
Plaza de la Revolución durante la Misa de Benedicto XVI. Foto: Ismael Francisco
Tratando de justificar ante sus empleadores su fracaso en dañar la visita papal, algunos de los presentes en el encuentro de este sábado alegaron ante Monserrate su supuesta detención por algunas horas. Sin embargo, ninguno de los “luchadores por los Derechos Humanos” allí presentes se percató de que hacían eso ante el representante del gobierno que administra en el territorio cubano de Guantánamo la prisión donde hace más de diez años -equivalentes a casi cien mil horas- permanecen, sometidos a tratos degradantes y torturas, 171 detenidos sin cargos ni juicio.