Hoy, al leer algunos despachos de la Agencia Cubana de Noticias, logré pescar, pero no como el presidente, este comentario de la colega Margarita Carmona López, que por su profundidad e inteligencia para ordenar el texto y lograr la necesaria coherencia, debe ser multiplicado en la Red.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró a un periódico alemán que su mejor momento en más de cinco años de mandato había sido capturar una gran perca en su propio lago.
Este domingo la agencia Reuters se hizo eco de las palabras del primer mandatario estadounidense cuando aseguró: "Ya sabe, he vivido muchos grandes momentos y es difícil decir el mejor".
Las declaraciones fueron hechas al semanario Bild am Sonntag cuando se le preguntó por el mejor momento desde que fue nombrado presidente en enero de 2001.
"Diría que el mejor momento de todos fue cuando atrapé una perca de 7,5 libras (3,402 kilos) en mi lago", declaró con lujo de detalles al periódico.
Bush dijo que su peor momento fue el 11 de septiembre cuando aviones secuestrados se estrellaron contra el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono en Washington.
"En dicha situación lleva un rato antes de que uno entienda lo que ocurre", sostuvo Bush. "Diría que ese fue el momento más duro, una vez que tuve la imagen real ante mis ojos.
Comentario al margen de la fuente resulta al menos tranquilizador pensar que en este caso, el presidente de Estados Unidos ha sido sincero.
Muchos, muchísimos tuvimos la oportunidad de ver en el minuto exacto cuando le informaron sobre el ataque contra las Torres Gemelas y no tiene que jurarlo: se quedó en blanco.
Vamos a ser justos, una noticia así inmediatamente deja ‘’lelo’’ a cualquiera, pero sucede que siguió leyendo un libro frente a los niñitos de la escuela que visitaba en ese momento.
Porque no hay que perder de vista que el señor Bush es el Presidente de una nación y por eso mismo, sus compatriotas con toda razón, le exigen algo más que quedarse mudo, al menos por tanto tiempo mudo.
Por otra parte es cierto que le va muy mal en su guerra contra Iraq, le va regularcito en los últimos movimientos que realiza entre sus funcionarios y no caminan bien las relaciones de Estados Unidos con sus vecinos del Continente.
Las últimas encuestas sobre la popularidad presidencial alcanzan niveles de una verdadera caída en barrena, las calles estadounidenses se llenan de inmigrantes que rechazan la política discriminatoria del gobierno y se le escapó como arena entre los dedos el proyecto comercial ALCA.
Definitivamente tiene razón: su mejor momento ha sido pescando una perca distraída.