domingo, julio 01, 2012

A Londres con la dignidad, el honor y el coraje de los cubanos


Texto íntegro de las palabras pronunciadas hoy por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, vicepresidente del Consejo de Ministros, en el abanderamiento de la delegación cubana que participará en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Compañero José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano Compañera Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del secretariado del Comité Central del Partido Christian Jiménez, presidente del Instituto de Deporte,

 Educación Física y Recreación Glorias deportivas

Queridos y queridas atletas y entrenadores:

Los Juegos Olímpicos de Londres, próximos a su comienzo, provocan en los seguidores del deporte y en los que forman parte de las multitudes que claman por los eventos deportivos, pasión, atención y entusiasmo desenfrenado; los pronósticos de victorias, medallas y records, se nos hacen cotidianos en estos días, en los cuales también se rememora la historia de estas competencias de elevado nivel deportivo.

Un protagonista importante de esta olimpiada, la cuarta del presente siglo es sin duda, la delegación cubana, integrada por atletas de la totalidad de las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, surgidos todos del movimiento deportivo revolucionario, fruto del esfuerzo de nuestro pueblo por mantenerla como una de sus conquistas sociales más importantes.


Conforman el equipo olímpico 107 atletas y de ello 43 mujeres, los que competirán en 14 deportes, el promedio de edad es de 25,5 años y el nivel escolar promedio alcanza el segundo año de estudios universitarios, elocuente expresión de que no es solo el músculo el que se cultiva, se cultiva también la inteligencia.

Destaca en la misma la presencia de varios medallistas olímpicos, mundiales, panamericanos y centroamericanos, combinación de figuras noveles con otros ya más consagrados; todos hijos de humildes familias, representantes genuinos de nuestra Revolución y de la patria querida, y portadores del compromiso de la victoria digna que de ellos espera y demanda el pueblo cubano.

Por esas razones, el abanderamiento de la delegación cubana a los Juegos Olímpicos de Londres que hoy realizamos en el Memorial José Martí, acto patriótico y de significativa relevancia, constituye la ratificación, una vez más, de la voluntad de la Revolución de hacer del deporte un derecho del pueblo .

Ambos, el compañero Comandante en Jefe, máximo creador del movimiento deportivo cubano, y el Presidente y General de Ejército enfrascado en el empeño de continuar elevando la calidad del mismo con rigor en la organización y participación en eventos y competiciones con racionalidad en los gastos al entregar la bandera a delegaciones deportivas en ocasiones anteriores les han adjudicado la responsabilidad y el compromiso de honor de los deportistas con el pueblo.

El ciclo olímpico que cierra con la venidera olimpiada ha sido uno de los más complejos que hemos enfrentado en la historia del deporte revolucionario.

Por una parte, la complicada situación económica de nuestro país y el impacto de la misma en la actividad deportiva, lo cual se supera con mayor organización, ahorro, eficiencia y racionalidad en el uso de los recursos que apoyan el desarrollo del deporte.

Por otra, las condiciones particulares en las que se desarrolla el deporte mundial, planteando retos y desafíos para el deportista comprometido cubano.

Hoy, el deporte vive un proceso de mercantilización y de privatización, para muchos ha dejado de ser un bien social despojándolo del carácter humanista con que nosotros lo apreciamos, como parte de la cultura universal y como vehículo de formación integral de valores.

El deporte se ha convertido en mercado y como tal su interés principal se centra cada día más en la cantidad de dinero que es capaz de rendir.

En consecuencia, no escapa este deporte a la influencia nefasta del capital, que con sus males y vicios ha ido conformando un panorama desalentador que se caracteriza por la venta de eventos, que ya es escandalosa, acompañada de fenómenos como el fraude, el dopaje, la corrupción de árbitros y de funcionarios del deporte.

De manera inhumana se someten a elevada sobrecargas a numerosos deportistas que son tratados como meros mercancías, y los últimos años, anuncian con frecuencia la muerte de varios atletas en el mundo por esta causa.

Hacia el sector del deporte cubano se ha orientado la actividad de subversión ideológica del enemigo, a través de desertores y por otras vías y métodos, constantemente se incita a la deserción y desideologización de nuestros deportistas, para que rompan con su pueblo y la obra que los formó, para despojarnos de nuestros legítimos y comprometidos resultados, para robarnos el talento de los nuestros.

La victoria en ese enfrentamiento no será otra que las medallas de dignidad, decoro, valentía y honor que aporte nuestra delegación con su elevado comportamiento revolucionario, deportivo y ético en los juegos, y en cada enfrentamiento, en cada logro y frente a cualquier agresión del enemigo.

Este es el escenario al que acudiremos en Londres. La cuna del deporte moderno nos depara un desafío no solo en el campo de los records y las marcas. Enfrentamos el enfoque revolucionario, humanista y formador del deporte al concepto envilecedor y egoísta promovido por los mercaderes del deporte mundial. Se trata una vez más de la globalización de la solidaridad y el crecimiento humano contra la globalización neoliberal que pretende destruir los valores del deporte y los valores del deporte revolucionario
cubano.
El deporte cubano es una conquista de la Revolución y uno de sus grandes e innegables logros. El deporte cubano es un derecho del pueblo y tiene un enorme prestigio mundial, por lo tanto, aunque el desafío en Londres será muy complejo y duro, nosotros tenemos que dar una respuesta contundente y tenemos que lograr una actuación deportiva y patriótica a la altura de lo fundado.

En este acto de abanderamiento se resume un largo proceso de años de preparación, entrenamiento, estudio por parte de los atletas y técnicos, no solo en las disciplinas deportivas de cada uno, sino también en la forja de un espíritu colectivo de patriotismo revolucionario, sustentado en el sentimiento de un pueblo que tiene al deporte y a sus deportistas como genuinos baluartes de la Revolución.

Si importante es el resultado deportivo que sea capaz de alcanzar cada uno de ustedes, más importante resulta que sea fruto del juego limpio y expresión de la convicción de no darse por vencido jamás.

Esta delegación va a Londres con un doble compromiso, el de competir y dar el mayor esfuerzo para mantener los resultados deportivos alcanzados por Cuba en estos 54 años de Revolución y el compromiso con la patria y con el pueblo, con este pueblo que ha desarrollado la capacidad de resistir casi medio siglo de bloqueo y privaciones de todo tipo, vencer y seguir construyendo su destino revolucionario.

Eso es lo que todos esperamos de ustedes. La decisión de vencer y la convicción del honor de ser un atleta revolucionario cubano.

En un momento como este, viene a nuestra memoria y recuerdo el ejemplo de Teófilo Stevenson, grande entre los grandes, gloria del deporte cubano a quien recientemente perdimos físicamente, pero que siempre será un paradigma del verdadero deportista comprometido con su pueblo y su Revolución y no con el dinero.

Inspírense en él, conquisten victorias, realicen hazañas, derroten la adversidad, hagan posible lo que parezca imposible y hagan vibrar de orgullo y emoción a nuestros compatriotas, que los aprecian infinitamente y les estarán permanentemente acompañando y apoyando en cada empeño, en cada evento, en cada competencia, en cada lid y que sentirán infinito orgullo cada vez que se ice nuestra bandera y se alcance el podio olímpico en la capital británica.

Adelante, a competir con el coraje y el patriotismo con que nuestros deportistas han inscrito en la historia de los juegos las proezas del deporte revolucionario cubano.

A todos les deseamos el mayor de los éxitos.

Por la Revolución cubana, por la Patria, por nuestro pueblo, por el socialismo, por Fidel y Raúl: A Londres con la dignidad, el honor y el coraje de los cubanos .

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