sábado, octubre 14, 2006

Bloqueo de EE.UU. multiplicó pérdidas millonarias a economía cubana



  • El perjuicio económico que ha sufrido por esa causa el pueblo cubano en más de 45 años supera los 86 mil 108 millones de dólares

Más de cuatro mil 186 millones de dólares perdió la economía de Cuba este año como consecuencia del recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos, denunció el vicecanciller primero cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.

El vicecanciller primero expuso pormenores del proyecto de resolución que el gobierno cubano someterá a debate y votación de la Asamblea General de la ONU, para exigir el cese de una política que calificó de "genocida y aberrante".Precisó que el monto financiero de los daños toma en cuenta desde la anterior votación en 2005 de una moción similar hasta la fecha, y obedece a que el costo es más elevado, a partir de que la economía cubana repunta y el bloqueo se ha recrudecido.

En 2005, mediante el cerco económico La Casa Blanca tomó medidas con más saña e hizo más daño, pese a las condenas que durante 12 años consecutivos esa política ha recibido en la ONU. Como consecuencia, el perjuicio económico que ha sufrido por esa causa el pueblo cubano en más de 45 años supera los 86 mil 108 millones de dólares, afirmó el vicetitular del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, al fustigar la extraterritorialidad de la medida condenada el año pasado por 182 países.

Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba, es el título del documento que se prevé será sancionado el próximo 8 de noviembre.La moción, que Cuba viene presentando ante la ONU desde 1992, ilustra que el acto punitivo de Washington contra la isla es "el más prolongado y cruel que haya conocido la historia de la humanidad (…) y una guerra económica que califica como un acto de genocidio".

Rodríguez insistió en que se trata de una acción extraterritorial que constituye una verdadera persecución de las operaciones comerciales y financieras cubanas en el exterior, arreciada con las leyes Torricelli (1992) y Helms-Burton (1996).En 2005 Cuba no pudo exportar un solo artículo a Estados Unidos, pese a que el comercio entre los países debe ser bidireccional, y tampoco pudo importar nada, excepto productos agrícolas con restricciones y trámites muy rigurosos.

Debido al castigo de Washington, una empresa de un tercer país no puede vender a esta isla ningún producto o equipo si tiene más de 10 por ciento de componentes estadounidenses, ni puede vender a la nación norteña algo que contenga materia prima cubana.

Las autoridades norteamericanas multaron por viajar a Cuba a 487 ciudadanos o residentes en aquel país, por una suma total de casi 530 mil dólares, apuntó Rodríguez, al tildar de espurio, abusivo y arbitrario tal procedimiento. Según estudios publicados en Estados Unidos, Cuba podría recibir ingresos anuales por encima de los siete mil millones de dólares, si con el fin del bloqueo llegaran al país los cinco millones de turistas norteamericanos que hoy no lo pueden hacer.

El viceministro demostró que para los empresarios cubanos está prohibido utilizar el dólar en las transacciones internacionales, además de que carecen de acceso a organismos financieros y crediticios como los Bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo. Rodríguez aseveró que en el último año se constató una escalada en la aplicación de la ley Helms-Burton, con la actualización del denominado Plan Bush que implica llevar a Cuba más atrás de 1959, fecha en que triunfó la Revolución.

El representante de la Cancillería definió como "verdadero robo de cuello blanco" una ley que tildó de fraudulenta y mediante la cual se permitió a una firma producir y comercializar en La Florida el mundialmente famoso ron Havana Club, de factura cubana.

Esa es una prueba, dijo, de que la Helms-Burton se aplica con rigor para reforzar un bloqueo cuyo objetivo es causar hambre, desesperación y sufrimiento a nuestro pueblo, aunque se estrella con una cada vez mayor condena mundial.