Soñar al Camagüey en su V Centenario

Donde no pasa el tiempo: Camagüey

 

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Por Sergio Rivero Carrasco:

Pareciera que siempre tengo un encanto especial al oir a la periodista camagüeyana Luisa Fernanda en el pase a la Revista Buenos Días, con la pasión y amor conque ella dice "Mi Camagüey". Por estos días esa frase se ha hecho popular porque en cada reportaje se siente el espíritu de un pueblo que no deja pasar el tiempo de estos 500 años de vida de la ciudad que se yergue con la fescura y lozanía de una muchacha quinceañera que antaños se contoneaba por los adoquines de las calles esperando el ruído del coche que conducía a su amado para la cita.

Esas escenas de amor escondido, de amigos que conspiraban contra el dominio español, los que en la manigua seguían el llamado del machete en alto del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynáz llamando al combate contra las huestes españolas. Agramonte fue uno de los caudillos de la guerra de independencia cubana, quien junto a su amada Amalia Simoni protagonizaron una legendaria y hermosa historia de amor que hasta hoy perdura como ejemplo de fidelidad y eterno amor. Su casa es uno de los encantadores sitios de visita en el centro histórico.


Pero es que ese Camauey soñado con la belleza que exibe hoy tuvo comonombre de pila fue Santa María del Puerto del Príncipe y la ciudad Capital o centro Puerto Príncipe. Esta es la capital de la provincia homónima, situada en el límite entre las regiones central y oriental de la isla.Según estimados del año 2000, su población era de aproximadamente 306.049 habitantes.

Su fundación data del 1514, por el gobernador español Diego Velázquez, en la costa norte del territorio, junto a la Bahía de Nuevitas. Años más tarde tuvo que ser reubicada hacia el centro de la provincia, debido a la piratería y es el lugar que exibe hoy esa hermosa ciudad.

Las personas vale4n lo que son capaces de trascender y esta tierra fértil trajo muchos frutos que engrandecieron la Cultura local y nacional como  la poetiza Gertrudis Gómez de Avellaneda, el Poeta Nacional Nicolás Guillén y el científico Carlos Juan Finlay; descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla. Un lugar especial merece el Mayor General Ignacio Agramonte y Loynáz. También Camagüey es la tierra de la ganadería, que fue la primera actividad económica florecida, la de la cerveza Tínima que cubanos y foráneos degustan con placer, la tierra de las mujeres más hermosas y la floresta multicolor que llena los patios con sus identitarios tinajones para completar el armónico conjunto que es abrazado por su gente, día tras día para hacerla brillar.

Su reconstrucción en este cumpleaños 500 es el resultado de una voluntad política de la nación, de la contribución de sus hijos y de la historia y cultura que atesora esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.