Mostrando entradas con la etiqueta Adolfo Pérez Esquivel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Adolfo Pérez Esquivel. Mostrar todas las entradas

viernes, febrero 15, 2013

Tiempos kafkianos: el hombre bloqueado por una autoridad que no se revela

Censura-internet

Tomado de La pupila insomne
 
Sentado en mi habitación de hotel en Ginebra, hace par de semanas atrás, traté de acceder a mi sitio web personal para un documento que necesitaba. Imaginen mi sorpresa cuando el siguiente mensaje apareció en la pantalla de mi ordenador: “El acceso a este sitio está restringido. Por favor, póngase en contacto con el administrador. (Político/ Grupos Activistas) (Si usted siente que este sitio ha sido clasificado incorrectamente, por favor visite aquí y envíe una petición.)”

Obedientemente di click “aquí”, esto me llevó a la página web de una organización que se hace llamar “Escudo Azul” (Blue Coat) que dice esto: “Solicitud de Revisión WebPulseSite. Al ingresar una dirección URL en el cuadro de abajo y hacer clic en “Compruebe cuenta”, usted está de acuerdo con los Términos y condiciones del sitio de “Escudo azul”.

domingo, febrero 03, 2013

Sí, le podemos sonreír a la vida

Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980.
Autor: Roberto Ruiz
Por Nyliam Vázquez García
 Tomado de Juventud Rebelde
  • La unidad latinoamericana frente a toda clase de amenazas, la seguridad hemisférica desde la cultura, la educación y el cuidado del medio ambiente, la libertad de los Cinco y el deber ser en los jóvenes son algunos de los temas comentados por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel 
Cuando se viven jornadas intensas, amanece más temprano o eso parece. No se niega, por el contrario, llega al diálogo con los lectores de JR sonriente. Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980, lleva sandalias y una camisa con las mangas remangadas. Se sienta y habla de lucha, de optimismo, de identidad latinoamericana.

El Apóstol de los cubanos vuelve como inspirador, y su pensamiento «muy, muy actual» ilumina el paso de Latinoamérica.

«Martí miró desde Cuba a todo el continente y esto es lo importante. Fíjate —apunta con acento argentino— que muchos intelectuales, pensadores de la época, libertadores, se reflejaron en la cultura europea o se miraron en el espejo de los Estados Unidos. Y Martí, desde sus viajes por México, Venezuela, por las Antillas, por el mundo tuvo mirada hacia adentro», comentó.