sábado, julio 13, 2019

La mentira


 
Por Abel Pérez García

Mentir es faltar a la verdad a sabiendas. Es una afirmación falsa que crea una idea o una imagen también falsa, pero sobre todo, tiene patas cortas, está muy asociada a la memoria, razón por la cual no llega muy lejos.

La mentira es tan antigua como la existencia del ser humano que la ha usado en función de sus intereses, o de los que representan, y le ha costado muchas vidas a la humanidad, también disgustos entre familias, amigos y allegados. Su efecto destructivo es inmenso. 

Quién miente necesita falsar la verdad para dar una imagen diferente de lo que realmente se percibe. Es propia de personas paranoides, por eso es patológica. Formaba parte de la teoría de Gooebel, ideólogo del nacifascismo alemán de Hitler, quien decía que “repetida muchas veces adquiere tanta fuerza como la verdad”.

Se aprende a mentir desde niño, porque se les enseña o por los malos ejemplos que reciben en el entorno familiar o social.

Tomas de Aquino distingue tres, la útil, la humorística y la maliciosa, sin embargo, según él, las tres son pecados. ¡No pequemos!
 
El personaje más conocido como representante de la mentira es PINOCHO, cuya nariz crecía cada vez que decía alguna. Pero hoy en el planeta están creciendo los narizones. Hagamos todo lo posible para que las nuestras no crezcan.


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