Una multitud de cientos de miles de personas se tomó el centro de Río de Janeiro para festejar el carnaval al ritmo de la música del “bloco” Cordão da Bola Preta y tratar de conseguir el título del Guinness Records de mayor comparsa carnavalesca del mundo.
Mientras se movía al ritmo de samba y de las alegres marchas de carnaval, la gente, disfrazada de todo lo imaginable, danzaba, lanzaba chorros de espuma y bebía cerveza y agua para aguantar el esfuerzo físico que suponen horas de jolgorio bajo el sol.