En su enfermiza obsesión por derrocar a la
Revolución cubana, Washington no escatimó medios para armar, financiar y apoyar
a los grupos extremistas anticubanos asentados en la Florida, los que se
prestaban como punta de lanza en la cruel guerra desatada por el Imperio contra
la Isla irredenta.
El 26 de febrero de 1961, voló un avión a
oscuras sobre la zona sur del término de Los Palacios, y el mismo día, pero en
1962, colocan fósforo vivo en la tienda El Encanto, en Santiago de Cuba.
También un 26 de febrero es secuestrada la
embarcación El Arcadio, por un grupo de contrarrevolucionarios en la
cooperativa pesquera de Caibarién, en la provincia de Las Villas.