viernes, julio 26, 2019

Tres momentos para un 26


Por Sergio Isidro Rivero Carrasco

PRIMER MOMENTO: “Jóvenes pineros demostraron la llama independentista”

Corrían los últimos años del Siglo XIX cubano matizados por las ideas independentistas que desde el 10 de octubre de 1868, estimulaban a los sectores más jóvenes de la sociedad que enaltecían las ideas antiesclavistas e independentistas de la metrópolis española, las más avanzadas de la época. La otrora  Isla de Pinos no se quedaba detrás y hasta aquí llegaron esos ideales involucrando a un grupo de jóvenes independentistas y deportados, se propusieron derrocar al Gobernador Militar José Berriz y obligarlo a deponer las armas; para el alzamiento se escogió a la ciudad de Nueva Gerona y el día 26 de julio de 1896, porque los pineros también celebraban las festividades por la Santa Ana, hasta altas horas de la noche, lo que permitía no causar sospechas por el trasiego de hombres e incluso de caballos.
 
El plan elaborado tenía como propósito de obligar al Gobernador Militar a deponer las armas y capitular, ocupar el Cuartel de Caballería, distribuir las armas entre los complotados, así como capturar la cañonera que se encontraba en el muelle y con ella dirigirse a Pinar del Río para unirse a los mambises independentistas.

El secuestro se realizaría en la propia casa de la patriota Evangelina Cossio al cumplirse una supuesta cita con Berriz, pero  este, al ver las armas y los hombres de Emilio Vargas, quienes le ordenaban que firmara el documento de rendición de la plaza; de inmediato se abrazó a la joven cubana, dando gritos de forma tal, que los soldados que se encontraban fuera de la vivienda lo oyeron y derribaron la puerta de la misma, iniciándose un intenso tiroteo que obligó a los patriotas a retirarse a caballo. 

En el momento que Emilio Vargas intentaba escapar fue herido, después capturado y más tarde fusilado en el cementerio de Nueva Gerona.  El Patriota Bruno Hernández Blanco, quien estuvo al frente de la caballería mambisa, procedente de Santa Fe, logró entrar en Nueva Gerona por el puente del río Las Casas, para dirigirse por la calle del Río hasta la calle San Clemente (hoy calle 26), donde se encontraba reunido otro grupo de patriotas, para incorporarse a la tropa. 

A la llegada de la avanzada mambisa se produce una descarga cerrada de fusilería, el joven jefe Bruno Hernández Blanco, fue el primero y único en caer mortalmente herido en el combate, por lo que se convirtió en el primer hombre de esta tierra que entregaba su vida por la independencia de Cuba.

Los acontecimientos del 26 de julio pinero llegaron a tener alcance nacional e internacional en la figura de Evangelina Cossio, demostraron la valía de esos intrépidos jóvenes, algunos con solo 16 años como Juan Francisco Pantoja González, y que las tradiciones patrióticas de la nación tuvieron una respuesta en los sentimientos independentistas del pueblo pinero. Ellos se convirtieron en un valioso paradigma de lucha y creación para las actuales generaciones.

SEGUNDO MOMENTO: “No dejaron morir al Apóstol en el año de su centenario”

No fue diferente el también 26 de Julio de 1953, cuando un grupo de aguerridos muchachos, liderados por Fidel Castro, también protagonizaron un hecho sin precedentes en la Historia de Cuba, al Asaltar el Cuartel Moncada de Santiago de Cuba y el Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, aprovechando también la fiesta de la noche de la Santa Ana. Ellos se propusieron no dejar morir al Apóstol en el año del centenario de su natalicio y propiciar la toma del poder político para expulsar al tirano Fulgencio Batista. 

Estos noveles combatientes procedían de las capas más humildes de la sociedad cubana de entonces: Trabajadores, estudiantes, obreros, en su mayoría víctimas y cansados de los continuos abusos de los gobiernos que Cuba había tenido desde 1902.

Ante la realidad del inmovilismo político reinante en los años 50 del pasado siglo en nuestro país, Fidel comenzó a reunir a jóvenes que estaban dispuestos a reivindicar las ideas de José Martí. Se afirma que ya para principios de 1953 el movimiento contaba con el reclutamiento de alrededor de 1 200 jóvenes. Todos entrenados bajo las propias narices del dictador Fulgencio Batista.  
 La importancia de este gran acontecimiento no solo radica en el hecho de que marcó el inicio de una nueva etapa de lucha armada contra los gobiernos corruptos y manipulados desde la Casa Blanca, sino que demostró la existencia de una generación dispuesta a todo por alcanzar los ideales de Martí, Mella, Villena y los generales de la guerra del 68 y del 95.
El alegato de auto-defensa del líder Fidel Castro, conocido como “La Historia me absolverá”, se convirtió de hecho por su denuncia y proyección programática, en el camino que debía cumplir la Revolución en el poder.

Cada año en esa fecha el pueblo pinero reunido en la intersección de las calles 26 y 39, lugar donde cayó Bruno Hernández, rinde homenaje  de recordación y tributo al primer mártir de esta Isla a la lucha por la independencia de Cuba, con una peregrinación hasta el obelisco erigido a la entrada del cementerio de Nueva Gerona, con lo cual demuestran que la llama encendida aquí en esa histórica gesta por los jóvenes continúa encendida

TERCER MOMENTO: “El Sí se puede cumple 25 años”
 
Pero la historia nos demuestra que el 26 de julio está marcado para quedar perpetuado en todos los tiempos. Fue en 1994 cuando la Isla celebró su acto nacional dedicado en esa ocasión a los jóvenes caracterizado por los grandes esfuerzos que hacía el país para paliar las adversidades de aquellos duros años del período especial. 

Fue entonces cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz lanzó la consigna de “¡Sí se puede!”, que en esta celebración cumple 25 años y aún hoy nos sigue llamando a lograr las metas más difíciles como nos enseñó Fidel y continuará acompañándonos para enfrentar los difíciles y a la vez heroicos nuevos tiempos, porque como expresó el General de Ejército en aquella ocasión: “Allí donde este objetivo se enfrenta con decisión e iniciativa, allí donde los cuadros saben impregnar en todo el pueblo la convicción de que SÍ SE PUEDE, se avanza en el mejoramiento de la situación alimentaria, paso a paso, pero firmemente, consolidando lo logrado y manteniendo el rumbo…”.


“La permanente enseñanza de Fidel  es que sí se puede, que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones si no desfallece su voluntad de vencer, hace una evaluación correcta de cada situación y no renuncia a sus justos y nobles principios”

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