lunes, enero 09, 2012

Las brecha digital/banda ancha y el reclamo etnocéntrico que se le hace a Cuba



Por Nelson P Valdés y Sue Ashdown

“Hay que  buscar el modo de llegar a las masas
informadas. La solución no está en los  periódicos…
Internet es más accesible.”

 
Fidel Castro, Noviembre 12, 2010 [1]

Hay muchas discusiones con respecto a Cuba y el acceso a Internet y a cuántos cubanos no están conectados con la red. Curiosamente, la mayoría de los críticos asumen que el hecho de tener acceso depende solo de la voluntad política. Un reciente reporte de Nick Miroff para All Things  Considered” de la Radio Nacional Pública (NPR) se titulaba “En Cuba, la  conexión a Internet es un lujo”. El reporte no se refería a cuestiones de costo  de infraestructura; más bien, esos aspectos quedaron sin tratar.

Estos críticos  parecen no estar al tanto de los costos financieros reales de la tecnología  involucrada. La tecnología sigue avanzando con rapidez mientras que los costos siguen aumentando. Esto no siempre se hace evidente de inmediato cuando un  elemento de tecnología avanzada aparece para entregar un producto muy superior a un precio relativamente más barato, comparado con la tecnología anterior. Sin  embargo, cuando se toma en consideración la obsolescencia -tanto planeada como no planeada- del equipamiento interconectado, las presiones de costo se vuelven claras. Eventualmente, se hace cada vez más difícil para los pobres de una nación, o entre naciones, mantenerse al nivel de la vanguardia.
 
De manera ingenua se ha asumido que las condiciones presentes en los países  industrializados están también presentes en las zonas menos ricas del mundo.  Sin embargo, existe una brecha digital que no es una función de la política  sino de los ingresos. Y dado que hay una creciente diferencia en los ingresos  entre los muy ricos y el resto de la población en todo el mundo, esto implica una división funcional, no solo digital, en muchos niveles. Algunos autores ya  han reconocido que además de la brecha mundial, dentro de la población digital  de los países más ricos, existe un sector que ha sido llamado el “gueto de la  banda ancha”.

El U.S. Census  Bureau investigó 54 000 viviendas en octubre del 2009 y descubrió que la  división digital de los años 90 en los EEUU era persistente. Para cuando los  pobres se empataron con la computadora y el modem, tecnología más avanzada  apareció para volverlos a dejar atrás. El estudio hizo notar que “la adopción de Internet de banda ancha era mayor en las viviendas blancas que entre los negros y latinos en el 2009. Las diferencias en los atributos socioeconómicos  no explican del todo la fisura en la adopción del Internet de banda ancha  asociada con la raza y la etnicidad”. [2]

¿Qué es lo que explica la disparidad? Para alguien que sea anciano, desempleado o subempleado,  de bajos ingresos, miembro de una minoría, de nivel educacional inferior, o que  viva solo - la brecha es de 16 a 34 porciento de puntos por detrás. Al preguntárseles, el 60 porciento dijo que no necesitaban o no usaban Internet.  Desde luego, eran pobres o de escasa educación. El resto dijo, básicamente, que  no podían permitírselo.

Para aquellos que usan Internet, el uso de banda ancha se disparó del 9 al 64 porciento entre  2001 y 2009. Un 64 porciento de las familias con un ingreso menor de $25 000 no se conectan al internet por banda ancha; mientras que para aquellos con ingresos de más de $100 000, la cifra fue de solo un 6 porciento. En Florida, en el 2009, el 33 porciento de las familias no se conectaban por banda ancha,  mientras que en Nuevo México la cifra fue de un 43 porciento y en Mississippi  del 58 porciento.

Hay aquí dos  cuestiones distintas. Una es la existencia de la “disponibilidad” de banda  ancha. Al igual que los cuidados hospitalarios, la banda ancha puede estar “disponible”, pero que uno se lo pueda permitir o no, es otro asunto. Y otro aun es la desregulación de telecom que ha permitido a los proveedores de infraestructura comercial el practicar la exclusión y el establecimiento de precios. La banda ancha no está aún disponible en ciertas  áreas rurales escasamente pobladas donde la tasa de costo-beneficio no es  atractiva al proveedor de infraestructura, y en las áreas urbanas, el  establecimiento de precios coloca la banda ancha fuera del alcance de sectores cada vez mayores de usuarios pobres de teléfonos móviles.

La mayoría de los comentaristas extranjeros e incluso nacionales acerca de Cuba y el Internet  no están al tanto del hecho que el gobierno estadounidense subsidia la conectividad de numerosos sectores de la sociedad norteamericana. De hecho, en  el 2010, el gobierno gastó no menos de $7.2 mil millones para hacer la banda ancha*  disponible a un sector más amplio de la población que no podía costeárselo por sí mismo.

El pasado año, el gobierno estadounidense proveyó fondos para 120 000 millas de redes de banda ancha, dándole acceso a 24 000 comunidades que de otro modo no podrían permitírselo- incluyendo 7000 escuelas K-12, 2000 bibliotecas, 600 colegios comunitarios y 700 universidades públicas. Fue el gobierno el que hizo posible que 40 millones de viviendas y 4 millones de negocios tuvieran banda ancha [2].  Y esa enorme inversión intentaba acabar con la brecha.

En otras  palabras, el gobierno estadounidense costeó un programa de habilitación “socialista” para beneficio de todos, independientemente del mérito. ¿Por qué?  Para subsidiar los aspectos comerciales de la llamada “autopista”, así como  entrega licencias FCC para subsidiar los comerciales de radio y televisión.

Esa es la realidad en los Estados Unidos, que resulta tener muchos más recursos que una  isla pobre como Cuba, que también sufre bloqueo desde los años 60.

Y SIN EMBARGO, ¡los observadores extranjeros esperan que Cuba ofrezca algo equivalente a  aquello que está a disposición de los norteamericanos!

En América Latina (2009), solo 6.8% del total de la población se conecta por banda ancha.  [4]. Solo un 3% de los latinoamericanos tienen acceso a banda ancha móvil. En  toda Latinoamérica es una costosa propuesta entrar en el mundo de ADSL. ADSL  corre por la infraestructura de línea fija de telecom que, en los Estados  Unidos, fue instalada hace muchas décadas cuando a AT&T se le concedió un  monopolio regulado en la distribución universal de este “servicio esencial”.  Era la única manera de  lograr las economías de crecimiento necesarias  para tan masiva empresa y asegurarse contra las exclusiones que son hoy en día  lugar común en un mercado desregulado.

Latinoamérica  no tuvo nada parecido, y desarrollar hoy esta clase de infraestructura, es tan  astronómicamente costoso que se necesitan alianzas entre empresas privadas de las telecomunicaciones y la energía con los gobiernos nacionales, regionales y municipales. Pero incluso eso no es suficiente. Es preciso que las  corporaciones trans-regionales aporten también capital [5].

Tal vez algún  día el acceso a Internet sea más barato. Y tal vez algún día Cuba sea capaz de  poseer conectividad al mismo precio que sus contrapartes latinoamericanas. En  este momento, ningún país latinoamericano confronta las dificultades impuestas por un bloqueo económico de los EEUU.

Sue Ashdown fue directora de la Asociación ISP con sede en Washington DC del 2000-2004, donde trabajó educando a periodistas, y las agencias reguladoras y legislativas sobre la realidad de la prestación de servicios de Internet en un mercado nominalmente competitivo. Nelson P. Valdés, profesor emérito de Sociología de la Universidad de Nuevo México y director del proyecto Cuba-L Direct.

* A los  efectos de los fondos de estimulación gubernamentales, la banda ancha fue  definida en el rango mínimo: entre 768kbps y 200kbps. Los proveedores  comerciales pueden ofrecer velocidades mucho mayores pero las autoridades  federales no poseen ni suficientes recursos financieros para ascender al límite  máximo de la “autopista” ni capital político que gastar en un régimen  regulatorio que obligaría a los propios proveedores a suministrar, a usuarios  de bajos ingresos, subsidios de banda ancha financiados por sus excesivas  ganancias.

[1]  Michel Chossudovsky,  “Conversations with Fidel Castro: the Dangers  of Nuclear War,” Global research (Canada), Noviembre 13, 2010 http://www.globalresearch.ca/index.php?aid=21892&context=va

[2]  NTIA, Exploring the Digital Nation: Home Broadband Internet Adoption in the  United States, Noviembre 2010. http://www.ntia.doc.gov/reports/2010/ESA_NTIA_US_Broadband_Adoption… 1082010.pdf

[3]  Declaraciones de Lawrence E. Strickling, Secretario Adjunto de Comercio par  alas Comunicaciones y la Información. Almuerzo en la Asociación Federal  de  Comunicaciones. Washington, DC Octubre 21, 2010 http://www.ntia.doc.gov/presentations/2010/fcba_10212010.html


[5] https://docs.google.com/viewer?url=http%3A%2F%2Fwww.eclac.cl%2Fpubl… %2Fxml%2F9%2F43289%2FCapitulo_IV_IED_2010_WEB_FINAL.pdf

(Tomado de Progreso Semanal)

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