Por Gloria Morales Campanioni
El
seis de febrero de 1933, en una pequeña y humilde casa del barrio de
Jesús del Monte, en La Habana, nació el tercer varón del matrimonio
Ramón Cienfuegos y Emilia Gorriarán al que nombraron: Camilo.
Este joven se crió en un ambiente de
correcta orientación patriótica, cuya base más sólida era su hogar. El
padre, modesto sastre encargado de traer el humilde salario que no le
permitía dar educación superior a sus tres hijos, dirigió la formación
cívica de ellos hacia la admiración de la obra de los grandes luchadores
del pasado.