domingo, abril 15, 2007

Apostamos por el Socialismo


  • "Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba. Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos! ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con esos fusiles! …"
    Fidel, el 16 de abril de 1961.
En un hermoso gesto de patriotismo y de apego al rescate de la historia, los habitantes de esta ínsula cubana nos dimos cita en la plaza Memorial El Pinero una vez concluidas las actividades prácticas por el Día de la Defensa, para demandar que se haga justicia al no permitir la liberación de la cárcel al terrorista Luis Posada Carriles.
Coincidente con el primer día de los ataques simultáneos de los mercenarios que pretendían en 1961 destruir la Revolución y que un grupo de valerosos jóvenes ofrendara su vida en la batalla, nos preparamos también para las celebraciones por el aniversario 46 de la proclamación del carácter socialista de la Revolución, como parte de la resistencia ante la hostilidad norteamericana.
Haciendo un poco de historia, debemos recordar que el entonces primer ministro Fidel Castro anunció el rumbo a seguir por la Revolución en un discurso de despedida de duelo a las víctimas de bombardeos norteamericanos.
La céntrica intersección capitalina de 23 y 12 sirvió de sede a la multitudinaria concentración que rechazó el ataque el 15 de abril de 1961 a tres aeropuertos (dos en La Habana y el otro en Santiago de Cuba) que se saldó con siete víctimas.
Fidel Castro denunció la participación de Estados Unidos en esas acciones, que constituyeron el preludio de una invasión por Playa Girón, derrotada en apenas 72 horas, el 19 de abril de 1961.
"Esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes", afirmó el estadista para agregar que por ella los cubanos estarán dispuestos a dar la propia vida.
El líder de la joven Revolución llamó en aquella ocasión a sus compatriotas a enfrentar bajo las banderas del socialismo cualquier nueva embestida estadounidense, tal como sucedió al día siguiente.
En opinión del primer vicepresidente cubano, Raúl Castro, el socialismo en este país "no vino al mundo en pañales de seda, sino en el rudo algodón de los uniformes de las milicias obreras, campesinas y estudiantiles".
"No hubo agua bendita en su bautismo de fuego en medio del combate contra los enemigos de la nación, sino sangre de patriotas, una vez más derramada en esta isla por sus bravos hijos", añadió el también ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Cuba inició el 13 de octubre de 1960 un proceso de transición al socialismo caracterizado por la nacionalización de grandes empresas, especialmente las azucareras, y de servicios básicos, monopolizados por compañías norteamericanas, de electricidad, agua y teléfonos.
En el preámbulo de la Ley 980 (de nacionalización) no se enunció abiertamente el concepto de socialismo, aunque quedó implícito, pues dejó claro que la etapa vivida por el país era incompatible con el capitalismo.