miércoles, diciembre 02, 2015

Sospechosa solidaridad


Tomado de Granma Digital
  • La compleja situación de varios miles de cubanos en Centroamérica está siendo manipulada  por los mismos de siempre con claros intereses políticos de fondo.
    Los mismos que viraron la cara durante décadas mientras sucesivas administraciones estadounidenses intentaban doblegar la Re­volución por hambre y desesperación; los que el 17 de diciembre pasado se opusieron al reconocimiento de que esa política fracasó y era hora de intentar algo nuevo, parecen haber recobrado de pronto sus “valores humanistas”.

    La compleja situación que atraviesan varios miles de ciudadanos cubanos en Centroamérica, motivada por la selectiva política mi­gratoria que mantiene en pie los Estados Unidos hacia la Isla, resulta un imán para quienes buscan capitalizar el sufrimiento ajeno, bajo un supuesto manto de “solidaridad” y “altruismo”.


    Ese es el caso de la Fundación Na­cional Cubano Americana (FN­CA), que lleva varios años ma­quinando en las sombras y está cada vez más alejada de una comunidad que aprueba mayoritariamente el restablecimiento de relaciones en­tre La Habana y Wa­shington.

    Esta organización ha financiado ataques terroristas contra Cuba y fue una de las principales promotoras de las acciones agresivas de la Casa Blanca hacia nuestro país, incluida la política de pies secos-pies mojados de 1995 y la Ley Helms Burton, que dejó codificado en 1996 todo el andamiaje del bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto a co­mienzos de la década del 60 del siglo pasado y que aún se mantiene en vigor.

    Más que preocupación por los cubanos que están en Costa Rica, la FNCA anda en busca de un gol­pe en el pecho que la saque del paro cardiopulmonar que vive ha­ce varios años.
    También algunos residentes en la Isla que lucran con el negocio de vender la Patria a destajo, han ido a Costa Rica a pescar en río re­vuelto.

    Su objetivo no es otro que intentar manipular a su favor un asunto que tiene claras raíces económicas, pero que se ha agravado por la permanencia de políticas como la de “Pies Secos-Pies Mo­jados, el Programa de Parole pa­ra Pro­­fe­sionales Médicos Cu­ba­nos y la Ley de Ajuste Cubano, que estimulan la emigración ilegal, insegura y desordenada con el fin de desestabilizar la Isla.

    A diferencia de las personas que llevan en Costa Rica más de dos semanas, ellos saldrían perdiendo con una solución rápida y adecuada, pues la obtención de nuevos réditos depende de la perpetuación del conflicto. De ahí que se hayan alineado con los grupos más radicales con el objetivo de llevar a cabo provocaciones.

    Hasta la música, una de las artes más antiguas del hombre, ha caído en la trampa de la manipulación política contra Cuba.

    Por la zona fronteriza de Peñas Blancas también ha desfilado la televisión anticubana de Miami, dejando una estela de cursilerías y falso sentimentalismo.

    Uno de los presentadores estrellas de Univisión, de origen cubano, llegó a mentir públicamente sobre la supuesta llegada de un barco para transportar a todos los que permanecían en Costa Rica, y por tal motivo fue requerido por las autoridades del país centroamericano, según narró la prensa local. Hasta el día de hoy no se ha escuchado una disculpa de su boca.

    Incluso la Asociación de Cu­banos Residentes en Ecuador, que emitió un comunicado en solidaridad con sus compatriotas, ha sufrido ataques y amenazas de una ultraderecha reciclada que cada día pierde más argumentos.

    La solidaridad es una de las características de los cubanos, don­de quiera que se encuentren, pero cuando viene empaquetada con tantos intereses mezquinos, resulta cuando menos “sospechosa”.

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