jueves, julio 09, 2009

Zelaya sigue plantado y el gorilotte se retira



Las agencias cablegráficas dan fe de que Zelaya continúa plantado, firme, defendiendo los intereses por los que el pueblo sigue luchando en las calles, mientras que el gorilotti de facto hondureño no accede en nada en las mediaciones y se retira dando un portazo, lo que puede ser considerado como un desprecio a las conversaciones.

No es posible lo que sucede con el soquete de Micheletti, quien abandonó las conversaciones de mediación que se realizaban por parte del presidente costarricense Oscar Arias, y “deja a su representación allí para continuar las conversaciones”, además precisó según EFE y AP que “no cede en nada y adelantarán los próximos comicios para el 29 de noviembre”. No mencionó la exigencia del Presidente Manuel Zelaya: la restitución del hilo democrático y constitucional de su país y su restablecimiento en la presidencia, cargo para el que fue legítimamente electo por el pueblo, señaló, según apunta además, el sitio digital Cubadebate.

¿Quién piensa el gorilotte que es? ¿Dónde está la posibilidad que un traidor usurpador de poder e ilegal gobernante de facto, pueda pedir condiciones ante lo constitucionalmente justo, ni anunciar elecciones, ni poner condiciones para nada?

No es posible que pueda permitirse semejante arrogancia ante los esfuerzos que internacionalmente se realizan por el retorno al Estado de derecho en ese país y tampoco se le permita públicamente realizar declaraciones en la que continúa sin reconocer la envergadura del hecho inconstitucional y con el lenguaje de la democracia pretende confundir al pueblo y al mundo de “las buenas intenciones” de su desgobierno, incapaz de llevar de nuevo a Honduras la verdadera democracia y la participación al pueblo.

Nos detendremos un momento en las blasfemas del gorilotón: “Estoy convencido que los hondureños podemos solucionar los problemas internos reconociendo valores esenciales:

De forma totalmente irónica dice que su país se caracteriza por el respeto al imperio de la ley y a la constitución y todo diálogo debe estar sobre esa base. Cabe preguntarse ¿Cuál es la Constitución?, porque la actual ha sido mancillada y¿ cuáles leyes?... ¿Las suyas? ¿Y esas tienen valor?, pero sobre ello de forma arrogante y omitiendo que es el primero en incumplirlo dice: “nadie puede estar por encima de la ley.

No sé como puede referirse con el cinismo característico de un golpista pro-imperialista que “en Honduras está en desarrollo el proceso electoral para llevar a cabo el 29 de noviembre y que ese proceso será respetado, transparente y seguro”. Entonces, el proceso electoral que organizaba Zelaya no estaba apegado a la ley? ¿No contaba con el apoyo del pueblo que por demás estaba listo y de hecho lo hicieron, para ir a las urnas el domingo 28 de junio por la cuarta urna?

No sabía que las elecciones de los oligarcas respetaran los derechos constitucionales y democráticos de los hondureños, cuando ya impiden los derechos esenciales de los seres humanos como el derecho a la vida, a expresarse, a tener un pensamiento y actitud consecuente con las ideas de las más bajas clases del pueblo, vilipendiado históricamente.

Nunca esas elecciones podrán ser adelantadas ni realizadas en esas condiciones, porque se realizarían en medio del gobierno golpista que ha eliminado los derechos individuales al pueblo que será el responsable de asistir a las urnas a elegir al presidente constitucional.

Los hechos se han encargado de hablar por sí solos acerca de las brutales intenciones de los militares golpistas y su total política de persecución, atropello, asesinatos, detenciones ilegales a periodistas, cineastas y artistas perseguidos y allanados, que nos remonta a los métodos utilizados por el Plan Cóndor y la dictadura de Pinochet.
También informó que la delegación representativa de su “gobierno” de facto queda integrada por el ex canciller Carlos López, Mauricio Villena y Vilma Cecilia Morales, ex presidenta de la Corte Suprema de Honduras.

No se habló de su despojo definitivo, de lo irreconciliable de las condiciones que se pretenden imponer, de cuál es el último día del golpismo en Honduras. Mientras siga pasando el tiempo y se transite de la fase de denuncia a la de la acción práctica, no se resolverá el problema aunque estamos claros de que los primeros que deben despojarlo es el propio pueblo y así lo está haciendo cada minuto en las calles desafiando las amenazas y hasta el toque de queda impuesto por los golpistas.

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