Como profesionales con alto sentido de la ética y la justicia, luchadores por los mejores valores del hombre, unámonos para condenar la brutal represión contra el pueblo hondureño y el lanzamiento de gases tóxicos por parte del ejército al mando del gobierno de facto hondureño contra la sede diplomática de Brasil en Tegucigalpa donde se encuentra el Presidente Zelaya, los que han afectado a todas las personas que allí se encuentran.“Mel” hizo un llamado a la comunidad internacional para condenar esta acción terrorista que se combina con un hostigamiento constante cuyo propósito es hacer irresistible la estancia allí para capturar al único y legítimo Presidente del pueblo hondureño, ese que se bate en las calles defendiendo el retorno al derecho constitucional de su país y la salida de los usurpadores del poder.
La condena debe ser global incluso hasta las más altas esferas de la Asamblea General de Naciones Unidas que sesiona en Washington.
La Canciller del gobierno constitucional de Honduras Patricia Rodas, hizo declaraciones en Wastington de un peligro extraordinario: “Fuentes de la inteligencia militar leales a Zelaya nos han filtrado los químicos y armas de asedio han sido proporcionadas por las empresas Alfacom e Intercom”. Esas empresas se encuentran en Tegucigalpa y son propiedad del ciudadano israelí Yehuda Leitner, que “sirvió de intermediario con Israel. Ingresaron en el país en un vuelo privado en los últimos días”.
Tengamos muy presente la alerta realizada por Fidel en su Reflexión titulada Allí se engendra una Revolución, cuando expresa con claridad meridiana “Es (…) inadmisible, más aún inconcebible, que la Embajada brasileña sea asaltada por el gobierno fascista, a no ser que pretenda instrumentar su propio suicidio, arrastrando el país a una intervención directa de fuerzas extranjeras como ocurrió en Haití, lo que significaría la intervención de tropas yankis bajo la bandera de Naciones Unidas. Honduras no es un país lejano y aislado en el Caribe. Una intervención de fuerzas extranjeras en Honduras desataría un conflicto en Centroamérica y crearía un caos político en toda América Latina.”
Más adelante refiere “Hemos visto surgir una nueva conciencia en el pueblo hondureño. Toda una legión de luchadores sociales se ha curtido en esa batalla. Zelaya cumplió su promesa de regresar. Tiene derecho a que se le restablezca en el Gobierno y presidir las elecciones. De los combativos movimientos sociales están destacándose nuevos y admirables cuadros, capaces de conducir a ese pueblo por los difíciles caminos que les espera a los pueblos de Nuestra América. Allí se engendra una Revolución.”
Es precisamente a esa Revolución a la que le temen y están haciendo todo lo posible porque no se haga realidad con el protagonismo del pueblo. Como auténticos hijos de nuestros pueblos multipliquemos nuestra solidaridad contra el terror y por la justicia.
FOTOS PUBLICADAS EN EL BLOG RESISTE ACAPULCO
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