Por Iroel Sánchez
Tomado de La pupila insomne
Tomado de La pupila insomne
Generalmente las cargas se miden en toneladas, así ha ocurrido por estos días con los envíos que desde toda Cuba
han llegado al Oriente de la Isla con alimentos, materiales de
construcción, medicamentos e insumos eléctricos, para ayudar a los
pobladores afectados tras el paso del huracán Sandy.
Los reportes de las autoridades cubanas y las imágenes en los
noticieros de televisión muestran miles de las mencionadas toneladas
viajando de un extremo a otro de la Isla para socorrer a las víctimas.
También desde países amigos, como Venezuela, Rusia y Bolivia, las agencias de prensa reportan el envío de cientos de toneladas hacia Cuba, con el mismo objetivo.
Un kilogramo tiene 2.22 libras; una
tonelada tiene mil kilogramos, por tanto en la misma tonelada habrían 2
220 libras y en mil toneladas más de dos millones de libras. Si usted
quiere crear la idea de que hay mucho de algo puede entonces hablar de
libras y no de toneladas. Así hacían agencias como EFE y AFP y diarios
como El Nuevo Herald cuando el pasado agosto reportaban la llegada a Cuba, procedente de Miami,
del buque “Ana Cecilia” con 16 000 libras -apenas 7 toneladas- de
“ayuda humanitaria” conformada mayoritariamente, según esas mismas
fuentes, por televisores de plasma. En esos medios se quejaban de lo
caro del flete pero no decían que -como resultado del bloqueo- el “Ana
Cecilia” debía regresar vacío desde La Habana, multiplicando por dos el
costo de cualquier envío.
Ahora que el gobierno cubano envía miles
de toneladas -o sea, millones y millones de libras- de verdadera ayuda
humanitaria para sus ciudadanos no aparece una sola de ellas en aquellos
medios para los que un televisor de plasma es más importante que un
medicamento. ¿Podrán decir en este minuto que la mejor ayuda humanitaria
-equivalente a miles de millones de toneladas- que puede recibir Cuba
es el fin del bloqueo que le impone Estados Unidos? (Publicado en CubaAhora)
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