lunes, julio 27, 2015

Tributo eterno bajo agua y truenos

Cobijados por la lluvia en los portales los combatientes y
el pueblo rindieron tributo a los mártires

Por Sergio Rivero Carrasco
Fotos IslArte

Pareciera una  locura, pero las inclemencias del tiempo provocaron que este 25 de julio, bajo el estruendoso ruído de los truenos, el pueblo de la Isla de la Juventud recordara el Alzamiento de Nueva Gerona, el que 119 años atrás bajo el ruído de los tiros protagonizara el primer mártir pinero Bruno Hernández, al que se le sumó un grupo de deportados para demostrar que las tradiciones patrióticas representadas por los ideales independentistas de los hombres y mujeres, también estaban presentes en este pedazo de tierra cubana.

Una tarde muy lluviosa cargada de descargas eléctricas no fueron impedimiento para que el pueblo junto a los combatientes de la Revolución Cubana, se reunieran en la intersección del Bulevard y calle 26 (antigua San Clemente), lugar hasta donde llegaron los independentistas para asaltar al cuartel de caballería ubicado tres cuadas más al norte de la ciudad  y al quedarse apartado del grupo Bruno Hernábndez es sorprendido por una bala española en la frente cayendo mortalmente herido.


Imagen de la esquina del bulevard y calle 26 (a la
derecha) donde cayó motalmente el primer mártir
pinero Bruno  Hernández el 26 de julio de 1896
Parte del plan previsto fue que la joven independentista de 20 años Evangelina Cossio, quién ya se conocía el interés que por ella tenía el jefe de la guarnición de cabalería, José Bérriz, quién además se regodeaba de ser uno de los hombres e confianza de Valeriano Weyler, conocído históricamente por la Reconcentración donde fueron asesinados miles de cubanos. La Cossio citó a Bérriz para la casa de Emilio Vargas para sostener un encuentro y ese era el lugar en el que los demás independentistas lo apresaran y lo obligaran a hacer rendir a los soldados, pero la estrategia falló y los soldaros se armaron y fue que dieron muerte a Bruno Hernández.

Este hecho demostró, como el Asalto al Moncada, que la llama independentista de los cubanos estaba encendida y que más temprano que tarde la lucha por la soberanía y la defensa de la dignidad nacional se haría realidad.

Por estar viva esa antorcha, es que los pineros cada año se dan cita en ese espacio histórico que en una tarja guarda el recuerdo de ese hecho y este año fue allí donde se depositaron las flores llenas de frescura y aliento vital para defender la Revolución iniciada por los independentistas cubanos en su lucha por la independencia en el siglo XIX.

Roberto Únger Pérez, Historiador de la Ciudad, al pronunciar las palabras centrales de este acontecimiento declaró cómo ese grupo de independentistas no dejaron morir los ideales de los cubanos por tener un país libre e independiente, a la vez que alertó que el diferendo histórico entre Estados Unidos y Cuba no ha cambiado aún cuandose hayan restablecido las relaciones diplomáticas, porque el objetivop de los yanquis no ha cambiado, siempre ha sido y será destruir la Revolución cubana y apoderarse de nuestro país con su riqueza mterial y humana, razón por la cual no podemos desmovilizarnos y pensar que la lucha culmino, cuando apenas comienza.

Esta tarde húmeda y ruideosa marcó la estirpe de los pineros, que bajo agua y truenos, no escatimaron en rendir el merecido tributo a sus mártires.

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