Con gran sorpresa recibí en mi muro de Facebook este texto acompañado de varias imágenes en las que se comparte el amor, la idolatría y el cariño eterno entre madre e hija. Hoy, al felicitarla en la mañana vía telefónica, le solicité su autorización para que sea este, nuestro homenaje a las madres de todo el mundo, salido del amor sublime entre personas que se adoran y cómo siempre sucede, en un abrir y cerrar de ojos: Crecieron. Los dejo con la colega Katia Álvarez Rosell...
Nueve
Lunas…Nueve Soles te llevé en mi vientre, te acuné en mi panza No importa lo
que eres o no eres, te pensé, dibujé y formé cada hebra de ti.
Amo entonces
tu mirada, tu ingenuidad, tu sonrisa…
Amo tu dulce
tocar y sentimentalismo extremo…
Amo aún tu
primer trazo o dibujo, tu primera canción….
Amo los
garabatos en la pared y hasta el maquillaje mal gastado frente al espejo.
Amo escuchar
cuando dices mamíta!!!!…y sé que algo quieres quitarme…
Amo tu
delgadez, el color de tu piel, tus ojos en expresión, tus pies, tus manos.
Te amo
risueña, brava y roñosa…aunque te sientas hermosa o fea.
Amo velar
tus sueños…tu andar porque voy contigo, tu llanto porque soy alivio. y abrazos.
Déjame, al
menos, presentir que serán tuyos mis pasos, imaginar que serás tú quien llegue
corriendo a devolverme tantos besos….
Es que pasó
la vida y de niña que ayer fueras, hoy eres mi amiga, mi consuelo, mi guía.
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