Desde cada rinconcito en que nos encontremos, estamos llamados a aportar nuestro granito de voluntad para cuidar y proteger el medio ambiente, luchar por un mundo en que la salud ambiental aporte a sus hijos la mayor fortaleza y hacer que los Estados tracen políticas acertadas y carentes de intereses económicos para el beneficiario común: EL PLANETA.
Mucho se ha hablado acerca del peligro que corre la tierra hoy por los maltratos recibidos principalmente por el hombre, lo cual se revierte en una existencia humana cada vez más limitada y en condiciones adversas por el cambio climático acelerado provocado por el calentamiento global y la emisión desmedida de gases tóxicos a la atmósfera.
Todos coinciden que el efecto invernadero de hecho es un fenómeno natural que tiene como función permitir la vida en la tierra porque los gases que se encuentran en la atmósfera atrapan una parte del calor emitido por el sol, regulando que la temperatura media global se mantenga en 15 º C y no en 18 º C.
Hace más de 20 años que los científicos han alertado que la tierra se calienta a ritmo acelerado con variaciones de clima muy fuertes. El problema del cambio climático tiene su origen en que lo sucedido en esas dos décadas puede llegar a ser incontrolable si no se adoptan medidas urgentes por las potencias industrializadas con la emisión de gases tóxicos, sobre todo el dióxido de carbono (Co2) como resultado de la quema desmedida de los combustibles fósiles –gas, petróleo, carbón–, utilizados en la producción de energía y en el transporte.
Además de los gases ya mencionados también tienen gran incidencia el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), clorofluorocarburos (CFC) y compuestos perfluorados.
Recientes informaciones revelan que las concentraciones de CO2, en 2009 son de 386 ppm, excediendo sustancialmente a las existentes en los últimos 650.000 años debido, en lo fundamental, a la quema de combustibles fósiles, y en menor medida al uso de la tierra.
Partiendo del principio de que todo lo anteriormente expuesto está relacionado con el incremento del cambio climático, los Estados están llamados a reducir las emisiones de gases tóxicos y para ello se necesita cambiar también el modelo de consumo energético procedente de combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo a partir de las fuentes renovables como la eólica y la solar, en una apuesta urgente hacia un modelo de desarrollo sostenible basado en la eficiencia y en la equidad.
El desafío que representa para la humanidad el cambio climático podrá convertirse en una fortaleza y oportunidad única para emprender un verdadero desarrollo sostenible, ya que las medidas de ahorro y la eficiencia, unidas al uso de energías renovables, estimularán el desarrollo autóctono a la vez que disminuyan la dependencia del exterior. El avance dependerá de las propias fuerzas de cada país.
Nuestro país ha sufrido durante los últimos años los efectos
de estos fenómenos con las grandes sequías que han
provocado grandes pérdidas en la agricultura, afectaciones al manto freático, la fiereza creciente de los huracanes teniendo como máximo exponente al Gustav que arrasó con la Isla de la Juventud y causó grandes daños a la provincia Pinar del Río. Los huracanes (IKE, Gustav, Paloma) que azotaron al país en 2008, provocaron pérdidas por 100 000 millones de dólares.
El camino hacia la Cumbre a celebrarse en diciembre ha estado cargado de contradiciones. El director de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, Orlando Rey Santos, afirma que “no parece posible llegar a un acuerdo sustancial”.
Afirma Santos que en Bangkok , donde se reunieron expertos de 179 países “las expectativas de la reunión no se cumplieron”, para quien la cita en la capital tailandesa probó que va a ser muy difícil alcanzar un acuerdo sustantivo en Copenhague.
“Las dificultades no son sólo por la falta de compromiso por parte de los países industrializados,–precisa el funcionario–, sino por el intento de derivar la responsabilidad del problema hacia las naciones en desarrollo”.
En la Reflexión publicada por Fidel “El Alba y Copenhague”, expresó : “Inundaciones, sequías y olas de calor letales son algunas de las consecuencias “catastróficas”, afirmó por su parte el grupo ecológico Fondo Mundial para la Naturaleza , refiriéndose a lo señalado por Brown. “El cambio climático quedará fuera de control en los próximos 5 a 10 años si no se recortan drásticamente las emisiones de CO2. No habrá un plan B si fracasa Copenhague.
Atendiendo a esta urgencia, el Comandante en Jefe distingue cómo participarán los países del ALBA en ese cardinal foro decisorio para el futuro de la humanidad: “Allí estará el pequeño grupo de países del ALBA. Ya no es cuestión de “Patria o Muerte”; realmente y sin exageración, es una cuestión de “Vida o Muerte” para la especie humana.
“El sistema capitalista no solo nos oprime y saquea. Los países industrializados más ricos desean imponer al resto del mundo el peso principal de la lucha contra el cambio climático. ¿A quién van a engañar con eso? En Copenhague, el ALBA y los países del Tercer Mundo estarán luchando por la supervivencia de la especie.”
Este movimiento universal a favor de la vida no podrá detenerse hasta lograr que cada habitante aporte su granito de voluntad para sanear el planeta.