Por Esmeralda Cardoso Villasuso
Fotos: Gerardo Mayet Cruz
Tomado de Victoria Digital
¡En La Mecánica se amaneció este sábado y de qué manera! La algarabía del pueblo recibió al esperado dúo Chacal y Yakarta, quienes a golpe de reguetón cambiaron la cotidianidad del verano en la Isla de la Juventud en su aniversario 35 de proclamación.
La efervescencia se hizo evidente cuando a las dos de la madrugada Habana Show anunció el grupo artístico que visitó por primera vez el Municipio. Estos sorprendieron a los presentes minutos después vestidos de blanco y con la jerga del género musical.
Los temas Cuéntale de mí, Mátame, Hilo dental, Raca Raca y otros románticos como No te vayas y Diciembre fueron tarareados con entusiasmo por el público.
Sin obviar una sola letra, los amantes del reguetón movieron la cintura de un lado a otro y hasta abajo. “Realmente fue un gran concierto y de los buenos”, comentó el adoslecente Yandi Vega, mientras que Yarelis Álvarez, estudiante universitaria, alegó: “ ¡Waoo!, esto es impresionante, soy fan del grupo”.
Aunque muchos compartan estas ideas, y hayan disfrutado al máximo de la preferencia musical, es importante meditar hasta qué punto este tipo de género cultiva la cultura del ser, ¿hemos adaptado al público a consumir este tipo de género?
Estas interrogantes van hasta el escenario, cuando Yakarta a viva voz exclamó: “A pesar de lo que digan, queremos trasmitir mensajes positivos. Nosotros somos los muertos vivientes, con los problemas que hemos confrontados nos mantenemos firme y en Cuba”.
Los comentarios atiborrarían estas líneas. Solo cito la usual frase del periodista Reinaldo Taladrid: “Saque usted sus propias conclusiones”. Pero antes es preciso alegar que la expresión del reguetonero la anoté con rapidez para que después ampliara esas declaraciones.
Para mi sorpresa al concluir el espectáculo el dúo no tuvo la gentileza de dialogar con la prensa local acerca de su reaparición pública después de su salida repentina de la lista de éxitos de Lucas y de los medios de comunicación, así como referirse a las impresiones del concierto.
Espero que algún día en declaraciones a la prensa nacional se refieran a estas incógnitas que muchos jóvenes cuestionan, y a la cálida acogida que el pueblo pinero les brindó en su corta estancia. Aunque es válido reconocer que al final del espectáculo dieron gracias al Gobierno y a las entidades del territorio por el apoyo a la realización del show artístico.
Es meritorio reconocer las gestiones de las instituciones locales por hacer del verano una etapa que unifique gustos y preferencias del pueblo pinero.
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