¡Victoria anticipada! Y seguimos con los guantes puestos.

Por Sergio Rivero Carrasco

"...el legado más profundo de la Revolución
cubana es la certeza de que se pueden
romper “los límites de lo posible”.

Desde el mismo triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959, el pueblo cubano ha estado convocado a mantenerse en el ring frente al adversario más poderoso del planeta: Los Estados Unidos de Norteamérica.

Fue en el propio primer año revolucionario que comenzaron las limitaciones, agresiones y la imposición de trabas para frenar el incipiente desarrollo económico-social del país. La suspensión de la compra de azúcar que alcanzaba poco más de 900 toneladas y distribuirlas intencionalmente a los países que lo apoyaron  en la Cumbre de la OEA en Costa Rica en 1960 a apoyar la Resolución contra Cuba, es decir, que la suspensión de la cuota azucarera, fue el inicio de un largo camino de Bloqueo económico y financiero impuesto sobre esa potencia a nuestro pequeño país.

No vamos a colgar los guantes en la denuncia histórica contra el genocida bloqueo impuesto a Cuba en las sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas desde 1991. Este pequeño país les ha demostrado que el mundo se opone a ello, como también lo hará este año el próximo mes de noviembre por vigesimoctava ocasión consecutiva, al presentar el nuevo proyecto de resolución  “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, con un voto histórico en el 2018 de 189 a favor y solo Estados Unidos e Israel en contra.

No han faltado espacios de confrontación y debate en los que hayan podido doblegar el honor de Cuba, aún en las más difíciles condiciones impuestas a inicios de los ´90 del siglo pasado con el derrumbe del campo socialista y el desmerengamiento de la URSS, ya alertado públicamente por Fidel el 26 de Julio de 1989 en Camagüey: “Porque si mañana o cualquier día, nos despertáramos con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS; o incluso, nos despertáramos con la noticia de que la URSS se desintegró, cosa que esperamos no ocurra jamás, Cuba y la revolución cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo”. Vencimos el Período Especial en Tiempo de Paz, y no colgamos los guantes.

La aplicación de la Ley Torricelli, la Helms Burton con todos los artículos ya en vigor, y las nuevas vueltas de tuercas en el recrudecimiento del bloqueo, las ilegales sanciones extraterritoriales, la prohibición de los cruceros y viajes a cuba de los ciudadanos norteamericanos, la reducción del monto de las remesas de familiares y la lo más actual persecución a las embarcaciones que trasladan el petróleo hacia Cuba, provocando graves daños a la economía nacional y sobre todo a los 11 millones de cubanos, son medidas extremas que lejos de sacarnos del ring y colgar los guantes, han contribuido a fortalecer el espíritu combativo y la unidad del pueblo.

Por estos días los cubanos han dado muestras de gran valor humano con la prevalencia de la solidaridad por encima de cualquier sentimiento individualista y la disposición de poner los pies sobre la tierra para echar con un alto sentido de pertenencia y conciencia, las peleas que sean necesarias para propiciar el knock out.

En en esta pelea prolongada, los yanquis han perdido el rumbo y las enseñanzas de la historia, solo han pensado en una superioridad económica y militar que no es compatible con la fuerza del izquierdazo dado por el pueblo cubano, como lo manifestó el Presidente cubano Miguel Díaz Canel en Pinar del Río: “Hemos superado el primer momento con la menor afectación posible (…) no vamos a perder el sueño. Nuestro pueblo va a seguir siendo feliz, laborioso, creativo, alegre, y eso es parte de la voluntad que hemos manifestado de no rendirnos”.

Cuando ya este pueblo ha vencido los dos primeros round más organizados, dispuestos y unidos, se declara: ¡Victoria anticipada!  Y seguimos con los guantes puestos.