Foto: CUBAMINREX.
Faltan ya pocos días para mi viaje a Cuba. Con este motivo deseo enviarles un saludo fraterno antes de encontrarnos personalmente. Voy a visitarlos para compartir la fe y la esperanza, para que nos fortalezcamos mutuamente en el seguimiento de Jesús. Me hace mucho bien y me ayuda mucho pensar en su fidelidad al Señor. En el ánimo con que afrontan las dificultades de cada día, en el amor con que se ayudan y sostienen en el camino de la vida. Gracias por ese testimonio tan valioso.
De mi parte quisiera transmitirles un mensaje muy sencillo. Yo pienso que es importante y necesario: Jesús los quiere muchísimo, Jesús los quiere en serio, él los lleva siempre en el corazón. Él sabe mejor que nadie lo que cada uno necesita, lo que anhela, cuál es su deseo más profundo, cómo es nuestro corazón. Y él no nos abandona nunca. Y cuando no nos portamos como él espera, siempre se queda al lado, dispuesto a acogernos a confortarnos, a darnos una nueva esperanza, una nueva oportunidad, una nueva vida; él nunca se va, él está siempre ahí.

















