jueves, julio 25, 2019

Un modesto homenaje al 26 de Julio



Publico este trabajo motivado por su importancia y justeza, unido a los argumentos que lo aderezan para entregarnos un producto respetuoso, sentido, y muestra de la admiración que el autor manifiesta por la grandeza de un hombre que ha dedicado su vida a defender a su pais, amar a sus semejantes y al pueblo en la expresión más sentida y respetuosa, lo cual constituye un homenaje en nombre de millones de cubanos, en ocasión del aniversario 66 del Día de la Rebeldía Nacional.


Por Abel Pérez García

General de Ejército Raúl Castro Ruz,  hablaré de Usted sin su permiso, porque si se lo solicito, estoy seguro que me lo iba a denegar. Sé que es enemigo de la fanfarria, pero no  voy a hablar de fanfarria, sino de sentimientos y realidades de Usted a su pueblo y de su pueblo a Usted.


Su historia revolucionaria es sobradamente conocida por nuestro pueblo, la que fue enriquecida con el libro que escribiera el escritor ruso  Nikolai Leonov, “Raúl, un hombre en Revolución”,  donde el autor  revela aspectos acerca de su vida y personalidad totalmente desconocidas para muchos.


Cuando triunfo la Revolución yo tenía 9 años. Viví y sufrí en carne propia junto a mi familia parte de lo que Fidel expuso durante su defensa en el juicio del Moncada. Usted, junto a Fidel abrazó para siempre la idea de Martí: “Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar…”, y la echó.


Con el tiempo fui conociendo su dimensión humana, su capacidad organizativa y magisterio en el ejercicio de  la dirección. Gracias a esas virtudes y la guía y el genio de Fidel, tenemos unas Fuerzas Armadas garantes de nuestra tranquilidad, pero que además pusieron fin al oprobioso régimen de Apartheid en África y contribuyeron a la liberación de otros países de ese continente del yugo opresor y del colonialismo.


No olvido que Usted fundó y organizó el primer gobierno revolucionario en armas en el Segundo Frente Oriental Frank País y realizó el Primer Congreso Campesino  junto a Pepe Ramírez.


Tampoco olvido, y hay quien lo ignora que después del triunfo revolucionario, el primer viaje de Fidel precisamente a los Estados Unidos para reorientar las relaciones con ese país; solo pidió respeto a nuestra soberanía y a nuestra libre determinación. Se reunió con Richard Nixon, en aquel entonces  Vicepresidente, quien quiso imponer el mismo status quo que tenía con el gobierno de Batista el cual no fue aceptado por Fidel. A partir de ahí, vino lo que hemos vivido hasta hoy, iniciándose con la Micro fracción a partir  elementos organizados por la CIA que tenían responsabilidades dentro de  la naciente Revolución, las mafias que dirigían casinos y otros negocios de corrupción en Cuba y la Embajada norteamericana en La Habana.


Usted con apenas 27 años se quedó al frente de la defensa de la nación ya amenazada como lo hizo en más de 60 ocasiones durante los viajes del Comandante en Jefe al exterior.


Nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias han  enfrentado siendo con su magisterio al frente, los embates huracanados y los movimientos políticos telúricos del imperio hacia nuestro país como la Crisis de Octubre, la Operación Mangosta, que esta sola tenía seis direcciones principales: Guerra Económica 13, Políticas 6, militares 5, Inteligencia 4, Subversión Política e Ideológica 4, después se incluyó la biológica.  Más de 5000 sabotajes organizados contra Cuba, las bandas de alzados que organizó la CIA en el Escambray y en casi todas las provincias del país, las infiltraciones de mercenarios por nuestras costas, la voladura del vapor La Coubre, quema de la tienda El Encanto, hundimiento de nuestras embarcaciones, tiroteos a nuestras costas, la voladura del avión de Barbados, bombardeos a los principales aeropuertos del país que dio paso a la Invasión de  Playa Girón. 


A lo anterior se unieron los ataques a las Embajadas de Cuba en el Exterior y el asesinato de nuestros diplomáticos, los  secuestros y hundimiento de barcos pesqueros, cientos de intentos de magnicidios;  la ley de Ajuste Cubano, pies seco-pies mojado, y el estímulo a las salidas ilegales del país que tantas vidas ha costado incluyendo el secuestro de embarcaciones y aviones que nunca devolvieron.


Además se suma la crisis de  los balseros y de la Embajada de Perú,  la Guerra Bacteriológica con la introducción de enfermedades en nuestro país como la Roya de la Caña, el Moho Azul del tabaco, la Fiebre Porcina, el Dengue Hemorrágico que costó la vida a 117 niños. 


Otras con amplia incidencia extraterritorial como Ley Helms Burton,  el bloqueo económico y financiero más largo que se haya aplicado a algún país que está cerca de los 60 años, el uso sistemático de la mentira y las noticias falsas contra nuestro país, las que se han multiplicado utilizando las redes sociales. Ahora, por si fuera poco, promueven la gran mentira acerca de la existencia de 25 mil militares en Venezuela, que no son más que los colaboradores que prestan sus servicios en la salud, educación, la agricultura y otros sectores, cuyo objetivo no es más que fabricar pretextos para destruir la Revolución Cubana.


Para no ser más extenso me voy a limitar a varios hechos:


1.-Decada de los 80, Reagan en la presidencia de los EEUU, empeñado en desaparecernos.  La cantidad de obras ingenieras que tuvimos que hacer para proteger a la población, los alimentos, la técnica y el armamiento.


2.-La llamada Causa Uno, que hizo que Usted llorara ante un espejo por el dolor que le causó la traición de compañeros que habían sido probados en el combate y con su doble moral pusieron al país al borde de su total desmoralización, y como caldo de cultivo para una eventual invasión de las tropas norteamericanas, y las consecuencias que ello derivaba.


3.-El llamado Periodo Especial en Tiempo de Paz o crítico, ante la caída del campo socialista y la desintegración de la URSS. Las FAR además de la defensa del país aún más asediado, también se dedicó a la producción de alimentos para la población. Dos frases suyas me vienen a la mente: “En estos momentos son más importantes los frijoles que los cañones” y “Comandante, combata, la retaguardia está asegurada”. Algún día los investigadores debían explicarlas para las nuevas generaciones. 


En esta misma etapa una de las consignas que este 26 de julio cumple 25 años, fue lanzada por Usted en el acto nacional por el 26 de Julio en la Isla de la Juventud, donde estuve presente: “¡Sí se puede!”, pero también ofreció una magistral argumentación de que si queríamos seguir el ejemplo de Fidel, en ese momento decisivo de la Patria, la voluntad de los cubanos debía ser que Sí se puede, y cito: “Allí donde este objetivo se enfrenta con decisión e iniciativa, allí donde los cuadros saben impregnar en todo el pueblo la convicción de que SÍ SE PUEDE, se avanza en el mejoramiento de la situación alimentaria, paso a paso, pero firmemente, consolidando lo logrado y manteniendo el rumbo…”.


“La permanente enseñanza de Fidel  es que sí se puede, que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones si no desfallece su voluntad de vencer, hace una evaluación correcta de cada situación y no renuncia a sus justos y nobles principios”.

Hoy continuamos enarbolando el Sí se puede para desafiar con nuestra consagración, disciplina, inteligencia y resultados, las cada vez más agresivas y perversas agresiones del imperio en su afán fallido de hacernos desaparecer.


4.-El anuncio del restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos resultante de un paciente, minucioso y secreto proceso de negociación que Usted dirigió, hoy pulverizado por la actual administración.


5.- Su dedicación a las visitas del Papa Francisco y el Patriarca Kirill a La Habana por los trascendentales temas abordados y su importancia.


6.-Los resultados de las negociaciones de paz en Colombia que culminó con la firma de los acuerdos (hoy pisoteados)  y al que dedicó tanto tiempo y asistió a su firma en ese país.

7.- La Cumbre Iberoamericana, donde su acuerdo más importante fue declarar a la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, en su propia voz.


8.-El dolor, la serenidad y el valor de informarle a todo nuestro pueblo la muerte de su Comandante en Jefe, de su compañero eterno e inseparable, de su maestro, su guía, su hermano entrañable, al que un día le preguntó en Cinco Palmas después del desembarco del Granma y el reencuentro, ¿cuantos fusiles traes? y cuando Usted le contestó exclamó: “¡Ahora sí ganamos la guerra!”.


Ese mismo amor, valor y serenidad se volvió a repetir en la Plaza de la Revolución José Martí y en las honras fúnebres en Santiago de Cuba, y donde a la pregunta del Presidente nicaragüente Daniel Ortega ¿Dónde está Fidel? El pueblo triste y enaltecido le contestó “¡Yo soy Fidel!”, pasando esa afirmación como estímulo para ser más revolucionarios y dignos seguidores del Comandante en Jefe.


General de Ejército:


Esas virtudes han estado y están presentes en la conducción de la nación y en la formación de la continuidad de la Generación Histórica, que es más que darle curso a la historia con las mejores cubanas y cubanos. Lo demostró con su sabiduría en la organización del proceso de elaboración, análisis y aprobación de la nueva Constitución.


Permítame concluir mi sentimiento, ya hecho cascada de emociones puestas a la luz con la mayor humildad, con una frase  suya que le expresara al periodista Luis Báez hace 25 años “aspiramos a una obra eterna”.


El propio periodista le pregunto: ¿Cómo es Raúl Castro en su intimidad?


Su respuesta no se hizo esperar: “Un hombre normal y corriente, como cualquier compatriota. Quiero mucho a mis hijos y a mi mujer. Adoro a mis nietos. A veces por mi trabajo me paso días sin verlos, pero siempre trato de encontrar u rato para pasarlo con ellos. Soy Leal a mis amigos. Mi primer y gran amigo además de mi Jefe, maestro y hermano es Fidel. También le tengo un gran afecto a Almeida, a Furry, Ulises, a Machadito, Julio Casas y otros muchos compañeros, como a los cuatro Jefes de los Ejércitos con los que compartido las alegrías y sinsabores de años e lucha.”


Recordando a Fidel y viéndolo siempre reflejado en Ud. permítame por esta vez, decirle: 

                                  General de Ejército, ¡ORDENE!

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