Dirección del Consejo de Estado de la República de Cuba.
Presidente, Raúl Castro Ruz;
Primer Vicepresidente, José Ramón Machado Ventura
y los Vicepresidentes Juan Almeida Bosque, Abelardo Colomé Ibarra,
Carlos Lage Dávila, Esteban Lazo Hernández y Álvaro López Miera
Presidente, Raúl Castro Ruz;
Primer Vicepresidente, José Ramón Machado Ventura
y los Vicepresidentes Juan Almeida Bosque, Abelardo Colomé Ibarra,
Carlos Lage Dávila, Esteban Lazo Hernández y Álvaro López Miera
No acabo de entender a los de allá arriba, o mejor dicho esos que están por todas partes sembrando la desconfianza, el desconcierto y no acaban de darse cuenta de que a Cuba, desde el primero de enero de 1959, la gobiernan los cubanos y ningún foráneo tiene que meter la nariz donde no se le ha llamado.
Cada noticia que se expande por toda la red de redes y por los más disímiles periódicos, televisoras y el éter, tiene intencionalidad y malintencionalidad. Por lo general cada palabra que la arma tiene un fin específico y va dirigida a desmontar la realidad y tergiversar la verdad a su antojo.
El caso que me ocupa para iniciar así este descargo, tiene que ver con la forma en que el libelo de la Mafia de Miami se pronuncia hoy en la portada del Nuevo Herald digital en su versión en español, bajo la firma de Pablo Bechelet en el que literalmente titula: Frustración tras el primer discurso de Raúl Castro.
Ya no solo se dedica a expresar su desconcierto como profesional y la derrota de las más malignas aspiraciones de ver cómo la Revolución cubana llegaba a su fin. La época pos-castro, como le llamaron por muchos años, ya comenzó. ¿Y qué? ¿Dónde está el desorden, la desconfianza, las manifestaciones en contra de la Revolución, la avalancha de embarcaciones cruzando el Golfo de México para llegar a La Florida y propiciar la tan cacareada “amenaza a la seguridad nacional de Estados unidos”.
Las personas que acceden a la Internet, tienen sentido común, al menos leen y son capaces de razonar y evaluar los fenómenos que ocurren en el mundo y en sus propios países. No es posible que la creencia sea ciega en lo que se divulga, como hace Bechelet.
Él se dedica a criticar que haya sido el compañero José Ramón Machado Ventura, un paradigma, luchador incansable y de probada fidelidad a la obra revolucionaria, el que se ganara el derecho y la confianza de los Diputados al Parlamento de esta VII Legislatura, para que junto a otro líder histórico como Raúl Castro, tenga la responsabilidad de enrumbar un grupo de importantes y trascendentales medidas que deben realizarse en el país en los próximos cinco años, con las que se daría respuesta a las múltiples recomendaciones dadas por los cubanos desde la Revolución.
Y digo DESDE LA REVOLUCIÓN con toda intencionalidad, porque ya se estaban afilando los dientes para festejar el descalabro o la falta de responsabilidad con la elección de algún compañero, con muchos méritos, pero no con todas la experiencia para cumplir con ese reponsable mandato del pueblo. Tienen que aceptar que el tiro les salió por la culata. Lejos de festejar están rabiosos, buscando los pretextos para desbarrar de todas maneras como es de esperar.
También cita: "Las noticias pudieron haber sido más abiertas, mejores'', declaró Javier Solana, responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, según la agencia de noticias EFE. "No estoy seguro de que la transición haya comenzado desde el punto de vista político''.
Solo quiero agregar tres verdades que estoy seguro de que hacen falta repetir hoy:
La primera:
En Cuba la transición o el cambio, como quieran llamarle, comenzó el primero de enero de 1959 cuando se derrotó el aparato estatal burgués representado por la dictadura de Fulgencio Batista auspiciada y tutelada por el imperialismo yanqui, y se construyó una sociedad socialista dirigida por la Dictadura del Proletariado. ¿Por qué sueñan?
La segunda:
Hemos sido testigos de que los días más tranquilos de este país se han vivido ahora, con el Mensaje de Fidel al Pueblo y con los resultados de la constitución del nuevo Parlamento y la máxima dirección del país. Crecieron las manifestaciones de cariño, apoyo e incondicionalidad a Fidel, a Raúl y al Partido Comunista de Cuba, dirigente y órgano rector de la sociedad.
La tercera
Los cubanos seguimos felices, hemos probado nuestras fuerzas. La Revolución ha seguido triunfal su camino proyecta un mejor futuro con el concurso del pueblo cubano, entonces, por qué dice el titular “Frustración”; los cubanos no estamos frustrados, estamos realizados, triunfó lo que nosotros queríamos, se logró la continuidad histórica de la Revolución, en la dirección del país, en el Consejo de Estado coexisten valiosas compañeras y compañeros, de varias generaciones con excelentes cualidades humanas y revolucionarias, inteligencia, conciencia y profundo amor a Fidel, al pueblo y a la Revolución.
La conclusión:
Pensaron “coger cajitas”, como decimos los cubanos y se quedaron con las manos vacías y sin esperanzas de llenarlas nunca más.
Pensaron “coger cajitas”, como decimos los cubanos y se quedaron con las manos vacías y sin esperanzas de llenarlas nunca más.