Rosa Maria Paya y Ofelia Acevedo, durante la rueda de prensa. Foto AFP |
Por Gustavo de la Torre Morales
Las
muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero, ocasionadas en el accidente
provocado por Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del
Partido Popular, en una visita supuestamente de carácter turística a
Cuba, ha sido alimento para la disidencia interna cubana en su campaña
contra el gobierno cubano.
Ni tan siquiera se ha tenido respeto por parte de la propia familia; ya que la mujer de Oswaldo payá, Ofelia
Acevedo Maura, y la hija, Rosa María Payá Acevedo, quieren levantar
polvareda en un campo de nubes, aprovechando la muerte del familiar y
así seguir cobrando la nómina del fallecido y todos los "tributos" que
le llegaban a éste por vía de la SINA. Por eso, ellas están pujando por
abrir una "investigación" contra las autoridades cubanas, alegando que
las muertes fueron causadas a persecusiones hollywoodenses al estilo
"Fast and Furious".
Aprovechando
el beneficioso viaje que se le proporcionó a Rosa María Payá, a costa
de los impuestos cobrados a contribuyentes norteamericanos y europeos, y
apoyados por miembros de la recalcitrante ultraderecha española,
los familiares de los fallecidos fueron animados a recurrir el caso
ante la Justicia española para que ordene la apertura de una
investigación sobre
la muerte de su padre y del también opositor Harold Cepero.
En
septiembre pasado, el juez Eloy Velasco rechazó la querella impuesta
por Rosa María (hija de Payá) para "esclarecer" los hechos ocurridos en
bayamo, Cuba, en junio de 2012, el cual ella califica el accidente como
un "asesinato político". La acción penal estaba dirigida contra los
miembros del Ministerio del Interior, el
Teniente Coronel Águilas,
jefe de Instrucción de Delitos de la Seguridad del Estado cubana, y el
Coronel Llanes. Pero para darle mayor dramatismo al deseado show
mediático, también aludieron que se ampliara contra todo aquel que la
Audiencia Nacional considerase implicado.
Claro,
mientras más personal del MININT acusado, más resonancia encontrará la
prensa sensacionalista para su labor de propaganda anticubana.
Sin
embargo, nuevamente, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional ha confirmado la sentencia del juez instructor, Eloy
Velasco, de no realizar investigación alguna, ya que el relato contenido
en la denuncia presentada "ni resulta en sí mismo verosímil ni viene
acompañado de elementos que le doten del grado de credibilidad
suficiente para poder confrontarse con un mínimo de éxito". Los
magistrados Concepción Espejel, Ángel Hurtado y José Ricardo de Prada,
igualmente encuentran la incompetencia de la Audiencia Nacional para
llevar a cabo procesos sobre hechos ocurridos en la lejanía.
Además,
se expone que dicha sentencia se basa en la carencia de, al menos,
algún elemento
que "permita cuestionar fundadamente, ni en el plano formal ni en el
material, el relato fáctico" expuesto en la sentencia y, por lógica, no
les corresponden a los tribunales españoles "la revisión de lo
establecido en sentencia
firme por el tribunal cubano".
Esto
demuestra, primero, lo impecable del proceso judicial en Cuba y,
segundo, de que toda esta bulla y parafernalia no tiene sostén y es pura
propaganda contra la Revolución.
Aunque
ya recibieron un amago "solidario" por parte de dirigentes del Partido
Popular, también esperan una acción concreta por parte del gobierno
español. De igual forma, aspira a tener un visto bueno en la Comisión de
Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, para que a través de ésta se
promueva una investigación sobre el caso por parte de la ONU.
A
pesar de que el juicio realizado en Cuba contra Ángel Carromero fue
tachado de impecable por parte de la embajada de España en La Habana,
hay que seguir armando comparsas; porque de lo contrario, sin show ni
sensacionalismos propagandisticos anticubanos, se acabarán los
viajecitos y los financiamiento para vivir del cuento.
¡Vaya batacazo!
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