Estoy de acuerdo con la libertad de cualquier norteamericano en el mundo, por cualquier vía que sea”. Creo que así está mejor: algo, es algo.

El congresista García no puede salvar a Yoani Sánchez de sus desatinos. Solo puede salvarse ella misma si deja de mentir. No hay ninguna ironía en pedir la libertad de Los Cinco luchadores antiterroristas cubanos porque son inocentes. Yoani Sánchez debe pensar que en el mismo lugar donde se encontraba el joven Fabio di Celmo, muerto por un explosivo mandado a poner por Luis Posada Carriles, pudo encontrarse su hijo. No hay ironía ni hay principios políticos en Yoani Sánchez; ni solidez ideológica y aunque no quisiera ser hiriente tengo que decirlo: no hay tampoco inteligencia. Yoani no ha enseñado profundidad, ni seriedad, ni habilidad a la hora de contestar, ni fluidez de palabras, ni siquiera simpatía. Imagino lo que deben estar pensando quienes la fabricaron; supongo la frustración que les causa haber hecho una inversión tan cara por nada. Es como haber comprado un yate muy bonito en el almacén del astillero y luego contemplar cómo se hunde cuando lo tiran al agua.

Dicen que Yoani Sánchez hará una visita a Miami en abril donde el Miami Dade College le pondrá una Medalla Presidencial; también tendrá la oportunidad de recibir en sus propias manos la medalla “Héroes de la Libertad” que le otorgó el 21 de noviembre de 2009 el Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), una de las organizaciones más recalcitrantes de Miami. Según dicen también, al paso que va, se ganará el título de “Chapitas” en honor a todos los trujillistas que como Roberto Martín Pérez forman parte del CLC. Pero realmente qué importan tantas condecoraciones, a quién le importa en Cuba los títulos que gane Yoani Sánchez, a quién le importa en Cuba lo que pueda pensar el congresista norteamericano Joe García.

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