En múltiples escenarios y foros internacionales el gobierno cubano ha denunciado el vil bloqueo económico y financiero que Estados Unidos mantiene a Cuba oficialmente desde 1962, aunque ya en los primeros días del triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959 “ese gran país” adoptó un grupo de medidas restrictivas hacia la economía cubana con el propósito de hacer desfallecer a la naciente Revolución.
Un año después, según expresa el Informe de Cuba contra el Bloqueo, el 6 de abril de 1960, un año antes de la invasión organizada por los EE.UU. contra Cuba, el entonces Subsecretario de Estado Adjunto para los Asuntos Interamericanos, Sr. Lester Dewitt Mallory, escribió lo siguiente en un memorando discutido en una reunión encabezada por el Presidente de Estados Unidos: “No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución, es a través del desencanto y el desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
El objetivo de colapsar al proceso revolucionario que se desarrolla en nuestro país y tratar de rendir por hambre y enfermedades su pueblo, no ha cambiado desde el primer día aunque con la palabrita “embargo” quieran minimizar el genocidio y las consecuencias funestas de esta política aplicada solo en estado de guerra y hecha rutina en el caso que nos ocupa.
La guerra mediática también ha sido un importante escenario en el que han tratado de desvirtuar la realidad económica que vive el país mostrando falsos argumentos para expresar la incompetencia económica del socialismo y las “virtudes o proezas del sistema económico norteamericano”.
¿Cómo es posible negar semejante realidad que palpan a diario millones de habitantes en el planeta? ¿Cuál es el temor a que Cuba despegue económicamente y pueda demostrarles a solo 90 millas lo que es capaz de hacer un país con su libertad y con sus propias fuerzas como lo hemos venido demostrando desde 1989 cuando desapareció la URSS y el campo socialista y nos quedamos solos en este mar de injustas diferencias?
La aplicación del bloqueo, que lleva a su haber más de 89 000 millones de dólares de pérdidas para el país, un asedio sistemático en todos los frentes, mercados, bancos, impidiendo cualquier transacción o negocio de un tercer país con Cuba y haciendo valer las leyes extraterritoriales que afectan también a terceros países y a su propio pueblo, sobre los cuales Estados Unidos no posee ningún derecho de intromisión.
Hoy mismo el Miami Herald nos da la razón cuando denunciamos esos actos convertidos en cacerías, porque uno de los trabajos publicados hace referencia a esas medidas, con su lenguaje e intencionalidad acuciosa, pero nos da la medida de cómo actúan. Para demostrarlo haré algunas citas textuales:
Un año después, según expresa el Informe de Cuba contra el Bloqueo, el 6 de abril de 1960, un año antes de la invasión organizada por los EE.UU. contra Cuba, el entonces Subsecretario de Estado Adjunto para los Asuntos Interamericanos, Sr. Lester Dewitt Mallory, escribió lo siguiente en un memorando discutido en una reunión encabezada por el Presidente de Estados Unidos: “No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución, es a través del desencanto y el desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
El objetivo de colapsar al proceso revolucionario que se desarrolla en nuestro país y tratar de rendir por hambre y enfermedades su pueblo, no ha cambiado desde el primer día aunque con la palabrita “embargo” quieran minimizar el genocidio y las consecuencias funestas de esta política aplicada solo en estado de guerra y hecha rutina en el caso que nos ocupa.
La guerra mediática también ha sido un importante escenario en el que han tratado de desvirtuar la realidad económica que vive el país mostrando falsos argumentos para expresar la incompetencia económica del socialismo y las “virtudes o proezas del sistema económico norteamericano”.
¿Cómo es posible negar semejante realidad que palpan a diario millones de habitantes en el planeta? ¿Cuál es el temor a que Cuba despegue económicamente y pueda demostrarles a solo 90 millas lo que es capaz de hacer un país con su libertad y con sus propias fuerzas como lo hemos venido demostrando desde 1989 cuando desapareció la URSS y el campo socialista y nos quedamos solos en este mar de injustas diferencias?
La aplicación del bloqueo, que lleva a su haber más de 89 000 millones de dólares de pérdidas para el país, un asedio sistemático en todos los frentes, mercados, bancos, impidiendo cualquier transacción o negocio de un tercer país con Cuba y haciendo valer las leyes extraterritoriales que afectan también a terceros países y a su propio pueblo, sobre los cuales Estados Unidos no posee ningún derecho de intromisión.
Hoy mismo el Miami Herald nos da la razón cuando denunciamos esos actos convertidos en cacerías, porque uno de los trabajos publicados hace referencia a esas medidas, con su lenguaje e intencionalidad acuciosa, pero nos da la medida de cómo actúan. Para demostrarlo haré algunas citas textuales:
Por ejemplo, en Multas millonarias por negociar con Cuba, de Wilfredo Cancio Isla plantea: Una compañía de procesamiento de metales de Maryland fue penalizada con $1.2 millones --la mayor multa impuesta por el Departamento del Tesoro en el presente año fiscal-- como parte de una ofensiva de las autoridades federales por reforzar los controles del embargo a Cuba.
Más adelante en el mismo artículo precisa: Las sanciones de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) --divulgadas el pasado 31 de julio-- incluyeron también a la sucursal de Gate Gourmet en Reston, Virginia, multada con $581,901 por actuar "sin licencia o fuera de los límites de su licencia'' para brindar servicios de catering a Cubana de Aviación, referir negocios con la aerolínea cubana a otros proveedores y financiar viajes de sus empleados a la isla.
Y prosigue: Concord Camera es la tercera compañía del sur de la Florida que es penalizada por violar el embargo durante el período fiscal 2008, que concluye el próximo 30 de septiembre. Con anterioridad fueron sancionadas Bank Atlantic, de Fort Lauderdale, con $7,500; y Spirit Airlines, de Miramar, con $100,000.
(…)
Desde el 2004 hasta la fecha, el volumen de las sanciones de OFAC contra individuos y firmas estadounienses que negocian ilegalmente con Cuba asciende a unos $6 millones.
Son solo algunos ejemplos de una larga lista de multados hasta este propio año por mantener alguna relación directa o indirecta con mercados, materias primas o productos cubanos.
¿Es cierto o no? ¿Es el bloqueo un pretexto cubano o la realidad insoslayable de un genocidio contra el pueblo cubano?
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