Créanme, no es cosa de juegos. Puedo asegurar con toda honestidad que Martí, el Apóstol de todos los cubanos, estuvo entre nosotros en el foro municipal Por el equilibrio del mundo, en el que nos reunimos más de una veintena de amantes del pensamiento, la obra y la vida del paradigmático Maestro para salir de allí con una transfusión de energía positiva y de amor por el prójimo.
Es que no hay un espacio en el que se hable de todas las facetas del quehacer martiano que no nos invite a amar, a despojar el odio y la maldad de nuestras vidas. Ahora, cuando más incomunicados y deshumanizados estamos, es que necesitamos abrazar la obra y las ideas que fomentó el autor de La Edad de Oro.
El Dr. en ciencias históricas Vivino Ortega Travieso, se alzó con un trabajo relevante que representará al territorio pinero en el Foro internacional. Es su tema controvertido y actual porque trata desde el prisma del pensamiento martiano a los anexionistas y al anexionismo en la época de los preparativos de la revolución de 1895, en la que dejó bien claro la diferencia que Martí vio entre la lucha por la independencia y la república que quería construir cuando expresó que “se morirá por la independencia primero y por la república después” e identificó a los anexionistas cuando dijo que “hay cubanos que sirven, con alardes de patriotas, a los intereses yanquis”. ¿Serían verdaderamente cubanos?
Cuando hablamos de sembrar valores en los hombres, en la vida cotidiana, en la escuela, la cuadra, la familia y en todos los escenarios donde nos desarrollemos. La verdad tiene un solo camino y la mentira muchos caminos, por lo que tenemos que llevar la verdad hasta el pedestal más sólido y elevado para que sea capaz de acabar con la mentira.
Como conoció al imperialismo norteamericano y así lo nombró desde su época, alertó del peligro que representaba para la vida y la independencia de las repúblicas americanas y de Cuba.
José Martí simbolizó el pensamiento más avanzado del siglo XIX cubano y universal y es, además, el más revolucionario y patriótico del siglo XX americano y nos dice mucho también hoy en pleno siglo XXI y nos indica que “nosotros unimos lo que otros dividen” porque tenemos la fuerza del corazón, esa con la que es imprescindible para hacer.
Hermosa jornada de reflexiones y de amor. Avanzamos porque cada paso que damos es una meta sin dejar de ser un paso. También se puso de manifiesto que el secreto de lo humano está en la capacidad de asociarse cuando la dirección del periódico Victoria propuso a los presentes socializar esos conocimientos y para ello publicará un suplemento El Pinero que a propuesta de los maestros de la plástica allí presentes, se encargarán de ilustrarlo para entregarle a los lectores el próximo sábado un producto de lujo.
Para nosotros, yo es el otro, porque la verdadera felicidad consiste en ver a los demás felices, como sentenció el Apóstol, somos hoy las personas más felices, amantes y amadas del planeta porque tuvimos el privilegio de compartir con nuestro Martí una hermosa jornada de reflexiones.