Por Sergio I. Rivero Carrasco
Como un fuerte abrazo de continuidad
significó la entrega de nuevas tierras en usufructo mediante el Decreto Ley
358/18 del Ministerio de Agricultura, a un
grupo de jóvenes que en lo adelante se dedicarán a la producción de alimentos
para el pueblo. Ese gesto revolucionario constituye la prolongación de cuando
Fidel desde La Plata en la Sierra Maestra, promulgó
el 17 de mayo de 1959 la Ley de Reforma Agraria, firmada por él. Una reforma
agraria sin comparación al legalizar ese taller natural que da vida y
verdor, a quienes derramaban sudor y esfuerzos para generar riquezas,
hecho del que se cumplen 60 años.
En un artículo publicado por la maestra
de periodistas Martha Rojas en el diario Granma, se explica que ese fue un
proceso seguido paso a paso por el Jefe de la Revolución para concientizar
acerca de la necesidad de aprobar esa medida revolucionaria y radical, y
apuntaba: “Se sabe que habrá de firmarse
la Ley de Reforma Agraria. Durante los meses precedentes, en distintos puntos
del país, desde Mantua donde él mismo pronunció un aleccionador discurso, hasta
el extremo más oriental de Cuba, se ha estado hablando de ella. Con argumentos
indiscutibles, Fidel encabezaba, por todos los medios de prensa, la campaña a
favor de la comprensión e importancia de la Ley siempre prometida y hasta
entonces jamás cumplida en la República neocolonizada. No se trata de un
reparto de pequeñas parcelas, ni de la ocupación anárquica de lotes por parte
de los campesinos, sino de una Ley que otorgaría la propiedad de la tierra y
que fomentaría cooperativas, algo que en el borrador, antes del 17 de mayo, no
estaba todavía considerado, hasta la revisión por Fidel”.
Refiere que en el viaje hasta Manzanillo
Fidel debía realizar la revisión final y dejar “bien sentados los términos jurídicos de un documento fundacional y
precisados detalles fundamentales, entre ellos la previsión de que no fueran
desintegradas las extensiones de cultivo cañero en los latifundios que
desaparecerían” .
No fue casual escoger ese domingo 17 porque
el objetivo había sido honrar a un líder
campesino asesinado por haber llevado adelante arduas luchas agrarias: Niceto Pérez García. A pesar de ser un día nublado y
con amenaza de lluvia, los campesinos de la zona se dieron cita allí para la
promulgación de ese documento histórico.
Se narra que en esa ocasión la emisora
Radio Rebelde se encargó de informar a los cubanos y al mundo de ese hecho sin
precedente en la historia nacional, cuando a solo cinco meses del triunfo
revolucionario se promulgaba una ley de gran alcance, de la que Fidel constató
en su discurso que "constituirá uno
de los acontecimientos más importantes de la vida de Cuba" y entendía
que con su promulgación se iniciaba "una
etapa enteramente nueva en nuestra vida económica" y un esplendoroso
porvenir para la Patria, si nos dedicábamos a trabajar todos con el mayor
ahínco.
En su intervención tuvo en cuenta que
esta norma jurídica lesiona intereses y produciría la natural oposición ante
una medida revolucionaria de esa índole. Pero esa parte a cuyos intereses
lesiona la Ley, según expresó, es una parte insignificante del pueblo, mientras
que favorecía a las familias de doscientos mil campesinos sin tierra y ciento
cincuenta mil aparceros y precaristas, entre otros, o sea a más de dos millones
de personas, que constituían casi la tercera parte de una población que no
rebasaba en ese momento los siete millones.
Con la promulgación de la Primera Ley de Reforma Agraria se cumplía cabalmente
el programa del Moncada en su aspecto agrario y de beneficio al campesinado, además
de la abolición del latifundio mayoritariamente en manos de unas cuantas
compañías norteamericanas, que poseían los mejores suelos.
Este día pero de 1961,
fue creada la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), organización no gubernamental que agrupa a los
cooperativistas, campesinos y sus familiares, cuyos intereses económicos y
sociales se corresponden con el desarrollo armónico de la construcción del Socialismo;
sus proyecciones están basadas y orientadas hacia el cumplimiento de la política agraria de la Revolución, por lo que este año está celebrando su 58 aniversario.
A lo largo de las transformaciones
emprendidas por la nación, el sector campesino ha mantenido su apoyo al proceso
gestado desde la lucha guerrillera integrándose al Ejército Rebelde, realizando
el Primer Congreso Campesino en Armas y hasta hoy, en un fortalecimiento de sus
estructuras de base y de total apoyo al llamado de la máxima dirección del país
para incrementar la producción de alimentos, disminuir los costos y alcanzar
superiores rendimientos.
Esta festividad de hecho se convierte en
un abrazo multiplicado en toda Cuba, una celebración en la que a pie de surco
se escriben nuevas páginas para la historia nacional como símbolo de la
continuidad histórica y generacional de la Revolución, nacida un 17 de mayo de
1959.
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