domingo, junio 02, 2013

Tin tin, la lluvia cayó...

La lluvia no ha cesado en 72 horas
Texto y foto: Sergio Rivero Carrasco

Durante varios días venimos entonando la canción cuyo con texto  titulamos este post, y es que en la Isla de la Juventud hace más de 72 horas no acaba de escampar y la lluvia baña el ambiente desde los días previo al inicio de la temporada ciclónica que se estrenó ayer y en la que el gobierno cubano ha anunciado  que las instituciones especializadas pronostican una cifra de organismos tropicales superior a la media anual de 10, razón por la cual las medidas previstas son superiores a ocasiones anteriores, poniendo en práctica las estrategias para la prevención de catástrofes y el sistema de alerta temprana, aseguradoras de la protección de las vidas humanas y de los recursos materiales. Los pronósticos para los próximos días también apuntan a la continuidad de las precipitaciones.

Desde mediados del pasado mes se realizó en todo el país el ejercicio popular Meteoro 2013, dedicado a enfrentar eventos meteorológicos de gran intensidad, en el que las instituciones y la población pasaron revista a las medidas previstas para asegurar la acción de prever y proteger sus medios y bienes. La población realizó ejercicios prácticos en materia de evacuación, protección de bienes, labor de las zonas de defensa en los barrios y las brigadas populares creadas para el salvamento y la protección de los habitantes y sus bienes.


Hoy es domingo y muchas personas se han limitado a realizar los recorridos acostumbrados a los mercados para adquirir las viandas, carnes y hortalizas para la semana, oreos han caminado poco a poco a su trabajo; los niños, y entre ellos mi nietecita Mariana, como siempre detrás de las ventanas mirando como cae la lluvia y no se acostumbran a la negativa de “no jugar afuera porque se mojan y pueden enfermarse”. Hasta los muñequitos y películas que en otras ocasiones reclaman, se tornan indiferentes para tanto tiempo de espera.

No obstante, esa pertinaz lluvia ha sido muy provechosa para la agricultura, cientos de caballerías cultivadas esperaban por este baño prolongado para reverdecer y elevarse con fortaleza para rendir mejores frutos… Pero… ¡cuidado!, si se prolonga los efectos pudieran ser muy malos porque después de tantos días de riego constante pueden llegar a saturar las tierras, anegarlas y podrir las plantaciones.

De todos modos, hasta yo estoy desesperado por seguir cantando con Teresita otro de los versos de esa melodía ya tradicional… Tin, tin, la lluvia cesó.


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