Por Sergio I. Rivero Carrasco
Cada
22 de enero el teatro cubano, alineado a las causas más nobles de la
independencia de la Patria, constituye un día de sentida recordación y homenaje
a los jóvenes asesinados en esa fecha de 1869 en el Teatro Villanueva durante
una función realizada con un programa variado pero que intuía las ansias de
libertad del yugo español a solo poco tiempo de iniciarse la lucha por la
independencia, hechos del que se cumplen en esta ocasión 151 años.
A
los gritos de “¡Viva Cuba libre!” al
finalizar la puesta de la puesta en escena de “Perro huevero, aunque le quemen el hocico”, se desató la tormenta
de tiros por parte del Cuerpo de Voluntarios
armados al servicio del régimen oprobioso que imperaba en la nación cobrando
numerosas vidas indefensas tanto en el interior como en las calles que duró
hasta varios días después.
Esa
noche del 22, mientras se masacraba impunemente a los espectadores del
Villanueva, un visionario joven de solo 16 años visitaba la casa de su maestro Rafael
María de Mendive y allí leía el primer número del periódico “La Patria Libre”
que circularía un día después en el cual publicara su pieza “Abdala”, que puede
tomarse como una respuesta a la masacre del Villanueva, inaugurando así el
teatro mambí.
Casualmente,
20 años más tarde, ese mismo joven, José Martí, recordaba los sucesos de
Villanueva en sus Versos sencillos, No. XXVII: “El enemigo brutal/ Nos pone fuego a la casa:/ El sable la calle
arrasa,/ A la luna tropical./ Pocos salieron ilesos/ Del sable del español:/ La
calle, al salir el sol,/ Era un reguero de sesos”.
Por esas
acciones teatrales realizadas en favor de la independencia, y el propósito de
recaudar sus fondos para la causa de los mambises, se puede considerar que ese día
el teatro cubano se comprometió para siempre con el destino de la nación cubana,
la escena teatral se convirtió a partir de entonces, en una importante arma del
proceso revolucionario cubano, por lo cual se eleva su significación social y
política. Todos esos motivos llevaron a que en 1980 se declarara el 22 de enero
como Día del teatro cubano, en el
marco de la celebración del Primer Festival Internacional de Teatro de La
Habana, del cual se cumplen 40 años.
En
esta fecha se celebra las Jornadas Villanueva, iniciativa que cada año rinde
tributo a aquellos gritos de ¡Viva Cuba libre! pronunciados en el teatro
Villanueva durante sus funciones del 21 y 22 de enero de 1869, hace hoy 151
años.
En
cada territorio del país cobra cuerpo esta celebración y las agrupaciones
relacionadas con las Artes escénicas realizan jornadas de presentación en
poblados, plazas, centros educacionales y laborales o salas; también se ha
programado el reconocimiento a teatristas por la obra del año o de la vida, la
entrega del Premio Villanueva y el Premio Nacional de Teatro, según la
instancia a que corresponda.
En
la Isla de la Juventud la celebración ha reunido desde hace varios días, a lo
mejor de la creación teatral y artística
y de aficionados local, de los proyectos teatrales “Pinos Nuevos” , “Tijo”, “La
Gruta” y “Raíces de España”, entre otros, orientada en esta ocasión, a celebrar
también los 40 años de creación de la filial municipal de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en una gala homenaje que se realizará
este día en la sede de la Institución.
No
cabe dudas.
Para orgullo de este pueblo de patriotas, la escena cubana se
incorporaba directamente a la lucha por la independencia desde aquel 22 de
enero de 1869 con los gritos de “¡Viva Cuba libre!”, que de algún modo,
continuamos enarbolando hoy ante los grandes desafíos del país para avanzar, en
los que el teatro desempeña un importante papel en el entramado social e
ideológico para fortalecer los valores de la nación.
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