domingo, diciembre 08, 2019

El imperio y el camino más corto


Los cuatro Jinetes del Apocalipsis que llevan a Estados Unidos
al derrumbe moral y económico

Por Sergio Rivero y Abel Pérez

En la historia de la humanidad han existido más de cuarenta Imperios, todos han desaparecido como resultado del desarrollo histórico-social y la acción liberadora de los pueblos. El norteamericano no será la excepción.

El actual gobierno de ese país ha escogido el camino más corto para su autodestrucción.

El irrespeto a la soberanía de otros Estados, el injerencismo, el chantaje, las amenazas y las guerras; las sanciones unilaterales, el abandono de tratados internacionales que daban garantías a la paz  y la seguridad internacionales, el racismo y el supremacismo, el fascismo, la subversión, la mentira, la apropiación por la fuerza de las riquezas y los recursos naturales de  otras  naciones se han convertido en piedras angulares de su política hacia otros países, por lo que han perdido credibilidad y confianza hasta con muchos de sus propios aliados.

Pero lo más  peligroso de su ceguera imperial es el abierto desafío a otras potencias. No se acaban de dar cuenta o no quieren,  que cada vez más acercan al planeta a una confrontación de consecuencias que nadie ha podido calcular y de la que ellos mismos no escaparían. Una falla técnica o un error de cálculo serian suficiente para que desaparezcamos todos. Ya estuvimos cerca en 1962 con la crisis de los misiles o crisis del caribe o de octubre, por suerte se impuso la sensatez.

No habrá una cuarta guerra con palos y piedras, error, porque dejara de existir todo, no habrá ni aire para respirar. Hiroshima y Nagasaki, el accidente de Chernóbil y Fukushima nos abrió los ojos. No dejemos que se cierren.

Lo que los gobiernos de DEEUU le han hecho y les hacen a otros Estados cuyas consecuencias pagan los pueblos, ninguno se lo ha hecho a ellos, y ojala nunca suceda.
Cada vez más se alejan del pensamiento de la mayoría de los seres humanos del planeta que quieren paz, tranquilidad y ver sus hijos crecer.

En las redes sociales no se reflejan estas realidades, nos entretienen y manipulan nuestras mentes con lo superfluo,  lo banal y lo personal,  con la pretensión de apartarnos de la real política. Cada vez hay más humanos sin derechos, a la salud, a la educación, a la vida. Cada vez más se moderniza la maquinaria de matar y matan, no la de curar, cada vez hay más desplazados, enfermos, hambrientos y más desesperanza.

¿Qué tenemos en nuestras cabezas? La espada de Damocles. ¿Qué tenemos como asientos? un barril de pólvora con la mecha encendida. ¿Qué nos quieren imponer como espaldar? La traición de los que venden los principios o se venden ellos mismos a las peores causas como si fueran mercancía. 

¡Esa es la realidad!
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