domingo, septiembre 16, 2012

La mentira más bochornosa de Yoani Sánchez.

Tomado del blog: Descubriendo verdades

Por Freddy Yépez*

Es doloroso y hasta repugnante tener que utilizar niños para  mentir. Cierto que es costumbre o hábito que padres hablen por sus hijos, piensen por sus hijos y actúen por sus hijos cuando éstos son pequeños. Lo que no puede ser correcto es poner en boca de los niños lo que no piensan ni creen ni han dicho. Eso es violarle su derecho a expresarse por sus propios medios de inocencia. No sé cuántos años tiene el hijo de Yoani Sánchez ni tampoco conozco cómo piensa o cómo actúa. Es de suponer que un niño refleja sentimientos o ciertas creencias que vienen determinadas por influencia de los padres. Eso no es criticable y hasta cierto punto válido.

No es tampoco ni muy elegante ni muy recomendable que desde fuera de Cuba alguien se ocupe en desmentir la afirmación hecha por Yoani Sánchez de que su hijo le pregunta “… si habrá almuerzo hoy”. Sin embargo, como para buen entendedor pocas palabras, eso se traduce en que su hijo está pasando hambre. Entonces, si escribo algo al respecto, es por la sencilla razón que debe salírsele al paso a las campañas mediáticas de que en Cuba los niños y las niñas pasan hambre, que son desprotegidos del Estado, que son víctimas de las crueldades del socialismo y que los comunistas comen niños en carne viva. No  respondo por teoría sino por la práctica de conocer las realidades de Cuba y, especialmente, del trato que reciben los niños y las niñas de parte del Estado o del Gobierno cubano. Ojalá en las demás naciones del planeta trataran a los niños y las niñas con el amor y el esmero con que lo hacen el Estado y la sociedad cubana.  En  oportunidades en que he viajado a Cuba, he invertido tiempo en dialogar con niños y niñas tratando de conocer sus inquietudes en relación con la Revolución Cubana y sus líderes. Nunca algún niño o alguna niña me dijo que pasaba hambre. ¿Temor a la represión a sus padres? Cuento de camino, porque si alguna policía es preventiva,  es la cubana. Por lo tanto no creo que el hijo de Yoani Sánchez sea la excepción  de la regla, salvo que la misma madre le niegue la comida.

Yoani Sánchez es muy conocida en el mundo por su disidencia, por su oposición y por sus duros comentarios contra el Gobierno cubano, la Revolución cubana y sus líderes principales. Hace uso de la telefonía y del Internet para comunicarse con el mundo, aunque jure que en Cuba no existe libertad de expresión ni acceso a medios de comunicación. Repito, en esta nueva oportunidad, que nada, absolutamente nada, tengo en contra de Yoani Sánchez. No la conozco aunque sí he leído sus opiniones políticas. No ando detrás de su persecución. Confieso que hasta siento respeto por su coraje pero no por su valor de mentir con frecuencia. Además, lo voy a decir: creo que escribe bien y debe reconocerse aunque sean mentira lo que generalmente expone.

¿En verdad el hijo de Yoani Sánchez pasa hambre?

Yoani Sánchez no sólo hace público sus sufrimientos, sus  privaciones personales,  las formas en que le coartan su derecho a libre expresión, su deseo de cambios en Cuba donde no quede ni un ápice de socialismo, ni siquiera en la conciencia de sus obreros. Publica también las inquietudes de su hijo que en la mañana es capaz de preguntar si tendrá acceso al almuerzo en el día presente. Si en verdad un niño pregunta eso, no sólo a su madre se le partiría el alma sino a casi todo el pueblo que lo sepa.

Yoani Sánchez acusa al Gobierno de Cuba de perseguir “… los alimentos y otros productos básicos en  medio del desabastecimiento crónico  de nuestros mercados”. Por vez primera me entero de un Gobierno que persiga los alimentos para hacerlos presos y deje que el denunciante goce de todos los derechos para expresarse y criticar lo que el Estado no le gustaría denunciaran ni criticasen. Incluso, una de las denuncias de Yoani Sánchez es que el gobierno cubano es totalitario. En verdad, si el totalitarismo es en beneficio del pueblo, a eso no debe temérsele porque sin dictadura del proletariado ni siquiera debe pensarse en el socialismo.

¿Cuál es la verdad verdadera incluso sin conocer a Yoani Sánchez?

Si algún Estado tiene estadística de su población  y, especialmente, de las condiciones socioeconómicas en que vive cada familia es el cubano. Y  esa estadística desmiente de manera irrefutable a Yoani Sánchez. Esta vive en mejores condiciones económicas que la mayoría del pueblo cubano. Yoani, miente. Yoani no dice que recibe remuneración económica por su trabajo intelectual en contra del Gobierno cubano y sus líderes primordiales. Expertos en análisis y averiguaciones sobre la forma en qué vive y obtiene dividendos la disidente Yoani Sánchez, han llegado a la siguiente conclusión: que desde 2007 hasta lo que va de 2012, Yoani ha recibido la cantidad de 250 mil euros, lo que equivale, para un cubano común y corriente, la suma de salarios –mínimo- por más de 20 años de trabajo continuado no en Cuba sino en Francia, que es una nación imperialista. En cambio, muchos cubanos y muchas cubanas llevan  años escribiendo contra el capitalismo, denunciado tropelías y atrocidades del imperialismo, defendiendo a los movimientos revolucionarios del planeta, oponiéndome a las guerras imperialistas y apoyando las guerras justas contra los capitalistas, promoviendo el comunismo, reconociendo la vigencia del marxismo, recordando a los personajes históricos que invocan la lucha de clases para derrocar al capitalismo y construir sobre sus escombros y legados el socialismo, y por esa noble labor  no reciben ni solicitan ni un solo peso ni de Europa, ni de Estados Unidos ni de ninguna otra parte del mundo.

Entiendo, por lo poco que he leído o estudiado del marxismo, es una utopía creer que en el socialismo y, mucho menos, en el período de transición del capitalismo al socialismo,  la población va a vivir en las mismas condiciones socioeconómicas. El principio “de cada quien según su capacidad y a cada quien según su necesidad”, no corresponde al socialismo sino a la fase que Marx llamó comunista. Pero en todo caso, el socialismo es un régimen que garantiza un bienestar al ser humano que el capitalismo niega a la inmensa mayoría de la humanidad. Por lo tanto, esperar que en Cuba, como en cualquier otro país donde exista transición del capitalismo al socialismo, sus ciudadanos y ciudadanas vivan con un salario igual para cada uno, es porque no han entendido el abc  del socialismo científico ni el cba del capitalismo. ¿Prueba? Lo que se viene diciendo: las condiciones socioeconómicas de la misma Yoani Sánchez, quien disfruta de un nivel de vida superior a millones de cubanos y cubanas de Cuba...

Dicen que ya Yoani Sánchez se ha embolsillado, por sus escritos y sus noticias desinformantes -en lo general- sobre las realidades de Cuba y su gente- el equivalente a 1.488 años de salario mínimo en Cuba, que es de 420 pesos  al mes. Sólo  por artículo,  el  periódico “El País” (de España) le cancela 150 dólares a Yoani Sánchez. Si sólo enviase 4 artículos al mes, recibiría 600 dólares, lo que equivale a 33 veces el salario mínimo en Cuba por mes. En verdad, no lo sé, si con lo que le entra en euros o dólares a Yoani Sánchez, vive mal en Cuba y su hijo no esté seguro de almorzar en cada día que pase de su existencia. Habría que preguntar a millones de cubanos y cubanas ¿viven ustedes en mejores condiciones socioeconómicas que Yoani Sánchez? Claro, esos millones de cubanos y de cubanas no venderían  mentiras por dólares, porque están con  la Revolución, aprecian el papel de sus líderes y aman a Fidel.

Que Yoani Sánchez admire los valores del capitalismo, desee éste para Cuba, comercie con mentiras, es su manera de concebir la vida. En la viña del Señor hay de todo. En algún instante de su vida, tendrá que valorar la verdad. Ojalá su hijo, ya adulto y Yoani ya vieja, no tenga que mentir aunque su madre le pregunte: ¿Hijo: habrá almuerzo hoy?

*Periodista venezolano, publica habitualmente en Aporrea.org.

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