Por Sergio Rivero Carrasco
Foto: Archivo personal
Foto: Archivo personal
El cinco de
diciembre fue decretado para celebrar en Cuba el Día del Constructor desde que
en el año 1972, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el III Congreso de
los Constructores lo propuso como digno homenaje al compañero Armando Mestre
Martínez, Asaltante del cuartel Moncada, expedicionario del Yate Granma y
mártir del sector constructivo.
Mestre murió
en el combate de Alegría de Pío, el que
dio el bautismo de fuego del Ejército Rebelde después del Desembarco del yate
Granma por la playa Las Coloradas. Aunque pudo conocerse posteriormente que
Mestre no cayó precisamente el día 5 en "Alegría de Pío" sino que fue
asesinado el día 6, se continuó celebrando ese día el homenaje a los
constructores.
El Ejército de los Cascos Blancos, como fue nombrado por
el pueblo, tiene en su haber una constelación de edificaciones sociales, industriales,
científicas, educacionales y de Salud, entre otro, que han hecho posible el
avance indetenible de la Revolución hasta en los rincones más apartados del
archipiélago.
El Programa de Desarrollo Integral de la Isla de la
Juventud, proyectado inicialmente hasta el año 2020, no sería posible sin la
labor consagrada, imprescindible de los
constructores, quienes tienen la responsabilidad de emprender su encomiable
labor para llevar a vías de hecho el ambicioso programa inversionista en
diferentes sectores de la Economía y la sociedad como la reparación capital del
hospital Héroes del Baire, los sistemas de riego, la conversión de escuelas en
viviendas y el cumplimiento del Plan de viviendas del año 2014, la construcción
del Boulevar de Nueva Gerona, la Planta de Biomasa forestal, los centros de
producción de fertilizantes naturales, entre otros.
Reciban este día del Constructor el homenaje y el
reconocimiento del pueblo que los admira y acompaña.
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