viernes, noviembre 16, 2012
Estados Unidos une sus fuerzas a Al-Qaeda en Siria
Por Ernesto Carmona
Tomado de Cubadebate
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y algunos aliados árabes conservadores financiaron y armaron la rebelión siria desde comienzos de 2011. En la práctica, EEUU viene alentando y financiando a los grupos anti Bashar al-Assad desde mediados de la década de 1990. Sin embargo, las filas anti-Assad ahora incluyen a miembros de Al-Qaeda, la Hermandad Musulmana Sunita y otros grupos que en las listas de EEUU aparecen como organizaciones terroristas.
“Curiosamente, EEUU, Francia y Gran Bretaña ahora comparten la cama con las mismas fuerzas jihadistas que profesan aborrecer, y que -por supuesto- ya utilizaron en Afganistán en la década de 1980 y, recientemente, en Libia”, escribió Eric Margolis, columnista de “Information Clearing House”, el 25 de marzo 2012.
Esta es la traducción del artículo que Margolis escribió hace seis meses:
“El turbio conflicto multi-nivel de Siria sigue empeorando. Igual ocurre con la confusión del público aquí en occidente, donde algunos medios de comunicación de EEUU, Gran Bretaña y Europa representan la guerra civil en Siria como un simple juego apasionado que en Damasco enfrenta al régimen ‘malvado’ de Asad contra manifestantes democráticos, en su mayoría desarmados. Recientemente vimos en Libia esta misma información engañosa, unidimensional, que fue diseñado para apoyar la intervención extranjera”.
“Mi evaluación, basada en fuentes primarias confiables de Washington, Turquía, Jordania y El Líbano: El soporte del régimen de la familia Asad-Baath (Partido del Renacimiento Árabe Socialista), en el poder durante 41 años, está escabulléndose claramente. Sin embargo, todavía respaldan a Asad importantes sectores de las fuerzas armadas, las 17 agencias de inteligencia y seguridad, la poderosa minoría Alawai, los cristianos sirios, elementos tribales y gran parte del centro comercial y de la clase alta. A pesar de los intensos esfuerzos occidentales para derrocar a este ex especialista en oftalmología de modales suaves, Bashar Asad sigue aguantando.
EEUU, Gran Bretaña, Francia y algunos aliados árabes conservadores financiaron y armaron la rebelión siria desde su inicio, hace un año. De hecho, EEUU viene financiando grupos anti-Asad desde mediados de la década de 1990. Se dice que armas y municiones están fluyendo a los rebeldes de Siria a través de Jordania y el Líbano. Grupos de extrema derecha del Líbano, financiados por las potencias occidentales, árabes conservadores e Israel, están jugando un papel clave en la infiltración de hombres armados y de armas por el norte de Siria.
La Hermandad Musulmana Sunita se ha levantado una vez más en Damasco contra el régimen de dominación alawi. En 1982, este autor estaba en las afueras de la ciudad siria de Hama cuando las fuerzas del gobierno aplastaron una sublevación de la Hermandad, matando a unas 10.000 personas y arrasando parte de la ciudad con artillería pesada.
Entrada de los yihadistas. Recientemente, entró en Siria un número reducido de veteranos de Irak y Afganistán pertenecientes a al-Qaida, quienes están utilizando coches bomba para tratar de desestabilizar al gobierno. El actual líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, llamó a una guerra total contra el régimen de Asad. Lo interesante es que EEUU, Francia y Gran Bretaña ahora comparten la cama con las mismas fuerzas jihadistas que declaran aborrecer, y que por supuesto ya utilizaron en Afganistán en la década de 1980 y, recientemente, en Libia.
A esta mezcla peligrosa se añade el número cada vez mayor de milicias locales en Siria que están luchando entre ellos y cometen muchas atrocidades contra civiles, recordándonos las sangrientas guerras civiles de Irak y el Líbano.
El objetivo clave de Washington en Siria es derrocar el régimen de Asad con el fin de perjudicar a su más cercano aliado, Irán. Ahora en EEUU hay tanta histeria anti-iraní que cualquier golpe contra la república islámica es visto como bueno. Los antiguos temores estadounidenses de una Siria post-Asad caótica están ahora olvidados por la prisa por debilitar a Irán desestabilizando a su aliado, Siria. Los republicanos, encabezados por el senador John McCain, están ladrando por la guerra contra Siria y el presidente Barak Obama trataría de contener a los halcones de la guerra.
Israel, cuya influencia sobre Washington en este año electoral no tiene precedentes, está avivando la fiebre de la guerra contra Siria e Irán. Israel está encantado de que las crisis con las dos naciones haya eclipsado la cuestión de Palestina y de las Alturas del Golán sirio, que fueron ilegalmente anexadas por Israel en 1981. Golán suministra la tercera parte de total de agua de Israel, cuyo objetivo es ver a Siria divida en cantones en pugna, como Irak hoy.
El ala derecha francesa, encabezada por el partido UMP (Union pour un Mouvement Populaire) del presidente Nicolás Sarkozy (cuando esto fue escrito aún no se había elegido en Francia a François Gérard Georges Hollande), ha deseado durante mucho tiempo volver a establecer la antigua influencia colonial de Francia en el Líbano y Siria. Por cuatro décadas, el régimen de Asad en Siria ha sido una espina en el costado de Francia, particularmente por el Líbano, que Siria sigue insistiendo en que es parte histórica de Siria. Francia espera duplicar en Siria su éxito en remover y sacar provecho de la revuelta en Libia.
Rusia ha estado defendiendo el régimen de Asad, y está determinada a impedir la astucia de una falsa intervención “humanitaria” en Siria, como lo fue en Libia. China es igualmente cautelosa. Pero ambos están disminuyendo lentamente su antiguo apoyo incondicional a Damasco, como se ve por el llamado del Consejo de Seguridad de la ONU de la semana pasada por un nuevo plan de paz en Siria.
Un alto el fuego es urgente. Siria debe dejar de usar armas pesadas en zonas urbanas. Pero las potencias extranjeras también deben dejar de apoyar a los grupos violentos armados que Damasco califica de “terroristas”. No hay manos limpias en Siria.
Enfoque de Global Research Michel Chossudovsky y Cunningham Finian informaron en Global Research, el 27 de febrero 2012, que la secretaria de Estado Hillary Clinton reconoció que Al Qaeda y otras organizaciones en la “lista de terroristas” de EEUU están apoyando a la oposición siria.
Clinton dijo: “Tenemos un conjunto muy peligroso de actores en la región, al-Qaeda [sic], Hamas, y los que están en nuestra lista de terroristas…, es seguro el apoyo…, que afirman apoyar a la oposición [en Siria]“[2].
Al mismo tiempo, en la anterior entrevista con la BBC la Secretaria de Estado de EEUU repitió la raída declaración occidental de que la situación en Siria es la de una población indefensa que es objeto del “ataque implacable” de las fuerzas del gobierno sirio. Hay amplia evidencia de que los equipos de francotiradores que han estado matando a civiles durante el año pasado en Siria pertenecen a las formaciones terroristas que aludió Clinton, dijo Global Research.
En un artículo reciente, Michel Chossudovsky señaló: “Desde mediados de marzo de 2011, los grupos armados islamistas -secretamente apoyados por servicios de inteligencia occidentales e israelíes- han llevado a cabo ataques terroristas dirigidos contra edificios del gobierno, incluidos incendios premeditados. Está ampliamente documentado que hombres armados entrenados y francotiradores, incluidos los mercenarios, han apuntado a la policía, fuerzas armadas, así como a civiles inocentes. Existe una amplia evidencia, como se indica en el informe de la Misión de Observadores de la Liga Árabe, que estos grupos armados mercenarios son responsables del asesinato de civiles. Mientras el gobierno sirio y los militares llevan una pesada carga de responsabilidad, es importante subrayar que estos actos terroristas -incluyendo la matanza indiscriminada de hombres, mujeres y niños- son parte de una iniciativa de EEUU-OTAN-Israel, que consiste es apoyar, capacitar y financiar operativamente a una entidad armada “dentro de Siria”. [3]
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