Por Sergio Rivero Carrasco
“Cuando
venía en el katamarán para la Isla sentí una sabrosa y extraña alucinación que
me llevaba hasta las entrañas de mi madre. Esa sensación nunca la había
experimentado, y no estaba errado. En realidad me adentraba en su matriz para
volver a renacer, porque esta ínsula, mi Isla, fue la que me engendró e hizo
crecer como artista”. Fueron esas las expresiones del cantautor Alberto
Tosca en sus declaraciones a la prensa.
En realidad los que tuvimos la suerte de estar bien cerca de
este artista de la vida, el pensamiento, el placer espiritual y el corazón
henchido de amor por el prójimo, sentimos una inmensa sensación de felicidad al
poder compartir junto a él por estos días en la III Jornada Cultural “Pineros de
corazón”, auspiciado por la sede territorial de la UNEC en la Isla de la
Juventud y el proyecto Isla Sexta.
Fue ayer un día iluminado por la existencia, desde la
conferencia matinal colmada de niños y adolescentes estudiantes de música junto
al público general, pudimos
transportarnos en el tiempo a los finales de los 70 e inicio de los 80 cuando
Tosca deambulaba por las calles guitarra en mano regalando su arte y calmando
el espíritu, aunque el suyo estuviera convulso.
Pero la noche guardó el mejor momento. Un concierto bien
pensado aderezado por sus “Pineras “, abrazadas con versos dedicados a esta
Isla, enaltecieron a los asistentes con la interpretación de Paria, Mi barquilla, los versos Islas e Islitas,
y el memorable Sembrando para ti,
entre otras composiciones dedicadas a su esposa Laude, quien a decir del artista: “Colma
su vida y la enriquece con el espíritu y los ancestros”.
Un Sembrabdo para ti,
concebido en este terruño, acompañado por la excelente interpretación de la orquesta Revelación, quienes pusieron
de pie a los amigos reunidos allí.
Ciertamente Tosca emprendió su viaje a la matriz, a su Isla,
para renacer en este pueblo que lo vio erguirse
a la altura de las palmas con su guitarra de rellollo trovador, dedicándole lo
más preciado: su talento y su amor.
Comparto con ustedes un mensaje leído por él durante el
concierto.
EL ARRIBO A LAS ISLAS
…Y quiero que me perdonen
por este día, los muertos
de mi felicidad…”
Silvio Rodríguez
por este día, los muertos
de mi felicidad…”
Silvio Rodríguez
Quiero dedicar mi presencia aquí en la tres espíritus de luz, a tres
hermanos espirituales y difuntos, que combustionaron mi existencia desde que
aterricé en esta ínsula, para mi sagrada: Paquito Mir, hermano y maestro de
poesía; Milagros González, progenitora de mi discurso poético y bregar
literario desde la sala de su casa, hasta las lecturas, talleres y descargas
más insospechadas; y Monchy Font, sobrio intelectual refinado, socio, cúmbila
del Hurón y el alcohol improvisado con Navarro, el ángel guardián y divertido
de Pablo y Silvio.
De esa mezcla explosiva de estos tres, cuya presencia mística presencio,
se armó la dedicada madeja estampada en mis vísceras, desde lo pinero, con
ribetes de gallardía, masculinidad y preciosismo en mis manos de artesano de
las letras y las artes acá en la Isla, en un período corto de tres años –de
1979 a 1981–, marcando de forma definitiva mi expresión y mi vida.
Pedro Fariñas, “El Gordo Fariñas”, quien me hubo de acompañar desde
mucho antes, en los oscuros días de mi cumplimiento del Servicio Militar desde
1975 hasta 1978, vertió sobre mi esa enorme ternura junto a Prats, Tony, Juan
Maso, Mario Walpole, –aquel ángel maravilloso, controvertido y solitario
Genio–, bajo cuya tutela agradezco la
integración con Xiomara, Donato y Santy, constituyendo lo que se dio en llamar la segunda generación de la Nueva Trova
o “Novísima trova”, neologismo
odioso para los nos antecedían desde una generación intermedia, conformada por Virulo,
Alfredo Carol, Angelito Quintero, Miriam Ramos, Martha Campos y otros.
Generaríamos entonces una literatura cancionística colmada de esplendor y
gracia, pero en mi caso fue aquí en la Isla donde todo eso cristalizaría.
En el año 1978 compuse “Paria”,
atestada de imágenes, símiles, metáforas, para desmitificar mensajes ocultos de
mi propia vida de pasado adolescente. Esta canción llegó al público cubano,
pero fue en la Isla donde nació “Sembrando
para ti”, mi más clara y sencilla pieza convocara a más de 20 intérpretes
internacionales para versionarla. Fue esa realidad la que me hizo descubrir los
orígenes de las cosas y el tiempo.
Hoy vengo desde el sitio donde la casualidad providencial me puso en lo
alto de las pirámides aztecas a observar y transformar nuevamente la cultura de
mi Isla. Vengo buscando los orígenes para reanudar la concreción de mis sueños
y entregarlos definitivamente a todos ustedes, callado y ya no solo.
Muchas Gracias.
Alberto
Tosca
Nueva Gerona, 7 de noviembre de 2014
MUESTRA GRÁFICA
MUESTRA GRÁFICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario